Muchas cosas se han inventado por accidente. Ejemplo de ellos son la penicilina, el marcapasos e incluso el microondas. Pero el mundo de los alimentos también tiene inventos que han surgido por equivocación.

¿Creerías que los chips de chocolate que tanto adoramos fueron producto de una casualidad? Cuenta la leyenda popular internacional que la dueña del resturante “Toll House” en Massachusetts, EE.UU, se quedó sin chocolate en polvo para hacer sus galletas, por lo que cortó trozos de una barra para echarlos a la masa, pensando en que se derritirían en el horno. Por suerte no fue así.

Algo similar ocurrió con las papas fritas. Se dice que George Crum, un chef neoyorkino, le sirvió unas papas cortadas de forma alargada y extremadamente finas a un cliente que no paraba de quejarse porque quería unas papas más pequeñas y crujientes. El resultado repercutiría hasta nuestros días.

Y en Chile no somos la excepción. El secreto más apetecido de uno de los postres clásicos de nuestro país, la bolita de chocolate de Manjarate… también fue una casualidad.

“Una de las características más preciadas de este postre fue el resultado de la decantación del chocolate que viene desde la cubierta. Sin haberlo pensado, el ingrediente simplemente cayó, formando una bola de chocolate al centro del mousse. Esto les fascinó a todos quienes lo probaron, así que quedó como parte esencial de Manjarate, que se ha transformado en una tentación para muchos chilenos”, explicó Isabel González, gerente de Innovación y Sustentabilidad de Soprole.

Precisamente por estos días, Manjarate, que ya lleva más de 20 años en el mercado, reestrena su receta original en todo el país a petición de los mismos consumidores.

“La mayoría de la gente no lo sabe, creo que no lo habíamos contado hasta ahora que volvimos con la receta original de Manjarate, pero fue realmente producto de una equivocación. La idea era simplemente que el mousse tuviera una capa de chocolate gruesa y densa, no que bajara hasta formar la gota en el centro que hoy todos buscan”, añadió Isabel González.