La Signoria es uno de esos locales que nunca decepcionan.
Es chico-chico (solo tiene siete mesas), no tiene estacionamiento, en verano el calor pone compleja la tarea de comer dentro del local y no tiene patente de alcohol.
A pesar de eso este local de Recoleta es una apuesta segura y un imperdible en Santiago.
Es que acá el arte de cocinar se lleva al máximo.
No siempre se logra con igual intensidad, pero hay arte al punto que la carta siempre cambia, como debe ser: Según la estación, según el día, según lo que haya en la cocina. Por eso es que este local tiene una cantidad limitada de cada plato, y la carta está hecha a mano, a modo de listado, todos los días en la mañana.
O sea, si vas hoy, probablemente mañana no puedas pedir lo mismo. Aunque hay excepciones: El chef tiene preferencias de platos y también sabe cuáles son los que mejor le quedan. Y los luce.
Ubicado en una construcción muy antigua en Bellavista esquina Loreto, este local lleva del orden de una década atendiendo público.
A cargo de Flavio Cancino, este Caffé – Pasticceria – Ristorante italiano apuesta por ofrecer sus platos con una pizarra a tiza en la calle, incluyendo pastas caseras, cremas, dulces, jugos naturales y café. Tal y como se hace en la Toscana.
El local es bellísimo y tiene un estilo que ya se quisiera cualquiera de mantel largo. Esta mezcla de estilos, arte y buena cocina también ha hecho que no sean pocos sus comensales ilustres.
El extécnico de la Selección Chilena de fútbol, Marcelo Bielsa, es uno de los que solía visitarlo, pero también el mundo de la cultura y un par de políticos se han visto por ahí.
Acá se viene a comer bien, pero también a conversar de la vida. El local da para eso: Por algún motivo yo nunca he estado menos de dos horas ahí, y aunque no tienen patente de alcoholes, no se complican: El descorche cuesta $3.000 y con eso te tomas todo el tiempo del mundo para disfrutar la botella que lleves.
Pero volvamos al menú.
Aunque tienen dulces muy ricos, su fuerte son los almuerzos (y desde hace unos días los brunch de sábado y domingo).
Aquí la oferta es la siguiente: Por $10.900 tiene un almuerzo de dos tiempos, con un bebestible y postre o café.
Generalmente se parte con una sopa de verduras que suma zapallo y camote. Es rica, pero si va a pedir algo así como risotto o pasta fresca con ragú, le recomiendo que no la coma completa y guarde espacio para el fondo.
Aquí mis recomendaciones son tres.
Primero que todo los sorrentinos. Siempre hay en alguna variación diferente y son sencillamente espectaculares, sobre todo con ragú.
Los gnocchis son muy buenos también, y aunque a veces se pasan en el punto y quedan más blandos de lo que debería, generalmente son una buena experiencia, sobre todo para aquellos que sentimos que este plato es demasiado cada vez que se pide. Es que, por algún motivo la gente siente que mientras más gnocchis mete al plato, mejor. Y no, acá la idea es que sean ricos y que los sabores sean limpios.
Aquí la simplicidad es lo que más complica el buen logro de este plato, y acá eso se entiende. Aún así, no es mi primera opción.
Las carnes y el pulpo son también una buena idea.
La última vez que fuimos (el martes recién pasado), pedimos una pechuga de pollo al tomillo y limón, que estaba muy buena, aunque el puré de berenjena también tenía harto limón, al igual que la ensalada verde. Fue harto limón, pero no molestó. Aunque no era lo que esperaba.
Si planifica y lleva vino mi recomendación es una botella de Acróbata o de Sideral, esos van con prácticamente toda la carta de pastas y son una delicia para conversarlos en ese restaurant.
Muy recomendado.
Por Mario Riveros M.
@mario_riverosm
Para escribir esta reseña visité de manera anónima tres veces el local. No se recibió ni utilizó ninguna invitación por parte del local.
La Signoria. Bellavista 211, Recoleta. No tiene estacionamiento pero existen alternativas pagadas cerca del local y en algunas de las calles aledañas. Reservas al +562228136591