Bajo el lema “Lo natural es venir”, la región de O´Higgins alberga un abanico de opciones turísticas a lo largo y ancho de su territorio, que dan un claro ejemplo de que es un destino para quedarse.
Desde baños termales en plena precordillera, hasta actividades acuáticas y entornos naturales junto al Océano Pacífico, pasando por el turismo rural y las viñas en el valle central. La región destaca por su amplia cantidad de destinos y panoramas.
A continuación, conoce cada uno de los imperdibles de la región que la guía Turismo Sobre Ruedas recomienda a los veraneantes durante esta época del año.
1. Hotel Termas de Cauquenes
Este antiguo hotel, de estilo colonial y espaciosas habitaciones, está ubicado en plena comuna de Machalí, y es un destino soñado para quienes buscan un relajo y experiencia de bienestar en aguas termales de reconocidas propiedades curativas.
Sus huéspedes pueden disfrutar además de una piscina termal exterior y una gruta termal de estilo rústico, además de un espacio de bosque llamado Parque Centenario donde se pueden hacer caminatas.
La experiencia es aún más enriquecedora gracias a su gastronomía, donde los huéspedes y visitantes pueden disfrutar de un menú de almuerzo y cena de cuatro tiempos junto a ricos vinos del valle del Cachapoal. Hotel Termas de Cauquenes está abierto de jueves a domingo durante todo el año.
2. Gran Monticello
Este gigante en la Ruta 5 Sur en el límite entre las regiones de O´Higgins y Metropolitana es para muchos el punto de inicio de un recorrido turístico en el valle del Cachapoal. Su gerente general, Manuel Rojas, señaló a la Revista Enfoque que Gran Monticello es una experiencia en 360 grados, de lo cual no queda ninguna duda gracias toda la oferta de diversión, alojamiento y gastronomía que se ofrece al público.
Si bien el casino sea lo primero que se viene a la mente al mencionar la marca, aquí encontramos también el Gran Arena Monticello, un espacio donde se realizan eventos y espectáculos artísticos, un lujoso hotel y un sector de restaurantes y venta de vinos.
Es recomendable visitar la tienda Ruta y Vinos Cachapoal, que cuenta con una amplia variedad de vinos de dicho valle. Además, existen algunos restaurantes liderados por famosos chefs tales como el francés Yann Yvin y el español Sergi Arola.
3. Parque en el aire
Parque en el Aire es un lugar que está emplazado en un área de dos hectáreas en un entorno natural de bosque nativo esclerófilo en el sector Altos de Cantillana en la Cordillera de la Costa, y que ofrece a sus visitantes una gran variedad de panoramas y actividades.
Probablemente, su atractivo principal es Juegos en el Aire, que consta de dos niveles de dificultad. El juego más alto es para niños de 9 años y adultos de hasta los 60 años, permitiendo un tope máximo de peso de 100 kilos.
El lugar también incluye un muro de escalada, un tronco basculante, un paso de cuerda, una tirolesa, una red de pelotón, un puente de trapecio, y un puente canopy. El circuito completo se demora aproximadamente 50 minutos dependiendo de la destreza de cada participante.
4. Food & Wine Studio, viña Viu Manent
Pilar Rodríguez es la distinguida chef a la cabeza de este proyecto gastronómico de lujo en la región de O´Higgins y que forma parte de la viña Viu Manent en el valle de Colchagua. El restaurante ofrece a sus comensales una verdadera experiencia de comida y vino a través de los sabores, texturas y aromas de menús de tres, cinco y siete tiempos.
Al ingresar a sus instalaciones, la sensación es la de estar en casa. Cada plato que llega a la mesa es un detalle único e irrepetible. Los platos en Food & Wine Studio son servidos con productos propios de la región y son maridados con distintos vinos premium.
5. Viña Montes
Una visita de lujo es lo que promete esta viña ubicada en el sector de Apalta en el valle de Colchagua, en una zona que está rodeada de fértiles cerros en forma de medialuna. Al llegar, los visitantes se encuentran con una tienda, un restaurante, bodegas y la posibilidad de realizar un tour de degustación.
Durante el recorrido, los visitantes pueden ver el sector de las plantaciones donde destacan las cepas Cabernet Franc y Carmenere, siendo esta última la cepa emblema de Viña Montes. Posteriormente, se conoce un mirador que cuenta con un quincho y espectaculares vistas del valle.
Al iniciar el recorrido por las instalaciones, Guillermo Silva, jefe del área turística, explica que la viña está diseñada bajo el concepto del feng shui. Llama la atención una sala de barricas subterránea que está tenuemente iluminada y donde se escucha de manera constante un canto gregoriano.
Al terminar el tour, una alternativa es quedarse a almorzar en el Restaurante Fuegos de Apalta, el cual está a cargo del famoso chef argentino Francis Mallmann.
6. Viña Maquis
Ubicada en la comuna de Palmilla, sector Los Maquis, esta viña está emplazada en un valle entre el río Tinguiririca y el estero Chimbarongo en un terreno del siglo XVIII que fue por entonces ocupado por jesuitas.
Viña Maquis tiene actualmente 90 hectáreas plantadas, las que se cosechan manualmente y donde destaca una cepa Cabernet Franc que es considerada una de las mejores del mundo.
Fue en 1927 cuando se construyó aquí la primera bodega por el ingeniero y propietario Ignacio Hurtado, para posteriormente, en 2002, inaugurarse una nueva bodega sustentable donde la madera filtra la humedad, reduciendo el uso de energía.
Es la única viña en Chile que tiene una planta de calor geotérminca, es decir, aprovechan las napas que salen de la Cordillera de los Andes para generar energía, reduciendo así la huella de gas en un 90% y la huella de carbono.
En materia turística, los visitantes pueden contratar tours que se realizan con grupos de entre 8 y 10 personas, con degustación de vinos de alta gama, gran reserva y vinos íconos. Poseen 8 botellas distintas y 5 variedades, todas ellas de sepas tintas.
7. Salinas de Barrancas
Una tradición de más de 500 años es la que se conoce en las salinas de Barrancas, lugar en donde se extrae la sal desde la tierra con técnicas ancestrales de los españoles y culturas indígenas.
El sector fue reconocido el 2011 como tesoro humano vivo y sus trabajadores se consideran mineros no metálicos. La sal que aquí se extrae quedó con el sello de origen por ser un producto único en su clase.
8. Molino de Agua de Rodeillo
Para los amantes del turismo rural, uno de los sitios que hay que visitar en la zona costera de la región de O´Higgins es el Molino de Agua de Rodeillo. Está ubicado a 15 kilómetros al sur de Pichilemu en medio de los bosques de Pañul, cuya exuberante naturaleza se esconde un secreto del campo chileno.
En este lugar, existe un antiguo molino construido en 1952 que está a cargo de la familia Muñoz López desde hace siete décadas, el cual aún está operativo y es capaz de moler trigo, harina, afrecho y legumbres.
El entorno evoca los paisajes primitivos de la época colonial, con sus parrones, construcciones artesanales de madera y adobe. El reservorio del molino actualmente sirve de bañadero para algunos patos.
Para llegar hasta aquí se debe transitar por un camino de ripio angosto y en descenso, aunque es apto para todo tipo de vehículos. La entrada tiene un valor de 2 mil pesos por adulto y mil pesos para los niños. A la salida, los turistas pueden comprar miel de abeja, artesanías, harina y legumbres.
9. Artesanías en Arcilla Los Troncos
En el sector de Pañul nos encontramos con la señora María Jorquera, quien junto a su hija Carolina Cornejo, trabaja hace 25 años la artesanía con arcilla en su local llamado Los Troncos.
Ambas artesanas producen piezas ornamentales y también utilitarias, destacando aquellas que son ideales para la cocina como fuentes, tazones y platos. Jorquera cuenta que en una semana es capaz de hacer cien piezas en moldes de yeso, cuyo proceso de cocción en hornos de barro tarda 12 horas.
Los Troncos, que cuenta con sello de origen, posee también un restaurante donde se sirve comida chilena de tipo casera, tal como pastel de choclo, cazuela y empanadas. Su especialidad y un imperdible a la hora de visitar este lugar es la malta con leche condensada.
10. Parque Punta de Lobos
Parque Punta de Lobos es un espacio natural en el borde costero que nace por iniciativa del destacado surfista Ramón Navarro, quien, junto a la comunidad local, vio la necesidad de proteger la zona mediante un parque privado de conservación protegido a perpetuidad.
Para ello se adquirió un terreno de 2,2 hectáreas en un sector que estaba siendo amenazado por el desarrollo inmobiliario, precisamente en un espacio natural de acantilados y flora nativa junto a las costas donde están las mejores olas de Pichilemu y que dan popularidad a este balneario.
Actualmente, se estima que lo visitan 600 mil personas al año, por lo que se dispuso aquí la presencia de guardaparques que orientan a los visitantes, y se está trabajando en un proyecto de reforestación, embellecimiento de espacios y educación ambiental.
11. Museo de Colchagua
Ubicado en pleno centro de Santa Cruz y a pasos de la Plaza de Armas, este museo privado perteneciente a la fundación Carlos Cardoen es un verdadero viaje evolutivo en la historia de Chile y el mundo.
El lugar repasa algunos sucesos y hallazgos con data de más de 600 millones de años, pasando luego por las culturas prehispánicas, la llegada del hombre europeo a Chile, el periodo de colonización e independencia, la república, la Guerra del Pacífico y la modernidad durante los siglos XX y XXI.
El museo está distribuido en 8 salas principales que se van recorriendo en orden de tiempo, a los que se les suman 9 pabellones temáticos en los que se retratan sabrosas muestras tales como el rescate de los 33 mineros desde la Mina San José, una exhibición de carruajes restaurados y la venida de Charles Darwin a Chile, entre otras.
El ingreso tiene un valor de $7.000 pesos por adulto y la visita es una delicia para los amantes de los museos.
Si quieres conocer más sobre estos y otros destinos de la zona central, puedes descargar la guía Turismo Sobre Ruedas aquí.