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La influencer de Utah, Ruby Franke, construyó un imperio personal en redes sociales mostrando una vida perfecta junto a su familia, aunque en realidad vivían en un \"campo de concentración\" según descripción de los fiscales. Tras descubrirse las terribles condiciones en las que vivían sus hijos, que incluían malnutrición, abuso físico y emocional, Franke y su socia comercial Jodi Hildebrandt fueron arrestadas y condenadas a 60 años de prisión por abuso infantil agravado. Franke se declaró culpable y atribuyó sus acciones a la manipulación de su socia. A pesar de la condena, solo cumplirán 30 años en prisión debido a la ley de Utah que limita las sentencias consecutivas, considerando además su comportamiento en prisión para determinar el tiempo final.

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Las pantallas aguantan mucho y bien lo sabe Ruby Franke, la influencer de Utah que construyó un imperio personal con base en lo que mostraba en redes sociales.

Sin embargo, lo que no lograban ver sus seguidores era el infierno que vivía en su casa, junto a su familia, donde orquestaba un “campo de concentración” para sus hijos.

La bloguera mostró durante años una vida perfecta junto a su marido y sus seis hijos, sin embargo, la realidad era muy distinta y una vez que uno de sus hijos pudo escapar de su cautiverio salieron a la luz las terroríficas condiciones en las que vivía.

Se trata de una historia macabra que terminó con Rubi Franke condenada a 60 años en prisión. Conócela aquí:

Rubi Franke: predica, pero no practica

A través del canal de Youtube “8 Passengers”, ya desaparecido, Rubi Franke publicaba videos donde contaba la forma en que criaba a sus seis hijos, Shari, Chad, Abby, Julie, Russell y Eve.

Se trató de una estricta forma de crianza, donde los castigos podrían llegar a ser insólitos para los espectadores.

Sin embargo, eso no impedía que lograra tener cerca de 2,5 millones de suscriptores que seguían atentos los consejos de la influencer, que tenía una socia comercial, Jodi Hildebrandt.

Entre los videos existen insólitas situaciones que sostenían en la convivencia familiar, como cuando Chad, de 15 años en ese momento, contó que durmió por meses en un puf, luego de perder su dormitorio por hacer una broma a su hermano pequeño.

En otra ocasión, Franke publicó un video en TikTok donde señaló que la profesora de su hija, Eve, la llamó para decirle que la chica había llegado al colegio sin almuerzo.

La profesora señaló que se sentía “incómoda con que ella tuviera hambre”, sin embargo, para Franke la explicación era simple, “Eve era responsable de preparar su propio almuerzo y que “el resultado natural es que ella simplemente tendrá hambre”, señaló The New York Times.

Además, añadió: “Ojalá que nadie le dé de comer, ni que nadie intervenga y le dé el almuerzo, porque entonces no va a aprender de ello”.

La verdad detrás de los videos

La realidad es que nadie levantó alertas rojas ante los videos que incluso podrían resultar educativos con leccionarios castigos.

Sin embargo, lo que estaba detrás era mucho más sórdido de lo que se podía imaginar, y todo se descubrió cuando uno de sus hijos, de 12 años, escapó por una ventana desde su hogar en Ivins, y le pidió a un vecino comida, agua y que llamara a la policía.

La razón, el niño estaba bajo de peso, lleno de heridas y con cintas adhesivas alrededor de los tobillos y las muñecas, dando signos de que lo ataron previamente.

Lo que se descubrió es macabro, el niño estaba desnutrido y efectivamente lo ataron pero, además, usaron miel y pimienta en sus heridas.

La policía arribó a la zona y descubrió que Eve, la pequeña de 10 años, también estaba desnutrida.

Según explicó Los Angeles Times, el fiscal del estado, Eric Clarke describió el lugar señalando que “el ambiente en el que Franke y Hildebrandt mantuvieron a los niños como un entorno similar a un campo de concentración del Holocausto”.

Regularmente, prohibía que los niños comieran, tomaran agua, tuvieran acceso a entretenimiento o camas para dormir, además de tenerlos en aislamiento.

Clarke explicó que también obligaba a sus hijos a realizar tareas físicas en condiciones de calor extremo, sin zapatos, calcetines, ni agua. Los obligaban a permanecer de pie sobre cemento caliente en el calor del verano durante horas y, a veces, días seguidos, añadió, y los golpeaban y ataban con regularidad de las manos y los pies. Las lesiones eran tan graves que los niños tuvieron que ser hospitalizados

Finalmente, los niños fueron puestos al cuidado de la División de Servicios para Niños y Familias de Utah, consignó The New York Times.

La acusación y condena para Ruby Franke y su socia

La vida de Ruby Franke que se veía perfecta a través de internet cambió radicalmente, su canal de Youtube desapareció y ella fue denunciada formalmente.

Tanto ella como su socia,Jodi Hildebrandt, fueron arrestadas y llevadas a juicio por cuatro cargos de abuso infantil agravado.

La gravedad de las acusaciones no dejaron espacio a la duda y Ruby Franke se declaró culpable por los cargos que se le imputaban.

Aunque cuando pudo hablar, señaló entre lágrimas, que abusó física y emocionalmente de ellos porque la “manipuló” su socia comercial y de Youtube, Jodi Hildebrandt.

El juicio determinó la condena de 60 años para Ruby Frake y Jodi Hildebrandt, quien estaba al tanto de todo lo que estaba pasando y habría cooperado para convencer a los dos niños menores de Franke de que eran malvados, poseídos y necesitaban ser castigados para arrepentirse.

Franke señaló en la sentencia, “Nunca dejaré de llorar por herir sus tiernas almas”, dijo Franke a sus hijos, añadiendo que, “Mi disposición para sacrificarlo todo por ustedes fue magistralmente manipulada hasta convertirla en algo muy feo. Tomé de ustedes todo lo que era suave, seguro y bueno”.

Pese a que las condenaron a 60 años, sólo estarán 30 años en prisión, ya que una ley de Utah limita la duración de las sentencias consecutivas. Además, se considerará su comportamiento mientras estén en la cárcel para determinar el tiempo que estarán ahí.