El creador de contenidos conversó con BioBioChile sobre su éxito en redes sociales y su popular forma de comunicar, convirtiéndose en una voz autorizada a la hora de elegir dónde comer.
En redes sociales existe una inmensa variedad de contenidos, pese a ello, la fórmula suele repetirse entre un influencer y otro, existiendo una manera de comunicar más transversal, universal y/o similar. Este no es el caso de Otakin, el autodenominado ‘anti-influencer’ que ha saltado a la fama, en los últimos meses, en la Región del Bío Bío con sus reseñas culinarias, logrando impactar a sus seguidores con su extrema sinceridad.
Hoy, su divertida forma de crear contenido le ha permitido dedicarse a tiempo completo a lo que más le gusta hacer; visitar restaurantes y dar su honesta opinión. En entrevista con BioBioChile, el protagonista de esta historia contó cómo se produjo el éxito de sus videos virales, los peligros de la sinceridad y sus próximos desafíos, entre otros detalles de su carrera como influencer.
“Estaba aburrido de hacer contenido común y corriente”
Con 33 años, el creador digital radicado en Hualpén no es una figura emergente en el mundo de las comunicaciones. Y es que, hace ya un par de años, Otakin -quien prefiere que lo conozcan por su nombre artístico- se ha dedicado a ser locutor y animador en distintos festivales dedicados a la comunidad geek, teniendo incluso espacios y programas en radios online. Una afición que fue profesionalizando a través del tiempo y que le permitió al también relacionador público cosechar su propio nicho de seguidores. Sin embargo, esto no era suficiente, asegurando que estaba aburrido de “hacer contenido normal”.
“La búsqueda viene desde hace mucho tiempo atrás. De hecho, mi primera reseña sincera fue hace dos años y sólo tuvo 30 likes, por lo que dejé el proyecto en pausa. En esa búsqueda de cómo poder pegar en redes sociales, volví a retomar esta sección, y le fue muy bien. Ya hace seis meses que ese contenido está viralizado”, puntualizó el influencer hualpenino a la presente redacción.
En ese sentido, Otakin explicó que su objetivo era cambiar la típica imagen del influencer “que encuentra todo rico y bonito”, ya que quería contar sus malas experiencias vividas a la hora de salir a comer, por lo que decidió convertirse en un ‘anti-influencer’.
“Si Nicanor Parra era un anti-poeta por tener otra forma de hacer poesía, yo soy anti-influencer porque tengo otra forma de comunicar. Unos seguidores comenzaron a llamarme así, como también me decían: ‘Otakin se come las mentiras’. Así nació el concepto”, detalló, haciendo hincapié también en que existen personas que confunden esta idea y creen erróneamente que es un “anti-influencers”.
Con varios videos que se han viralizado, al ver el contenido del comunicador hualpenino se puede apreciar un sello que lo distingue de los demás críticos culinarios de redes sociales. Si bien, su principal característica es la frontalidad y la coloquial (pero divertida) forma de expresarse, el propio Otakin señala las claves de su éxito: “Me distingo por ser de clase popular y cercano con la gente. A diferencia de otros, contesto todos los mensajes que me llegan, nunca he negado una foto y tengo la disposición a ayudar a locales pequeños sin ningún problema. La humildad es algo que me caracteriza, aparte de la sinceridad”.
“Mis visitas son totalmente orgánicas y sinceras. De hecho, cuando hay filas en los restoranes, pido que por favor me dejen hacerla cuando me reconocen. No quiero que me traten diferente. No es la idea”, revela, aunque sin pasar por alto los riesgos de bajarle o subirle el pulgar a distintos locales del Bío Bío.
Los peligros de la sinceridad y una nueva responsabilidad
A través de los años, ha existido un intenso debate respecto de la frase ‘no hay buena publicidad ni mala publicidad, solo publicidad’. Sin embargo, las sinceras reseñas de Otakin levantaron polémica en dos ocasiones que el propio protagonista cuenta en BioBioChile y reconocer que, a veces, son los mismos locales los que lo llaman y se arriesgan.
Otakin contó que su primer gran problema fue cuando en un restaurante de Concepción se enojaron por una reseña que se hizo muy viral. “Tanto el administrador del local como su círculo cercano, hicieron un mal manejo de gestión de crisis. Empezaron a comentar en el video, a mandarme mensajes e incluso, se consiguieron mi número para llamarme. Mucho hostigamiento”, develó el anti-influencer.
Por otra parte, una de las últimas reseñas de Otakin fue en un café para adultos de la Galería O’Higgins, un video que le trajo inconvenientes, aunque reconoce que era consciente de ello: “Otro problema que tuve fue con uno de mis últimos videos, aunque era consciente de aquello, ya que la competencia en ese rubro es muy fuerte. Pero no dejaré de hacer mi contenido por estos dos casos, ni tampoco andaré con miedo”.
El creador de contenidos le reconoció a la presente redacción que, al haber un arduo trabajo de ‘storytelling’ (arte de contar historias) detrás, lo más difícil es escribir el guion de cada reseña, entendiendo además que su viralización trae consigo una nueva responsabilidad.
“La gente me está creyendo y mi objetivo es mantener eso. Me causa alegría cuando la gente me escribe que siguen la ruta de Otakin y siento que tengo un paladar popular. Estoy agradecido de las personas que me siguen”, enfatiza el hualpenino, quien también deja un análisis de la escena gastronómica de Concepción y sus alrededores, definiéndola como “variada, creativa y jugada” y alabando la cantidad de buenos restaurantes que han abierto hace poco.
Estudios, nuevas secciones y canal de YouTube
Con casi 90 mil seguidores en Instagram y 75 mil en TikTok, además de existir aún muchos locales en el Bío Bío que no han pasado por la lupa de las reseñas sinceras, Otakin se mentaliza en profesionalizar su contenido y detalla a la presente redacción que se encuentra en conversaciones para realizar un curso enfocado a críticos culinarios en España, con el fin de que “no haya espacio para la crítica y que me digan: ‘¿quién eres tú para decir esto?"”.
Aun cuando su gran fuerte son sus espontáneas reacciones y honestas opiniones al momento de visitar un nuevo restaurant, el comunicador fanático de los animés no tiene en mente abandonar la función social que permiten las redes y, además de adelantar el lanzamiento de su próximo canal de YouTube que traerá capítulos más largos de sus reseñas, anunció a BioBioChile su próxima sección: ‘Hueás que no pagué’.
“Mi próximo gran objetivo es apoyar a las pymes. En esta nueva sección, voy a transparentar que muchos emprendimientos me han hecho llegar regalos y así, los probaré y les daré visibilidad”, prometió el creador digital.
Ya con varios virales en su haber y una importante base de seguidores, Otakin busca seguir haciéndose su propio camino en el mundo de las redes sociales, donde la reputación está constantemente en juego y la fama se encuentra a la vuelta de la esquina.
“Como hay gente que no entiende los memes, tampoco hay gente que me entiende a mí. También existen personas que les choca tanta grosería y yo siempre digo; existe el Mercurio y La Tercera, y yo, ¿quién vendría siendo? Entre La Cuarta y The Clinic. Siempre ha existido una forma popular de comunicar”, Otakin.