Le propuso a su presunto asesino a sueldo un “trabajo de demolición”. Ahora, enfrenta serias consecuencias judiciales.
Massimo Marenghi, de 56 años, elaboró un plan que en su cerebro sonaba bien: el de contratar a un sicario para asesinar a su esposa en Estados Unidos.
Con el presunto asesino a sueldo, habló de una operación que tenía nombre, le puso precio a la cabeza de la madre de sus hijos y hasta entregó información valiosa para dar con su paradero.
Sin embargo, la estrategia se le vino abajo desde el primer día de contacto con el que consideraba el autor material de su plan.
Una disputa de familia fue la causante de que un hombre perdiera mucho más de lo que pensaba ganar. Su vida, actualmente, está en manos de la justicia estadounidense y la de su ahora exmujer, afortunadamente a salvo, según la historia publicada en el periódico New York Post.
Un sicario para asesinar a su esposa: los “motivos”
En Massachusetts, la comunidad no sale de su asombro tras conocer la historia de uno de sus residentes, quien contrató a un sicario para asesinar a su esposa.
No obstante, cuando Massimo Marenghi echó a andar su plan, no pensó en las repercusiones, ni en lo que la sociedad diría. Lo único que quería era deshacerse de su cónyuge.
Las motivaciones eran, para él, motor del delito. Su esposa, con quien vivía una separación, acudiría a la justicia para mantenerlo a raya. De alguna forma éste se enteró y pensó en vengarse drásticamente de ella, sin pensar en sus hijos.
“Se quejó de que su esposa buscaba una orden de restricción en su contra”, dice el informe federal que hace oficial el caso.
El contacto con un “sicario” para asesinar a su esposa
Era enero de 2021 cuando Massimo Marenghi tuvo el primer contacto con el supuesto sicario para asesinar a su esposa.
No está claro cómo las autoridades le seguían la pista al sujeto de 56 años. Sin embargo, alguien los alertó de que éste buscaba a un asesino a sueldo.
Fue entonces que entró a escena el Buró Federal de Investigaciones (FBI), con una serie de seguimientos al sujeto, que escalaron en un encuentro de sus agentes, quien se hizo pasar por el hombre que Marenghi buscaba para ponerle fin a la vida de la madre de sus hijos.
La petición que le hizo al agente, disfrazado de sicario, fue que le ayudara a “eliminar” su problema. Discutieron el monto a cancelar por los servicios, el cual sería de 10.000 dólares (más de 8 millones de pesos chilenos).
La operación “Trabajo de demolición”
La conversación entre Massimo Marenghi y el “contratado” sicario para asesinar a su esposa, es para las autoridades federales una prueba irrefutable de lo que el sujeto estaba dispuesto a hacer para “eliminar” a su esposa.
A medida avanzaba el presunto acuerdo, el residente de Massachusetts le entregaba las coordenadas del objetivo. Es decir, la víctima. Esto ocurrió en una segunda reunión entre ambos.
Inicialmente, le ofreció una fotografía y dirección de la casa. En la descripción estaba incluido cómo evadir las cámaras de vigilancia de la vivienda.
Para saldar el resto del dinero (de los 10 mil dólares), Marenghi le dijo a su supuesto sicario que entre más rápido se llevara a cabo la operación “trabajo de demolición”, más expedito sería el pago.
Para facilitarle las cosas, le entregó también una fotografía de la mujer, número de la patente de su vehículo, horario de trabajo y, por si fuera poco, un cronograma de lo que éste creía era la fecha de entrega de la custodia de sus hijos.
El “mejor momento para que comiencen los trabajos de construcción”, aseguró en ese entonces.
En el acuerdo que Marenghi creyó afianzado, estaba un pago inicial de 1.500 dólares. Era el enganche para que el presunto sicario se interesara en concretar el trabajo.
La detención de Marenghi tras intentar contratar sicario para asesinar a su esposa
El agente federal encubierto escuchó lo suficiente para emprender, junto a sus compañeros, el arresto de un hombre que creyó estar contratando a un sicario para asesinar a su esposa.
En lugar de la operación “trabajo de demolición”, llegó la del arresto de Massimo Marenghi, quien fue esposado por los federales, recibiendo la noticia de que su “asesino a sueldo” era en realidad un agente en cubierto que desbarató su plan para atentar contra su todavía esposa.
Una vez tras las rejas y cuando fue oficializada su causa, Marenghi se declaró culpable, el pasado 16 de marzo, de contratar un asesino a sueldo, según un comunicado de la Fiscal Federal para el Distrito de Massachusetts.
El sujeto está a la espera de una sentencia, la cual se dictará el próximo 8 de junio. 10 años enfrenta por el cargo antes mencionado.
Si bien, este delito incluye tres años de libertad supervisada y una multa de hasta US$250.000, no se sabe cuál será la decisión judicial, tomando en cuenta la participación federal en toda la trama para detener el asesinato.