Una relación que la prensa rosa sitúa en casi dos décadas, un nombre construido de lo laboral a lo sentimental y una demanda millonaria, mantienen suspendido el martillo de un juez que determinará a favor de quién culmina a la causa, si es que la demandante la prospera como hasta hoy.
El martillo aún no se estrella contra la mesa, como cuando solía hacerlo al gritar “Caso Cerrado”. No, al menos, en el litigio judicial que ahora le toca afrontar desde el banquillo de los acusados.
Ana María Polo es cubana de nacimiento, radicada en Estados Unidos, cuya popularidad le llevó décadas en ser construida y masificada desde el territorio que la recibió como a otros cubanos.
De la oportunidad nació el amor. Al menos eso es lo que indica la prensa rosa. Y, hablando de décadas, eso es lo que habría durado la relación con su ahora demandante, identificada como Marlene Key.
Si la mujer le hizo honor a su apellido, a la hora de tener la llave de su corazón, hoy mantiene a Polo encerrada en una encrucijada judicial por una millonaria suma, todo por el nombre de un show que habrían construido de lo profesional a lo personal.
Han pasado varios meses desde que se conocieron las intenciones legales de Key contra la conductora. No obstante, ella persiste en sus demandas económicas, demostrando que del amor al odio hay un solo paso y puede extenderse a un camino de batallas legales.
Los orígenes de una relación laboral que llegaría a amorío
Antes de escuchar a la enérgica Dra. Polo, gritar “Caso Cerrado”, retumbando en la pantalla de los televidentes, tuvo un pasado laboral menos lucrativo y famoso.
Fuentes en México, como El Heraldo, han remembrado los inicios de su carrera, de la mano de una figura clave: Marlene Key.
El referido medio, consignó que la mujer era la productora de Polo, desde que el programa de televisión en el que se resolvían casos, se llamaba “Sala de parejas”.
Lo irónico de la situación tiene que ver con el hecho de que la creciente carrera de una popular conductora creció en paralelo con una relación de pareja entre ella y Key. Esto, por casi dos décadas y sin imaginar que la ruptura sería mucho más que sentimental.
Con la aceptación de Polo en el público, más allá del estadounidense, y el vínculo amoroso entre ambas, nació el nombre “Caso Cerrado” (2005), una creación que las uniría como nunca, pero las separaría para siempre.
Antes de ese cierre, medios como Infobae, publicaban en 2017 la supuesta relación.
Pese a esto, Polo se negó a hablar de eso o más de su vida privada en conversación con People en Español.
“Hay otras cosas que no tengo que compartir: mi vida amorosa, mi vida íntima”, aseguró. Posteriormente se supo que con el quiebre de la relación amorosa, evidentemente se generó una fisura irreparable en lo profesional.
La ruptura que abrió heridas y aún no es “Caso Cerrado”
Cinco años han pasado desde que Ana María Polo y Marlene Key acapararon portadas por su presunto romance, confirmado más que en íntimas fotografías que se filtraron a la prensa.
Sin embargo, a principio del 2020 y en plena pandemia, vino el remezón que puso a la Dra. Polo, acostumbrada a liderar el estrado, a ser llamada a este para defenderse en un litigio en su contra.
Y es que Marlene Key, con quien la relación se volvió un ‘Caso Frío’, la demandó por 2 millones de dólares, asegurando que el nombre “Caso Cerrado” era de su propiedad.
¿Cómo se llegó a tal dilema? Cuando Ana María Polo hizo público su diagnóstico de cáncer de mama, según Key, recibió de la misma conductora los derechos del nombre del show internacional.
“Estoy reclamando una división equitativa del negocio. El nombre Caso Cerrado es mío pero le otorgué la licencia a Telemundo. Actualmente, la licencia de ese nombre la tiene Telemundo”, confirmó posteriormente Marlene Key.
Según amigos en común de la expareja, identificados como Erich Concepción y José Antonio Orta, la disputa por el nombre del show televisivo, su cuenta bancaria en común y las diferencias en plena producción del programa, acabaron por llevar las cosas a tribunales.
El silencio de la protagonista de “Caso Cerrado”
Manteniéndose fiel a su filosofía, Ana María Polo, no declaró nada al respecto, tras conocerse que su expareja y exproductora de “Caso Cerrado”, la demandó por una millonaria suma.
Medios en Suramérica, como el colombiano Semana, hicieron eco de la reciente actualización del estado de la demanda de la Dra. Polo, lo que continúa vigente, pero sin especificar la etapa judicial por la que transita.
Desde que el show televisivo tuvo su último capítulo el pasado 10 de diciembre de 2019, debido a la pandemia, la conductora de origen cubano comentó que el fin del mismo se debió a que “se había estancado. Ya no había nada novedoso para presentar”.
De su ascenso en la pantalla chica, a consolidarse a nivel internacional, han pasado 18 años y muy pocos detalles, viniendo de una mujer que ventiló-aparentemente-la vida de muchas personas. Aunque todos sabemos, a estas alturas, que se trató de un desfile de actores que mantuvieron al filo de la atención a muchas personas adeptas al show.
En la actualidad, y a la espera de un desenlace judicial, Ana María Polo se dedica a otro programa: “Dra. Polo investiga”.
La producción inició hace exactamente un año en Florida y no ha gozado del éxito de su anterior programa, pero en medio de los rodajes, la mujer se dedica a temas sociales como promover la igualdad de las personas y las donaciones en favor de los pacientes de cáncer.
Todo es un conjunto de factores que, metafóricamente hablando, mantienen el martillo suspendido en el aire, antes de ser azotado por el juez de la causa, quien dictaminará cuando todo se vuelva un “Caso Cerrado”. Sin embargo, por hoy, su expareja Marlene Key, que persevera en la demanda, sigue teniendo la llave al respecto.