“Me siento demasiado solo”. Con esas palabras, el influencer colombiano Mauricio Gómez, conocido como La Liendra, que tiene más de cinco millones de seguidores en su cuenta de Instagram, dio a entender sus problemas emocionales.
Así, el joven de 20 años dejó en claro que las redes sociales de quienes las utilizan pueden ser muy distintas a la realidad. Colgó un video en su cuenta en el que, en medio de lágrimas, celebró su cifra de admiradores y reveló su drama.
“Muchísimas gracias a todos ustedes por estar siempre ahí, gracias por los cinco millones de seguidores, es demasiada gente, demasiado trabajo, me felicito a mí mismo, pero sigue siendo un número virtual, sigue siendo un número más, son cinco millones en redes, pero me siento demasiado solo”, dijo.
“En este mundo si se te acerca alguien piensas que es por tus seguidores, te vuelves muy desconfiado, digamos que este mundo de la fama te vuelve otra persona. Me hace mucha falta mi barrio, mis amigos, mi familia”, agregó.
No obstante, luego mostró una apariencia más alegre y aseguró que continuaría en la búsqueda de sus sueños.
En un artículo publicado por la revista Vogue en el que tratan el caso de la bloguera de más de 4,5 millones de seguidores, Aimee Song, quien confesó que lo más complicado de su trabajo era “fingir que siempre está contenta”, psicólogas explicaron cómo funciona la mente con las redes sociales.
“Cada vez es mayor el número de personas que están demasiado conectadas a redes sociales de diferentes tipos y, a la vez, muy desconectadas de sí mismas”, explicó Sara Noheda, experta de la Escuela Europea de Transformación Emocional.
Lucía Morales, de la misma institución, añadió que “la vulnerabilidad (a la dependencia de las redes) está más en función de factores de riesgo personales y sociales como pueden ser, por ejemplo, la baja autoestima, la necesidad de aceptación, necesidad de pertenencia a un grupo”.
Noheda cerró detallando que esto se origina porque la dependencia “provoca que las personas puedan sentirse irrascibles, nerviosas y frustadas por no obtener sus deseos (que le den un like a sus publicaciones, por ejemplo) o por el contrario experimenten una falsa euforia porque han obtenido buenos resultados en sus publicaciones de forma puntual”.