A un centenar de kilómetros de los rascacielos y el frenesí de Dubái, la nueva moda en el emirato es practicar el “glamping”, una mezcla de campamento y glamour con instalaciones de lujo entre desierto y montañas rocosas.
En Hatta, cerca de la frontera con Omán, Mohamed al Kaabi disfruta con sus amigos de una puesta de sol en la tranquilidad del desierto.
El joven, de 27 años, forma parte del cada vez más numeroso grupo de personas atraídas por las vacaciones en el desierto pero con todas las comodidades de la vida moderna.
“Este lugar está lejos de las ciudades y los rascacielos”, señala Kaabi, vestido con una túnica blanca.
“La tradición de acampar es muy popular en Emiratos Árabes Unidos, pero cuando se quiere llevar a la familia es un poco complicado”, añade. “Aquí, la seguridad está garantizada”.
Los emiratíes suelen acampar durante el invierno, cuando se acaba el agobiante calor del verano. Los turistas y los inmigrantes también son cada vez más adeptos a la tranquilidad del desierto, lejos del ajetreo de las ciudades.
En su apuesta por el turismo, además de los sectores inmobiliario y de servicios, Dubái propone a sus residentes y visitantes una oferta infinita, desde los hoteles de lujo hasta el “glamping” (una mezcla de ‘glamour’ y ‘camping’), una tendencia de moda en muchos destinos turísticos mundiales.
Fuego de campamento y baño privado
El emirato recibió en 2018 la cifra récord de 15,92 millones de turistas, muchos de ellos atraídos por sus centros comerciales, sus hoteles de lujo y sus playas de arena fina. Y apuesta por llegar a los 20 millones de visitantes en 2020, cuando será sede de la Exposición Universal.
El emplazamiento de Hatta, con su represa y su montaña desértica, ofrece el decorado ideal para la nueva oferta turística de “glamping”. Cerca de la represa los turistas pueden elegir entre caravanas o chalés de cinco estrellas con todo el lujo que uno pueda imaginar.
Sentado delante de una caravana, Yamil Fahmi, un saudita instalado en Dubái, está encantado con la opción del “glamping”.
“Es divertido, se puede hacer un fuego de campamento, pasar el tiempo con amigos […] y dormir en una habitación con cama y baño privado”. “Es fantástico cocinar junto a un fuego de campamento […] y poder retirarse cuando se desee a su habitación”, considera.
El área de Hatta abrió sus puertas en octubre y propone cómodas habitaciones a partir de 400 dirhams por noche, unos 105 dólares.
Cinco estrellas
En 2018, Dubái tuvo que enfrentarse a una ralentización del mercado inmobiliario, con una oferta superior a la demanda, a lo que se sumó una caída del precio del petróleo, que apenas representa un 6% de los ingresos del emirato. Pero el turismo, pilar esencial de la economía local, resistió bastante bien, aun cuando el crecimiento del número de visitantes fue menor.
Hatta no es el único punto de “glamping” del emirato. También hay otros complejos concebidos a partir de cursos de yoga, de observación de estrellas o de deportes acuáticos como el kayak.
Para Jay, un británico de 37 años que vive en Dubái desde hace 10, el “glamping” es una nueva experiencia.
Cuenta que ya vino a Hatta para hacer kayak y vivió experiencias fuertes al probar la tirolina del lugar, de una excepcional longitud de 350 metros.
“Se puede disfrutar del aire libre y de la naturaleza, hacer una barbacoa y después deleitarse con una buena ducha…”. “No es un hotel cinco estrellas, sino un camping cinco estrellas”.