Al hablar de Medellín una de las primeras cosas que se viene a la mente es Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Y tiene sentido, ya que esta organización criminal fue una de las más poderosas durante parte de las décadas del setenta, ochenta y noventa, llegando a ser conocida internacionalmente. Además, series como Narcos, han contribuido a mantener viva la figura de Escobar.
Sin embargo, esta ciudad colombiana quiere dejar atrás la época en que era una de las más peligrosas y destacar sus avances en seguridad e innovación.
Así es como mientras a principios de los noventa era catalogada como “la ciudad más violenta del mundo”, en 2013 fue designada como la más innovadora de todo el globo al ganar el concurso City of the Year, organizado por The Wall Street Journal y Citigroup. Posteriormente, en 2017 recibió un nuevo reconocimiento, esta vez de parte de la agencia de innovación australiana 2ThinkNow.
Actualmente la capital del departamento de Antioquia es un destino turístico para el mundo entero. Luis Bombiela, gerente general de Marriott en la zona, explicó a BioBioChile que la ciudad ya no quiere saber nada de Pablo Escobar ni del Cartel de Medellín y enfatizó que “el gobierno local ha hecho una campaña muy grande para erradicar esas ideas que traen los turistas (…). Eso para la ciudad de Medellín es pasado y el presente es la innovación, el turismo, la belleza de la ciudad, la cultura. Eso es lo que queremos presentar frente al mundo”.
Si bien de Medellín y los lugares de la ciudad que ameritan ser visitados se podrían escribir cientos de páginas, en esta nota sólo les contaremos acerca de cuatro de ellos: el Metrocable, el Pueblito Paisa, la Comuna 13 y la Plaza Botero.
Metrocable
A diferencia de otras ciudades del mundo, Medellín utiliza teleféricos como parte de su sistema público de transporte y no sólo para el turismo.
Es así como el Metrocable funciona de forma integrada con el Metro, el Metroplus (buses alimentadores) y el Tranvía. Y no sólo eso, ya que está destinado a conectar a los sectores donde viven las personas de menos recursos con el centro de la ciudad.
El Metrocable cuenta con cuatro líneas terminadas y una que lleva un gran porcentaje de avance. Sólo una de ellas funciona con fines turísticos: se trata de la que va al Parque Arví, que cuenta sólo con una estación y el viaje tarda 19 minutos sobre el bosque.
La tarifa máxima por un viaje es de 3.540 pesos colombianos (equivalente a poco más de 700 pesos chilenos), según el detalle publicado por el Metro de Medellín.
Mauricio Salazar, guía turístico de Papayote Travel, relató a BioBioChile que antes de que empezara a funcionar el sistema integrado se creó la “Cultura Metro”. “Habían personas con letreros donde decía ‘Cédale el puesto a los niños, a las personas mayores’, ‘no empuje’, ‘espere a que salgan para que puedan entrar’ y así sucesivamente. Entonces esto concientizó a las personas y cuando hicieron el metro, ya la gente quería a su metro y sabía cómo comportarse”.
Salazar agregó que durante los viajes se suelen reiterar por alta voz este tipo de mensajes y destacó que “no se ve a la gente comiendo ni tirando papeles al piso. Es todo muy limpio”.
Este sistema de transporte fue reconocido como ejemplo de innovación en 2014, en un concurso organizado por Innovamérica y patrocinado por el Banco de Desarrollo de América Latina.
Pueblito Paisa
El Pueblito Paisa es una réplica de un tradicional pueblo antioqueño, ubicado en la cima del Cerro Nutibara.
Desde el lugar se puede observar la ciudad de Medellín, sus principales edificios y sus típicas construcciones de ladrillo.
Algunas de las puertas y ventanas utilizadas para edificar la representación fueron traídas desde El Peñol, un pueblo que fue destruido e inundado para construir un embalse hidroeléctrico, relató Mauricio Salazar.
En el centro del pueblo hay una pileta y a su alrededor se encuentran las construcciones, que destacan por sus colores fuertes y sus techos altos para controlar el calor. Además hay una parroquia, lugares para comer y tiendas de souvenirs.
Una de las casas, que cuenta con un patio interior, tiene cada una de sus habitaciones ambientada en el estilo de principios del siglo XX.
Comuna 13
La Comuna 13 fue una de las zonas más peligrosas de Medellín. A finales de los años 70, diversas familias iniciaron lo que en Chile llamamos “tomas” y que en Colombia se conocen como “invasiones”.
La comuna llegó a albergar al menos 19 barrios, en los que prontamente comenzaron a surgir bandas de delincuentes que tomaron el control de gran parte del lugar. Luego, a partir de la década del 90, en la zona empezaron a hacer presencia milicias urbanas del ELN y de las FARC, entre otras, que expulsaron a las bandas y tomaron el control. Posteriormente en el año 2000 llegaron grupos paramilitares, que intentaron expulsar a las milicias, detalla el intendente de la Policía Comunitaria, Yoni Alexander Rendon, en su libro Comuna 13 de Medellín: El drama del conflicto armado.
Los enfrentamientos, secuestros y homicidios eran pan de cada día para los habitantes de la comuna. Fue así que el 16 de octubre de 2002, el entonces presidente Álvaro Uribe ordenó un operativo denominado Operación Orión, que buscaba terminar con la presencia de agrupaciones delictuales organizadas en la zona, pero que fue cuestionada por la gran cantidad de víctimas civiles y desaparecidos.
Tras la Operación Orión, la fuerza pública se posicionó en la Comuna 13 y además se envió a la zona a un grupo de policías comunitarios que desarrollaron programas de seguridad y convivencia ciudadana.
En 2011 fueron inauguradas las escaleras eléctricas públicas, que facilitaron el traslado de los vecinos del barrio “Las Independencias” de la comuna, que se encuentra en un sector escarpado, y también abrieron las puertas al turismo, además de ser un ejemplo de innovación e integración.
La escalera tiene 384 metros y está dividida en seis secciones, entre las cuales es posible acceder a los diversos negocios de comida y artesanías creados por los vecinos de la comuna.
Otro aspecto interesante del lugar son sus murales, conocidos como Grafitis, a través de los cuales se dan a conocer acontecimientos ocurridos en el lugar.
Uno de ellos muestra a tres elefantes, un búho y un águila con pañuelos blancos y lágrimas en sus ojos, los cuales recuerdan una balacera en la cual murió un niño. El guía turístico Mauricio Salazar, detalló que al percatarse de que un menor había sido alcanzado por las balas, una mujer comenzó a agitar un pañuelo blanco para poder acercarse a auxiliarlo y otros vecinos la imitaron y por ese día se detuvo el enfrentamiento.
Si bien gran parte de los murales son efectuados por graffiteros de la zona, también han llegado artistas desde otros lugares y tras pedir permiso han podido pintar.
Plaza Botero
La Plaza Botero está ubicada frente al Museo de Antioquia y en ella se encuentra el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, que destaca por su arquitectura y que fue declarado Monumento Nacional en 1982.
En los 7.000 metros cuadrados que conforman la plaza están distribuidas 23 esculturas de bronce, realizadas por el artista Fernando Botero, quien nació en Medellín.
Estas esculturas se caracterizan por su volumen y apariencia robusta. Entre ellas destacan: Hombre Vestido, Perro, Gato, Caballo, Soldado Romano, Mujer y Hombre Caminante.
Para construir la Plaza Botero fue necesario comprar y demoler una manzana de inmuebles, y los trabajos para acondicionar el espacio fueron realizados entre 1999 y 2000, año en que fue inaugurada su primera etapa, consigna el portal del Museo de Antioquia.
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Bonus: Charlas TED
TED es una organización sin fines de lucro dedicada a difundir y compartir ideas, en la forma de pequeñas charlas, que buscan crear cambios positivos alrededor del mundo. Para ello brinda apoyo transformacional a científicos, artistas, empresarios, inventores y empresarios, entre otros.
Una alianza efectuada entre TED y Hoteles Marriott, que en 2017 abrió sus puertas en la ciudad, entrega la posibilidad de que tanto habitantes como personas que se encuentran de paso en Medellín puedan participar en sus charlas.
Si bien, se requiere de una invitación para asistir, el sólo hecho de que en la ciudad se efectúen este tipo de eventos contribuye a la innovación que busca potenciar Medellín.
Diana Plazas, vicepresidenta de Marca, Mercadeo y Digital de Marriott, afirmó que esta experiencia comenzó a efectuarse en México, luego se realizó en Chile, en Bogotá y ahora se sumó Medellín. “Los comentarios han sido geniales, porque es un acceso a ver a estos TED Fellows, que no se tendría de otra forma”.
Además destacó que se efectúan las charlas en un espacio privado -a las que asisten periodistas, huéspedes del hotel y personas que viven en la ciudad- y en las que los expositores hablan acerca de cómo viajar les ha ayudado a explorar su área de estudio.