Científicos propusieron una nueva clasificación de diabetes estimando que existen cinco formas diferentes y no dos como se conocía actualmente, lo que puede según ellos permitir afinar los tratamientos.
Actualmente este trastorno de asimilación de azúcar por el cuerpo está clasificado en dos categorías.
La diabetes de tipo 1 (alrededor de 10% de los casos), que aparece generalmente de manera brutal en los niños o jóvenes adultos, es caracterizada por una producción insuficiente de insulina. Esta hormona secretada por el páncreas permite mantener el equilibrio de la tasa de glucosa en la sangre.
La diabetes de tipo 2 (casi el 90% de los casos) corresponde a un alza prolongada de la tasa de azúcar en la sangre, asociado a menudo con la obesidad y los modos de vida (sedentario, alimentación desequilibrada).
Los autores de un estudio sueco publicado por la revista especializada Lancet Diabetes & Endocrinology proponen afinar esta clasificación instaurando cinco categorías, tres severas y dos más benignas.
“Es un primer paso hacia el tratamiento personalizado de la diabetes (…). La clasificación actual no es suficiente para predecir las complicaciones que pueden presentarse”, estimó uno de los autores del estudio, Leif Groop, de la universidad de Lund.
Para llegar a estas cinco categorías, los investigadores analizaron los datos de 13.720 pacientes desde 2008, analizando su producción de insulina, su nivel de azúcar en la sangre o la edad en la que apareció la enfermedad.
La primera de estas cinco nuevas categorías corresponde a la diabetes de tipo 1. Las otras cuatro son subdivisiones de la dibates de tipo 2, cada una con sus características particulares.
Una de ellas se caracteriza por un riesgo más grande de retinopatía (enfermedad de la retina que afecta a casi el 50% de los diabéticos de tipo 2). Otra concierne los pacientes obesos y se caracteriza por una importante resistencia a la insulina, con un riesgo elevado de afección renal.
Las dos últimas categorías, menos severas, reagrupan a pacientes obesos que desarrollan la enfermedad a una edad temprana para la primera, y pacientes de mayor edad para la segunda (el grupo más importante, un 40% de los pacientes).
Un adulto de once en el mundo (425 millones) padece diabetes, es decir 10 millones más que en 2015, según cifras publicadas a mediados de noviembre por la Federación Internacional de Diabetes (FID).