Sin duda que la infancia es una de las etapas de la vida de los seres humanos de mayor importancia.

Los expertos señalan que un trauma sufrido a temprana edad puede interferir de alguna forma con el desarrollo normal de la persona.

Asimismo, algunos estudios muestran que “las experiencias adversas en la infancia” pueden ser asociadas con un alto riesgo más tarde de padecer enfermedades como alta presión arterial, obesidad, así como condiciones crónicas asociadas a personas mayores, como enfermedades cardiovasculares.

Donna Jackson Nakazawa, autora de variadas publicaciones sobre relaciones familiares, propone 4 maneras para que una persona pueda recuperarse de una infancia complicada.

1- Escribir

Una buena idea es escribir sobre los problemas que el sujeto experimentó durante su niñez, usando una técnica que los psicólogos llaman “escribir para sanar”.

James Pennebaker, profesor de psicología de la Universidad de Texas, imparte esta disciplina, en la que demuestra los efectos de la escritura como método de sanación.

“Durante los próximos cuatro días, escribe tus emociones más profundas y pensamientos respecto a los trastornos emocionales que han influenciado tu vida. En el texto, explora todos los hechos y cómo te han afectado. Puedes unir esta experiencia a tu infancia, la relación con tus padres, personas a las que amaste y a las que amas. Escribe de manera continua por 20 minutos diarios”, sostiene el especialista.

2- Meditación

Los individuos que practican técnicas de meditación y de sanación de la mente experimentan un aumento de la materia gris en algunas partes del cerebro que pueden estar dañados por experiencias traumáticas de la infancia. Además, produce cambios en los genes que regulan la respuesta al estrés fisiológico.

Una de las nuevas formas de meditación que poco a poco ha ido ganando popularidad es Mindfulness. Esta práctica significa ser consciente del momento presente, sin tratar de controlarlo, estando concentrados en el momento presente y en cada uno de sus detalles, lo que muchas veces no percibimos debido al estrés que envuelve nuestra forma de vivir.

Para conocer más detalles respecto a esta técnica de meditación, puedes visitar el siguiente enlace.

3- Yoga

El yoga es un ejercicio que ayuda a armonizar la vida cotidiana y, por lo tanto, se convierte en una excelente herramienta para la calma y la concentración en el mundo escolar y laboral.

De acuerdo a algunas investigaciones, el yoga permite incrementar el flujo de sangre en el lóbulo frontal y la corteza prefrontal, lo que ayuda a la reacción ante el estrés con una sentido de ecuanimidad.

4- Terapia

De acuerdo al reconocido maestro budista Jack Kornfield, los efectos de los traumas generados en la infancia pueden ser más grave de lo que parecen, por lo que en esos casos recomienda acudir por ayuda profesional.

Los problemas emocionales que nacen durante la infancia pueden quedar como traumas que se arrastren hasta la vida adulta. Se debe prestar especial atención a los sentimientos negativos ya que estos factores demuestran que no se ha trabajado en el origen del problema.

En tanto, un estudio publicado en 2012 sostiene que los niños desatendidos o que sufrieron traumas en la infancia tienen tres veces más riesgo de sufrir derrames cerebrales en su vida como adultos.