Fue a fines del siglo XIX cuando el imperio británico puso sus ojos en Kenia. Necesitaba crear un puente industrial de ferrocarril que le permitiera un tránsito más expedito por sus territorios en África. No obstante, esta obra estuvo en peligro por un lapso de nueve meses, los villanos eran dos leones conocidos como “devoradores de hombres”.
La historia está vigente hasta nuestros días debido a que nadie ha logrado explicar por qué esos animales tuvieron una fijación especial con la carne humana. Por esos años, se les culpó de la muerte de unos 135 obreros de la localidad de Tsavo, haciendo peligrar el éxito de esta obra.
Fue a fines de 1897 cuando las autoridades británicas idearon un proyecto para crear un puente de ferrocarril sobre el río Tsavo (Kenia), el objetivo era conectar este país con Uganda y apurar las exportaciones de marfil hacia Europa.
Para llevar a cabo esta misión fue designado como jefe de obras el ingeniero militar inglés John Henry Patterson, quien también se desempeñaba como cazador en tierras africanas.
Además, para construir esto fueron reclutados cerca de 1.000 trabajadores de origen Collie (nativos de Kenia), quienes armaron un campamento junto al río para dedicarse de lleno a la construcción de la obra.
Según el libro Los fantasmas de Tsavo, del autor estadounidense Philip Caputo, las obras del puente se desarrollaban de manera normal hasta marzo de 1898, cuando se dio aviso de que dos leones habían atacado y devorado a dos obreros durante una noche.
Patterson y las autoridades no dieron mayor atención a este hecho y decidieron continuar con la obra, pero los ataques nocturnos comenzaron a ser una constante. La situación comenzaba a tornarse peligrosa.
Dentro de las memorias del ingeniero, se estipula que él intentó persuadir a las autoridades inglesas para que detuvieran las obras por un tiempo para dar caza a los animales, pero ellos negaron a esta opción y ordenaron continuar, el puente debía estar finalizado a fines de ese año.
En su libro, Patterson estipuló que los leones mataron a 135 trabajadores entre marzo y diciembre. En ese momento, la construcción del puente dejó de ser una prioridad.
De acuerdo a un reportaje del medio español ABC, el ingeniero se obsesionó con cazar a los dos leones e ideó una serie de trampas para llamar su atención y dispararles con su rifle. Su plan tardó semanas en dar resultados.
Nace una leyenda
Según el citado medio, para las tribus de etnia Taita resultaba incomprensible el comportamiento que habían mostrado los animales, ya que los humanos no formaban parte de la dieta de ellos.
Es por eso que los habitantes locales llegaron a decir que los felinos eran enviados del demonio para acabar con la colonización de la zona. Los bautizaron como el “fantasma” y la “oscuridad”.
De acuerdo a la revista Live Science, los leones de Tsavo se caracterizan por no poseer la melena característica de estos animales, además de tener como comida preferida los búfalos y ñus.
Es por eso que, en aquellos años, fue imposible saber las causas de esa matanza, pero las cartas estaban echadas y el Imperio abogaba por dar un final a la obra.
En sus memorias, Patterson indicó que logró matar al primer león el 9 de diciembre de 1898. Para lograr eso trepó en un árbol y atrajo al animal dejando restos de sangre humana alrededor de su posición.
El segundo fue muerto veinte días después por el mismo cazador, quien utilizó la misma técnica para atraerlo y darle un tiro certero desde la altura. La pesadilla había acabado.
Si bien la obra pudo continuar sin otros contratiempos, los trabajadores no pudieron recuperarse de las muertes que sufrieron otros obreros, por lo que muchos decidieron dejar la faena de propia voluntad.
Las tribus Taita continuaron insinuando que los espíritus del “fantasma” y la “oscuridad” seguían asechando esa zona de Kenia, llegando a decir que el lugar estaría maldito para siempre.
Es por eso que la compañía a cargo de la obra debió llevar empleados incluso desde Inglaterra. Finalmente, el puente estuvo finalizado a mediados de 1899, aunque con muchas polémicas.
Actualmente, los cuerpos disecados de los dos leones están en exhibición en el Museo Field de Historia Natural de Chicago (Estados Unidos). Ambos han sido sometidos a diversos estudios para explicar su comportamiento.
¿Por qué actuaron así estos dos leones?
Más allá de las historias que elevan este relato a la categoría de mito, en los últimos años se han elaborado estudios para intentar explicar el comportamiento de los dos leones.
El científico e investigador del museo Field de Chicago Bruce D. Patterson (que no es pariente de John Patterson) elaboró un estudio en el que revela conclusiones algo sorpresivas.
En su documento, que fue publicado en la revista Scientific Reports, y replicado por Gizmodo, el biólogo explica que el estado de la dentadura de esos dos leones era malo, por lo que estaban debilitados para cazar animales grandes.
Para llegar a esa respuesta, el investigador comparó el estado de las dentaduras de los 2 animales con otras especies de la zona de Kenia, indicando que había lesiones internas que les imposibilitaban atacar a presas que fueran más pesadas que ellos.
“Los leones matan con los dientes, pero si no puedes matar un búfalo es mejor que no te acerques a él porque puede matarte a ti. La llegada de 3.000 trabajadores del ferrocarril probablemente fue recibida con auténtico entusiasmo por los leones”, explicó.
Si bien esta conclusión puede ser apresurada, según Bruce Patterson el inicio de esta obra coincidió con un brote de peste bovina que mató a gran cantidad de búfalos de la zona en 1898, por lo que el alimento para los leones era escaso.
Otro estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de California, entregó en 2017 nuevos antecedentes sobre la forma de actuar de los felinos, indicando además que las víctimas no fueron tantas como las informadas en el siglo XIX.
Nathaniel J. Dominy, profesor de dicha universidad, indicó en la revista Proceedings que analizaron las dentaduras, restos óseos y muestras de pelo de los animales, determinando que en total habían devorado a 35 personas entre ambos.
El informe sostiene que uno de los dos leones mostraba más interés en la carne humana que el otro, aunque entre los dos hacían un muy buen equipo de caza. Se estima que uno de ellos mató a 24 personas y el otro a 11.
“La idea de que formaran equipo a pesar de sus distintas preferencias en la dieta es algo que nunca antes se había visto”, destacó el director de la investigación.
Por otra parte, en el documento hubo un ítem que concordó con la conclusión del estudio desarrollado por Bruce Patterson. Este también destacó que los animales tenían su dentadura muy desgastada y con severas lesiones, por lo que no habrían podido atentar contra presas de mayor tamaño.
Cabe señalar que toda esta historia fue llevada al cine en 1996, en una película que se llamó The Ghost and the Darkness (Fantasma y oscuridad). En aquel entonces, Val Kilmer fue quien personificó al coronel Patterson.