El éxito de las películas El Conjuro I, El Conjuro II y Anabelle, se ha debido en gran parte a que se presentan como historias inspirados en hechos reales, obtenidos de los expedientes de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren. Y ahora, la misma intriga surge con la precuela La Monja, dirigida por Corin Hardy.
Dejando a un lado el toque de dramatismo que agrega la industria hollywoodense, la película La Monja de la saga El Conjuro también toma como referencia hechos reales, pero no es una copia lo suficientemente fiel de lo que realmente ocurrió.
En una entrevista de la revista norteamericana Esquire a Tony Spera -yerno de los Warren y encargado de su Museo-, se descubrió que el fantasma de ‘La Monja’ se asemeja a una monja espectral que Ed y Lorraine aseguran haber encontrado en un viaje a la ciudad de Borley en el sur de Inglaterra en 1970. Los investigadores se sintieron atraídos al escuchar que en una iglesia de la ciudad ocurrían eventos misteriosos, como campanas que sonaban solas, rumores de un monje sin cabeza, y una monja fantasmagórica que supuestamente perturbaba las noches de los que allí habitaban.
Acompañados de un grupo de fotógrafos, los Warren iniciaron su búsqueda por capturar evidencia de espíritus, y la habrían encontrado. Se trataría de una monja que habría sido enterrada viva en las paredes de ladrillos del convento como castigo por una aventura con un monje. “Siento la presencia de una monja en esta iglesia”, habría dicho Lorraine cuando entraron en la iglesia alrededor de la medianoche, según Spera.
Spera indica que pudo haber sido la monja de Borley aquella presencia que inquietó a Lorraine al ser consultado sobre si esa experiencia inspiró el relato de la película. “Creo que Hollywood toma retazos de distintas historias y los une, no podían inventar la película desde la nada”, afirmó.
¿Y de dónde sale el demonio Valak?
Warner Bros ha indicado a varios medios que sus cineastas no están disponibles para declarar, sin embargo, diarios como Mirror de Reino Unido han hecho sus propias averiguaciones. Allí señalan que el libro The Lesser Key of Solomon describe a Valak (también es llamado Valac, Ualac, Valu, Volac, Doolas, Volach) como el gran líder del infierno, quien comanda 38 pequeñas legiones de demonios.
Se asemejaría a un niño con alas de ángel montado sobre un dragón de dos cabezas, domador de serpientes y si bien nunca ha sido relacionado directamente con monjas o sacerdotes, como todo demonio -según la película- se alimenta del engaño, por lo que puede cambiar de forma.
Aparentemente, tal como declaró Tony Spera, la película es una mezcla de un demonio mitológico y una experiencia verdadera de los Warren.
La idea de la película surge -según la revista neoyorquina Newsweek– después de un comentario de Lorraine al director de la saga El Conjuro James Wan, donde reveló que fue seguida por un espíritu que ella describió como “un vórtice más oscuro que la noche, un torbellino maligno”. El director, al escuchar las palabras de Lorraine, recuerda: “Oh, este va a ser un personaje de la saga”.
“Así que, en cierto modo, me tomó un tiempo centrar en mi cabeza esta visión. Y finalmente llegó de una manera muy orgánica. Debido a que es una visión demoníaca la que la atormentaba, que la atacaba y quería algo, atacar su fe. Algo que pondría en peligro la seguridad de su esposo. Y así finalmente fue cómo la idea de esta imagen muy gráfica de un icono sagrado se consolidó en mi cabeza”, aseguró Wan.
La película, ambientada en Rumania, fue grabada en una locación real y muestra el caso de una joven monja que se suicida, lo que da paso a una investigación dirigida por un sacerdote con un pasado tormentoso junto a una novicia a punto de tomar sus votos.
Cabe destacar que Ed Warren murió en 2006 tras sufrir un accidente cardiovascular, mientras que Lorraine sigue viva a sus 91 años padeciendo varios problemas de salud.