El gobierno chino busca montar un nuevo “prodigio nacional” tras la creación del puente más ostentoso del mundo, el cual es construido sobre el mar para unir las zonas de Hong Kong y Macao con una extensión de 55 kilómetros. Sin embargo, su elaboración también ha causado problemas para ingenieros, obreros y autoridades.
La agencia china de noticias Xinhua estimó que el costo total de esta monumental obra fue de 12.000 millones de euros, sosteniéndose sobre 420 mil toneladas de acero, con las cuales se podrían construir hasta 60 ejemplares de la torre Eiffel.
Además de estar cimentado sobre gigantes pilotes que se levantaron sobre el mar, este ducto posee un túnel submarino de 6.7 kilómetros de extensión, el cual fue una pesadilla para ingenieros y obreros, al tener que sellar herméticamente 80.000 toneladas de tuberías bajo el mar.
Una vez que esté finalizado, se espera que su inauguración sea inmediata durante las próximas semanas. Según consigna la cadena de estadounidense de noticias ABC, los retrasos fueron evidentes en los últimos meses e incluso hubo acusaciones contra técnicos del proyecto.
En el último escándalo que “sacudió” a la obra, se acusó a 19 técnicos de un laboratorio de falsificar informes sobre la calidad del cemento de dicho puente. A esta situación se sumaron algunos hechos de corrupción y accidentes laborales mortales que afectaron a obreros.
Según estimaciones de los ingenieros a cargo, el tiempo de tardanza entre Hong Kong y Macao se reducirá a la mitad con este majestuoso puente, el cual estará operativo por los próximos 120 años.
Críticos a esta obra han señalado que tiene un valor político muy importante, ya que permitirá reforzar el control que ejerce Pekín (capital China) sobre Hong Kong en la zona sur de dicho país.
Cabe señalar que, actualmente, el puente más extenso del mundo está ubicado también en la república asiática, se denomina Danyang–Kunshan Grand Bridge y une las ciudad de Shangai con Beijing con un largo de 164 kilómetros.