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Un devastador terremoto de magnitud 7,7 sacudió Birmania, dejando más de 2.700 muertos, incluidos 170 fieles que rezaban en una mezquita. Tres templos colapsaron, matando a la mayoría de los creyentes. Soe Nay Oo, ex imám, perdió a 170 seres queridos en el desastre. La tragedia golpeó especialmente a la comunidad musulmana, con estimaciones de 500 muertos rezando. Nay Oo siente un profundo dolor por sus allegados fallecidos y aún desconoce la suerte de algunos familiares.
El destructivo terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el pasado viernes Birmania, dejó como consecuencia una evidente destrucción de las ciudades del país, así como también a más de 2.700 víctimas, entre ellos, 170 seres queridos de un religioso, muchos de ellos que se encontraban rezando en una Mezquita.
El terremoto ocurrió a las 12:50 horas (horario local), momento en que las personas realizaban su día normal como cualquier otro, y mientras otros se encontraba en las mezquitas realizando su oración matutina, una tradición en la fe islámica.
Tras el movimiento telúrico, tres de estos cultos se derrumbaron, incluida la más grande, Myoma, ubicada en la ciudad de Sagaing, matando a casi todos los creyentes que se encontraban en su interior.
Desastroso terremoto en Myanmar
Soe Nay Oo, ex imán de Myoma (persona que dirige la oración colectiva en una mezquita y guía a la comunidad musulmana), también sintió el movimiento, pero no a la magnitud de Myanmar y Tailandia, ya que se encontraba a cientos de kilómetros de distancia tras escapar del país poco después del golpe de Estado de 2021.
A los días siguientes, Nay Oo se enteró de que alrededor de 170 de sus familiares, amigos y miembros de su antigua congregación habían muerto, la mayoría en las mezquitas.
“Pienso en todas las personas que perdieron la vida y en los hijos de las víctimas, algunos de ellos son niños pequeños. No puedo contener las lágrimas al hablar de esto“, declaró al medio británico BBC.
Según el medio citado, se estima que 500 musulmanes murieron mientras rezaban en sus mezquitas, cifras que fueron proporcionadas el lunes por el líder del país, Min Aung Hlaing.
Testigos presenciales en Sagaing declararon que la calle Myoma, donde se encontraban las mezquitas, fue la más afectada de la ciudad. Solo en eses lugar, más de 60 personas murieron aplastadas en el derrumbe, mientras que decenas más murieron en las mezquitas Myodaw y Moekya.
Hombre perdió 170 seres queridos
Entre las víctimas, seres queridos del religioso, se encontraban primos de su esposa, la directora de la escuela pública local, quien también era la única mujer administradora de la mezquita de Myoma y personas de la comunidad. “Me siento devastado… siempre me viene a la mente el recuerdo que atesoro de ellos”, mencionó.
“Aunque no eran parientes cercanos, fueron quienes siempre me acogieron, siguieron mis oraciones y rezamos juntos”, sostuvo el religioso.
El hecho de que fallecieran durante la oración no pasa desapercibido para él. “Diría que todos los difuntos han regresado a la casa de Alá. Serán recordados como mártires”, afirmó.
“Nunca me había sentido así en mi vida. Soy de los que difícilmente lloran”, dijo, mientras continúa su preocupación, ya que aún no ha tenido noticias de algunos familiares, incluidos sus propios hermanos que estaban en Mandalay (ciudad de Myanmar).