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Matrimonio colombiano deportado tras 35 años en EE. UU. Gladys y Nelson González, padres de tres hijas estadounidenses, fueron detenidos y deportados en medio de la polémica. Ingresaron ilegalmente en 1989, obtuvieron visa humanitaria y perdieron caso judicial en 2000. Pese a intentos legales, fueron expulsados hacia Colombia en febrero.
Medios internacionales informaron sobre un nuevo caso de deportación familiar ocurrida en Estados Unidos. La situación tuvo como protagonistas a un matrimonio de colombianos que llevaba 35 años viviendo en aquel país, aunque no de forma regular. Son Gladys y Nelson González.
De acuerdo a lo que informa El País, los dos adultos fueron detenidos por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas el pasado 18 de febrero, en un control de rutina. Tras aquello fueron trasladados hasta un centro en San Bernardino.
Su deportación se concretó el 28 de febrero, cuando salieron en un vuelo hasta Colombia. Cercanos aseguran que esperan rehacer su vida en el país sudamericano.
Lo cierto es que hecho marcó la separación de la familia, ya que ambos habían tenido tres hijas en territorio estadounidense: Stephanie, Gabby y Jessica.
“Los esposaron en las muñecas y tobillos, como si fueran criminales. Lo único que les dijeron es que habían agotado su estancia. Esto a pesar de que cada año lograban extender su permiso para estar en el país y que son ciudadanos que respetan la ley y jamás se han escondido de las autoridades”, indicó Stephanie a la cadena ABC.
Situación de Gladys y Nelson González
Según la cadena CNN, Gladys y Nelson González habían ingresado ilegalmente a California en el año 1989. Consiguieron una visa humanitaria de un año, debido a que aseguraron estar escapando de la inseguridad en su país.
No obstante, en el 2000 un juez determinó que no existía base legal para que permanecieran en ese país, por lo que les dio la opción de salir sin la necesidad de ser deportados.
Ante esto, precisan, el matrimonio acudió a gran cantidad de abogados para optar a regular su situación, sin lograrlo de una forma definitiva.
En todo ese tiempo se convirtieron en padres de sus tres hijas, quienes poseen la nacionalidad estadounidense. Todas ellas residen actualmente en California.
“Después de hablar con cerca de 30 abogados, lo mejor que podemos hacer es preparar una nueva vida para nuestros padres en su país”, indicó su hija mayor.