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La presentación de Suede en el Festival REC fue todo un hito con Brett Anderson cantando con el público y una multitud entonando los himnos de la banda, marcando el décimo aniversario del festival. Sin embargo, momentos antes del show, el baterista Simon Gilbert estaba casi descartado debido a una lesión. El kinesiólogo Juan Pablo Burgos intervino de forma crucial, aplicando un tratamiento de osteopatía que permitió a Gilbert recuperarse a tiempo para tocar. La situación, que venía de molestias previas en una presentación en el Movistar Arena, se resolvió en el último minuto, evitando que la banda tuviera que recurrir a reemplazos. La historia detrás de este inesperado rescate destaca el esfuerzo y la dedicación en la trastienda de los grandes espectáculos.
La presentación de Suede fue una de las grandes joyas de la nueva edición del Festival REC. Con Brett Anderson bajando del escenario para cantar con el público y miles de voces coreando himnos de la banda, todo un acontecimiento. Sin embargo, casi no se da así tal cual.
El show de Suede estuvo a la altura de la celebración del décimo aniversario del festival gratuito más grande de Chile, congregando a una de las audiencias más numerosas del evento.
Pero lo que pocos sabían es que, minutos antes de subir al escenario, Simon Gilbert, el baterista de la banda, quien estaba prácticamente descartado por una lesión.
Aquí es donde entra en escena Juan Pablo Burgos, kinesiólogo y osteópata, cuya intervención fue clave para salvar la presentación. BioBioChile habló con él para conocer la historia detrás de este inesperado rescate.
Es por eso que BioBioChile habló con el especialista, quien nos contó cómo pasó la peculiar anécdota.
Simon Gilbert de Suede se pudo presentar en REC gracias al kinesiólogo
Juan Pablo Burgos, kinesiólogo, osteópata y director de la clínica Kinetic, estaba en REC atendiendo a artistas y trabajadores cuando, en plena presentación de Saiko (el show previo a Suede), lo llamaron de urgencia.
“Me dicen desde producción: ‘estamos con un tema complicado con el baterista de Suede, no va a poder tocar porque está tieso’. Fui al camarín y empecé a trabajar con él, lo vi muy mal”, explica el especialista.
Resulta que días antes, el 13 de marzo, la banda hizo un concierto en el Movistar Arena. Desde ahí, el baterista ya tenía molestias en una de sus muñecas, lo que lo llevó a atenderse en una clínica de la capital.
Sin embargo, ese dolor avanzó mucho más de lo esperado y “simplemente no podía tocar”, asegura el kinesiólogo.
En ese momento la solución que había encontrado su equipo técnico fue “subir a Martin y Neil”, dos bateristas que reemplazarían a Simon.

Estaban contra el tiempo. Juan Pablo cuenta que veía todo el ajetreo del camarín: los demás integrantes de la banda preparándose, cambiándose el vestuario y peinándose, “muy vertiginoso todo”, añade.
El tratamiento a la articulación fue hecho en pleno camarín: “empecé a trabajar con él, le hice un tratamiento de osteopatía, que es mi especialidad, y las cosas se fueron dando”.
“El resto de la banda y el equipo miraban un poco incrédulos y curiosos todo lo que yo estaba haciendo, hasta que Simon empezó a sentirse mejor. Le cambió la cara y me dijo ‘estoy totalmente suelto, puedo tocar"”, nos cuenta.

“Hice varias correcciones, lo analicé completo, el tratamiento fue dando resultado y logramos recuperar totalmente la movilidad. Él me dijo que lo que más le asombraba era que el dolor se había ido por completo”, cuenta el especialista.
“Yo no me había percatado que había gente de todo Chile que había venido a ver a Suede, había incluso gente de Brasil, Italia y México que llegó a REC para verlos. El que la banda no hubiese podido tocar como correspondía era complicado”, con comenta Juan Pablo.
Terminando el recital le pidieron al quinesiólogo que volviera al camarín donde había hecho el tratamiento. Ahí habló con Simon, este le dio las gracias y le explicó que se había sentido impecable en el escenario.

Ahí fue cuando el baterista le explicó que quería presentarle al resto de la banda, quienes también querían darle las gracias por el trabajo realizado. “Estuve con ellos conversando un rato y nos hicimos unas fotos. Yo estoy muy agradecido de que todo haya salido bien que yo los pudiera ayudar”, apunta Burgos.