Actualmente la multinacional FeDex, dedicada al traslado y envío de productos, es una de las compañías más reputadas en el mundo. Sin ir más lejos, su valoración de mercado llega a los 65,99 mil millones de dólares.
Su marca hoy en día es sinónimo de éxito y eficiencia, pero pocos saben que, en el pasado, estuvo a una noche de haber quebrado por completo.
Los inicios de FedEx no fueron sencillos. Su fundador es Frederick W. Smith, hombre que venía de una familia de clase alta en Memphis.
Fue en los 60 cuando tuvo la idea de crear una compañía de envío y entrega de paquetes por aviones y camiones grandes. Sin embargo, tanto su familia como los académicos de su universidad, Yale, no le vieron mayor futuro a esto.
Fue así como en 1971, tras recibir una herencia de cuatro millones de dólares, fundó la Federal Express Corp.
De acuerdo a BBC, en un inicio obtuvo 14 aviones pequeños y 10 camionetas. Pronto consiguió que un grupo inversor le prestara 80 millones de dólares.
FedEx se salvó en una noche de apuestas en un casino
Si bien el inicio fue bueno, operando en 25 ciudades de Estados Unidos, hacia 1974 el negocio entró en crisis, a raíz del encarecimiento del petróleo por la guerra del Yom Kipur.
Llegó a tener pérdidas por un millón de dólares mensuales, situación que llevó a FedEx a estar muy cerca de la ruina. A eso se sumaba que ya nadie quería invertir en ella.
Eso llevó a Smith a tener una decisión controvertida: tomó los últimos 5.000 dólares que tenía la compañía y viajó a Las Vegas para apostar en sus casinos.
Lo cierto es que esto dio resultados, ya que el empresario obtuvo un total de 27.000 dólares de ganancias para mantener la compañía a flote por dos semanas más.
Esta situación fue expuesta por Roger Frock, primer vicepresidente de la historia de FedEx, en su libro Hanging How the World Does Business: FedEx’s Incredible Journey.
“Le pregunté a Fred de dónde habían venido los fondos y él respondió: ‘La reunión con la junta de General Dynamics fue un fracaso y sabía que necesitábamos dinero para el lunes, así que tomé un avión a Las Vegas y gané US$27.000′”, indicó.
“Quieres decir que tomaste nuestros últimos US$5.000. ¿Cómo pudiste hacer eso?”, le preguntó en ese entonces, pero recibió una respuesta de Smith: “¿Qué diferencia había? Sin los fondos para pagar a las compañías de combustible de todos modos no podríamos haber volado”.
Finalmente, el empresario logró conseguir una línea de crédito por 11 millones de dólares, lo que le permitió poder la empresa en orden. Recién en 1976 comenzó a dar ganancias.
Si bien puede sonar anecdótico el propio Fred SMith sostuvo en 2008, en sus memorias, que ese tipo de acciones desesperadas no se deben realizar.
“El mito dice que conseguí el dinero para pagar las nóminas, pero eso no es cierto. Lo que gané, comparado con lo que debíamos, era una gota en un balde de agua. Fue simbólico, pero me dio un respiro”, comentó en ese momento.