El rostro de Marilyn Cote, acompañado de imágenes de los diplomas apócrifos que exhibía en su consultorio y hasta de las recetas que emitía, ha acaparado la conversación en redes sociales y medios de comunicación en México en los últimos días.
La fiscalía de Puebla anunció la noche del jueves la aprehensión de Marilyn N., quien presuntamente se hacía pasar por psiquiatra. Según la dependencia, la mujer está acusada de “usurpación de profesión” y la investigación en su contra sigue en curso.
Su captura tuvo lugar en el vecino estado de Tlaxcala, después de que se desconociera su paradero por varios días.
Al menos cinco personas han denunciado a Marilyn Cote ante las autoridades, alegando que durante años les prescribió medicamentos psiquiátricos de uso controlado. La “Neuropsychology Clinic: Marilyn Cote”, el consultorio que regentaba en Puebla, fue clausurado recientemente por “irregularidades graves”, según informó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Medios mexicanos han reportado que el consultorio estaba decorado con títulos en psiquiatría supuestamente emitidos por instituciones internacionales. Sin embargo, se afirma que Cote habría estudiado derecho, aunque en sus redes sociales aseguraba ser capaz de curar la depresión y la ansiedad en cuestión de días.
Caso de Marilyn Cote
La exposición de Marilyn Cote comenzó a principios de noviembre gracias a la cuenta de X “Charlatanes médicos”, dedicada a desenmascarar a supuestos doctores que operan sin credenciales en regla.
Este caso incluso fue mencionado en una conferencia de prensa por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien calificó la situación como un tema de fraude y salud muy grave. “No puede una persona ofrecer servicios de salud, que es algo delicado, cuando no tiene la cédula profesional”, reclamó la mandataria.
En México, un país con cerca de 130 millones de habitantes, aproximadamente 34,8 millones de personas han experimentado algún episodio depresivo en sus vidas, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
Este contexto subraya la gravedad de los hechos imputados a Marilyn Cote, quien habría abusado de la confianza de sus pacientes para ofrecer servicios médicos sin la preparación necesaria.