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La singular historia de Hartlepool, en el Reino Unido, destaca por su leyenda de los "ahorcadores de monos", quienes en el pasado ahorcaron a un primate al considerarlo un espía francés durante las guerras napoleónicas. Esta curiosa tradición llevó a los habitantes de la ciudad a elegir como alcalde en 2002 a un hombre bajo el disfraz de H'Angus the Monkey, la mascota local, quien posteriormente fue reelecto dos veces. A pesar de las polémicas del personaje detrás de la mascota, Stuart Drummond, la historia de los "ahorcadores de monos" se mantiene como parte del folclor de Hartlepool, sin que se pueda confirmar o negar definitivamente su veracidad.

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El Reino Unido está lleno de antiguas historias y leyendas llamativas, pero ninguna es tan singular como la de Hartlepool, donde sus habitantes son conocidos como los ‘ahorcadores de monos’, luego de que varias décadas atrás, la ciudad consideró a este animal como un enemigo de guerra, enviándolo a un juicio y ahorcándolo en la plaza pública tras, evidentemente, no poder responderles.

Un acontecimiento que relatan con orgullo los lugareños de esta ciudad ubicada en el noreste de Inglaterra y que, los representa de tal manera que, en 2002, votaron por el hombre debajo del disfraz de H’Angus the Monkey -la mascota del pueblo- para que sea su alcalde, al cual reeligieron en dos ocasiones más.

El mono que era un ‘espía francés’

Cuenta la leyenda que durante las guerras napoleónicas (una serie de conflictos bélicos que tuvieron lugar en Europa entre 1803 y 1815), un barco francés encalló en una de las playas de Hartlepool, el cual fue inspeccionado por las personas que vivían cerca del lugar. Ya con gran parte del pueblo expectante por qué misterios podían encontrarse dentro de la embarcación y con el miedo instalado por una posible invasión, para sorpresa de todos, el único sobreviviente era un mono.

Si bien este animal no significaría ningún peligro para cualquier persona, sobre todo considerando su estado aturdido y débil, para los lugareños fue todo lo contrario. Según esta surrealista historia que es parte del folclor local de Inglaterra, este mono se había bajado del barco vestido con el uniforme militar de Francia, por lo que los habitantes del lugar -que nunca habían visto un simio en su vida- lo consideraron un enemigo de guerra inmediatamente.

Hartlepool se encuentra al norte de Middlesbrough a más de 600 kilómetros del puerto de Francia más cercano (Dunkerque), por lo que tampoco conocían la apariencia de un francés. Y es que, confundidos por algunas caricaturas satíricas de la época que mostraban a los franceses como criaturas similares a los primates con colas y garras, supusieron que este mono era un espía enviado por Napoleón Bonaparte.

Dicho animal fue enviado a juicio por los habitantes de la ciudad y, como era de esperarse -no para los ciudadanos locales-, el mono no pudo responder a ninguna de las preguntas del tribunal y fue declarado culpable, sentenciándolo a muerte.

Caricatura de Hartlepool
Caricatura | Archivo: The Archaeology Magazine

En masa, las personas de Hartlepool trasladaron al primate a la plaza pública para colgarlo, como si de un espectáculo de folclor se trataba. Desde ese momento, los habitantes de esta ciudad fueron conocidos como los ‘ahorcadores de monos’ por sus vecinos a modo de burla. Sin embargo, pese a que este apodo surgió para reírse de ellos, los lugareños lo adoptaron como propio con orgullo.

¿Mito o realidad?

Esta leyenda ha logrado perdurar por más de 200 años en el Reino Unido, donde se le han realizado distintas obras de teatro, novelas gráficas y canciones, pero, ¿realmente se colgó a un mono en Hartlepool por considerarlo un espía francés? Una pregunta que sería un insulto si la haces siendo un turista en la ciudad, pero que podría esconder una verdad aún más retorcida.

Lo cierto es que la primera mención de esta llamativa historia fue en la canción ‘The Baboon’ del artista victoriano Edward ‘Ned’ Corvan, un cantautor y compositor que solía hacer giras por Inglaterra. Además de su espectáculo, la parte más esperada de su show era cuando satirizaba a la ciudad que visitaba con una pieza musical.

La obra musical comenzó a ser parte de su repertorio en 1825 y se basó en el relato de uno de los presentes, según manifestó el propio músico en una de sus cartas. Con frases como ‘aquí no se aceptan espías franceses peludos’ o ‘vino el tío de Napoleón a visitarlos’, la canción fue parte del folclor del pueblo por varios años hasta su división, cuando los que vivían en West Hartlepool veían a las personas que vivían cerca del tradicional puerto pesquero, Old Hartlepool, como ignorantes y muy poco inteligentes.

Estatua de un mono ubicada en el puerto de Hartlepool
Estatua de un mono en el puerto de Hartlepool | Archivo

Fue en ese entonces cuando, a raíz de estos cuestionamientos, las especulaciones de lo que realmente había sucedido se volvieron más oscuras. Y es que, según relató el historiador Keith Gregson en una antiguo reportaje de la BBC, una versión de la leyenda cuenta que en realidad los lugareños no colgaron a un mono, sino que a un pequeño niño.

¿Cómo es posible? En las guerras napoleónicas, en los buques de guerra franceses se ocupaban a niños para cargar los cañones con pólvora, siendo conocidos como ‘monos de pólvora’, por las manchas negras que quedaban en su rostro y sus manos.

No obstante, a medida que pasó el tiempo, y luego de que las ciudades se volvieron a fusionar, esta retorcida versión fue desechada y la historia del mono ahorcado se adjuntó a todo Hartlepool con orgullo.

H’Angus the Monkey, la mascota de Hartlepool que se transformó en alcalde de la ciudad

A través de los años, los hinchas del Hartlepool United (club de fútbol de la ciudad) aprendieron a soportar las burlas de la afición de su equipo archirrival, el Darlington FC, que le enrostraban su fobia hacia los simios en cada partido en que se medían.

El apodo de ‘ahorcadores de mono’ es tan representativo para los habitantes del pueblo porteño que su mascota es un mono llamado ‘H’Angus the Monkey’, que hace más inaudita la historia de la ciudad, luego de que la persona debajo de este corpóreo pasara a ser parte fundamental de la toma de decisiones en Hartlepool.

Stuart Drummond fue contratado en el estadio Victoria Park en los 90′. Su rol era convertirse en ‘H’Angus’ y entretener a los aficionados -sobre todo a niños- en la previa de los partidos. Sus divertidas intervenciones lo llevaron a ser considerado una de las mascotas más divertidas del fútbol inglés, hasta que su polémico comportamiento dijo lo contrario.

En el 2000, lo expulsaron de un encuentro de visita frente al Scunthorpe United por simular tener relaciones sexuales con una trabajadora del equipo rival. Una repudiable actitud que le valió una multa al Hartlepool United, pero que no impidió que Drummond volviera a desubicarse un año después, luego de ingresar una muñeca inflable a un estadio -vestido de H’Angus-. Tras este escándalo, la policía local añadió que se encontraba completamente ebrio.

H'Angus the Monkey
H’Angus the Monkey | Hartlepool United

Las polémicas de Stuart no hicieron mella en el cariño que los hinchas y los habitantes de Hartlepool le tenían por darle vida a ‘H’Angus’, por lo que, en 2002, tomo la decisión de postularse a alcalde de la ciudad utilizando el eslogan electoral ‘plátanos gratis para los escolares’ y bajo el corpóreo que lo había acompañado en los últimos años.

Stuart Drummond
Stuart Drummond| Hartlepool News

Lo increíble es que, finalmente, Drummond fue elegido alcalde de Hartlepool y, pese a no cumplir su promesa de entregar bananas todos los días en los colegios de la ciudad, esto no parece haber afectado su popularidad, ya que fue reelecto dos veces más.

Como alcalde, el hombre detrás de ‘H’Angus the Monkey’ fue consultado por la veracidad de la historia de los ‘ahorcadores de mono’ y, con la espada entre los dientes, defendió la leyenda que es parte del folclor del noreste de Inglaterra.

“Por supuesto que sucedió. Siempre habrá detractores y personas que intentarán demostrar que está mal, pero ahora no hay nadie vivo que pueda confirmarlo o negarlo”, afirmó Stuart Drummond.

Stuart Drummond
Stuart Drummond | South Wales Argus