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La "Tragedia del Humo" ocurrida en la mina El Teniente en 1945, considerada el peor accidente minero en la historia de Chile, se cobró la vida de 355 trabajadores y dejó a otros 747 heridos. El fatídico suceso se desencadenó por un incendio en una bodega de materiales seguido de una explosión causada por barriles de petróleo, lo que provocó la propagación del humo por los pasillos de la mina. A pesar de los esfuerzos por controlar el fuego, los sistemas de ventilación fallaron y las salidas de emergencia resultaron inaccesibles.

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No cabe duda que la vida de gran cantidad de chilenos se vio marcada por el desastre de la Mina San José en 2010, cuando 33 mineros quedaron enterrados bajo tierra, tanto por el impacto mediático como las historias de esfuerzo. No obstante, hace casi 80 años ocurrió un incidente aún peor: la llamada ‘Tragedia del Humo’ en la mina El Teniente (1945).

¿Por qué fue peor? en ese entonces murieron un total de 355 trabajadores, mientras que otros 747 quedaron heridos.

De acuerdo a la crónica de El Mercurio, el 19 de junio de 1945 había comenzado muy temprano el turno en el pique C de la Mina El Teniente.

La pasividad de un día normal se rompió cerca de las 07:00 horas de la mañana, cuando un incendio se desató al interior de una bodega de materiales.

Las llamas se extendieron hasta unos barriles de petróleo, lo que provocó una explosión aún peor. Gran cantidad de mineros estaban en el interior en ese momento, sólo algunos lograron escapar, mientras otros buscaron refugio en zonas de seguridad improvisadas, el resto corrió peor suerte.

Lo que vino fue aún peor, el humo se diseminó por todos los pasillos, mientras que los sistemas de ventilación no funcionaron y las salidas de emergencia no estuvieron visibles.

Tragedia del Humo en Chile

Casi 12 horas después (20:00 horas) el fuego pudo ser controlado, pero los rescatistas lograron ingresar al pique recién a las 8 de la mañana del día siguiente. Todo era caos, confusión y mucha pena en las familias.

Uno de los testimonios de la tragedia fue el de Rosa Ubilla, quien en 2014 detalló a los medios: “Cuando fue la catástrofe del humo, nosotros estábamos durmiendo y mi mamá nos despertó a todas nuestras hermanas y dijo ‘a levantarse porque fíjese que han pasado ocho camillas’, y nos levantamos y ya no eran ocho”.

“Después eran dieciocho, después eran ochenta, después eran cien, después eran doscientas, después eran trescientas. Eso también me dejó marcada porque desapareció un nivel entero, con un jefe de nombre Ramón Torres y no lo ubicaban”, agregó.

La situación generó consternación en la localidad de Sewell, así como profundas críticas a la empresa estadounidense Braden Copper Company.

La investigación encargada por el gobierno de la época mostró que la causa probable del hecho fue el calentamiento de un tambor con petroleo, el cual explotó e incendió el techo, generando el humo tóxico.

A eso se sumaron fallas en protocolos de seguridad, ya que la orden de evacuar se habría dado 45 minutos después de la primera detonación, algo muy tardío.

Al funeral de los 355 fallecidos asistieron el presidente Juan Antonio Ríos, además del poeta Pablo Neruda. Hubo tres días de duelo nacional, además del cierre del comercio en Rancagua.

Tras aquello se creo el Departamento de Seguridad Minera, que forzó a las compañía a invertir en seguridad.