La vida de los artistas está llena de desafíos, a veces espirituales, que a simple vista pueden resultar difíciles de lograr. Un caso es el de Linda Montano y Tehching Hsieh.
Se trata de dos creadores que vivían en Nueva York hacia la década de 1980. No eran pareja ni tenían un vínculo de amistad, sólo tenían conocidos en común.
Sin embargo, de acuerdo a lo que rememora The New York Times, ambos estaban buscando lo que parecía ser un nuevo sentido para sus vidas, y vaya que lo encontraron.
Montano era cercana a la espiritualidad, y se había formado como artista conceptual. Por su lado, Hsieh había llegado a Estados Unidos proveniente de Taiwán, de hecho se instaló en Norteamérica como inmigrante ilegal.
Linda Montano y Tehching Hsieh
Ambos se conocieron en la escena menos glamorosa del arte en la ‘Gran Manzana’. Fue desde ese entonces que el hombre le contó a la joven sobre un proyecto que tenía en mente.
Este consistía en mantener una conexión obligada e íntima con otra persona, por un tiempo extenso, pero existían dos condiciones: No podían tocarse, ni separarse.
Linda demoró dos semanas en aceptar. Tras ello, los dos firmaron un contrato, el cual estipulaba: “Nosotros, Linda Montano y Tehching Hsieh, planeamos hacer una actuación de un año. Permaneceremos juntos durante un año y nunca estaremos solos… atados por la cintura con una cuerda de 2 metros”.
De acuerdo al citado medio, ambos cumplieron a rajatabla aquello. Se fueron a vivir a la pequeña pieza que Hsieh arrendaba en el Bronx, dormían en camas separadas y compartían baño.
El proyecto comenzó el 4 de julio de 1983 y culminó el mismo día de 1984. Ambos aseguraron que llevaron una relación “más allá de lo humano”.
Sólo dieron una entrevista a un medio alternativo llamado Rope Piece, donde contaron sus impresiones.
La comunicación pasaba de diálogos de horas a simples gruñidos, tirones de cuerda, buenas y malas caras.
“Quería hacer una obra sobre los seres humanos y su lucha con los demás. No podemos ir por la vida solos, sin gente. Pero al estar juntos nos convertimos en la jaula del otro”, indicó Tehching Hsieh.
“No podemos ocultar nuestros lados negativos. No podemos ser tímidos. Es algo más que honestidad: mostramos nuestra debilidad”, añadió.
Por su lado, Linda Montano reveló que sintió la conexión recién cuando quedaban 80 días para que el experimento terminara.
“Es mi amigo, confidente, amante, hijo, oponente, marido y hermano, compañero de juegos, sparring, madre y padre”, detalló.
“La lista es interminable. No hay una palabra o un arquetipo que encaje. Lo siento profundamente por él”, agregó.
El artistas detalló además que: “Hemos tenido muchas peleas y no siento que sea negativo. Cualquiera que esté atado de esta manera, incluso si fuera una buena pareja, estoy seguro de que también se pelearía”.
Hay que señalar que ambos acudieron hasta un notario público antes de llevar a cabo la separación.
Hsieh logró la ciudadanía estadounidense en 1988, en la actualidad tiene 73 años y continúa con sus activaciones en Nueva York.
Linda Montano también permaneció en la mencionada ciudad. Con 82 años actualmente está retirada del arte, aunque mantiene su taller en Brooklyn.
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