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El relato de una chilena sobre su estilo de vida con un ’Sugar Daddy’: "Me sentí como en una película"

Por César Vega Martínez
Con información de Comunicado de Prensa.

24 octubre 2024 | 10:54

Fue en abril pasado cuando desde la aplicación My Sugar Daddy revelaron que Chile es el país de Latinoamérica con mayor cantidad de inscritos.

Es por ello que, regularmente, se conocen relatos locales de personas que han incursionado en el ‘sugar dating’ (relaciones entre personas adultas con alto poder adquisitivo con jóvenes que buscan obtener lujos).

El último vino de una chilena de 24 años llamada Ximena, quien relató parte de lo que vivió.

Todo inició con un viaje en helicóptero en Brasil: “Me habían invitado a cenar en lo alto de un rascacielos en Brasil, y el plan incluía un viaje en helicóptero para llegar al lugar”, indicó.

“Me sentí como en una película, pero mientras intentaba disfrutar del paisaje, no podía dejar de pensar en lo desastroso que se veía mi peinado. Eso sí, la vista era increíble y la cena, inolvidable”, agregó.

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Chile y su experiencia con un sugar daddy

Asimismo, aseguró que las fiestas sociales son más comunes de lo que se cree.

“Una vez, mi sugar daddy me llevó a Buzios para lo que yo pensaba que sería una noche elegante en la playa. Lo que no esperaba es que fuera una fiesta temática de películas de los 90″, detalló.

“Fue tan surreal que no sabía si reír o intentar pasar desapercibida, definitivamente no esperaba todo aquello y fue una noche muy divertida”, añadió.

Otra experiencia ocurrió en Chile, cuando tuvo la oportunidad de cenar en un globo aerostático.

“Me llevaron a la quinta región y me dijeron que íbamos a un viñedo privado. Lo que no me esperaba era que la cena sería en un globo aerostático”, señaló.

“Subimos por los cielos, con las luces del atardecer sobre los viñedos. Fue hermoso, pero no podía dejar de pensar en lo que pasaría si mi teléfono se me caía por accidente”, siguió.

Por último Ximena, que es emprendedora, indicó que lo más importante son las experiencias y conexiones, por sobre el lujo.

“Es fácil perderse en todo el glamour, pero al final del día, lo que más valoras son las experiencias humanas, las risas y los momentos en los que te das cuenta de que, aunque vivas algo extravagante, sigues siendo tú”, concluyó.