Un actor reveló, a través de una obra y luego de 45 años, que fue secuestrado y violado por “Pogo”, un despiadado payaso asesino de Estados Unidos.
Tras más de cuatro décadas del hecho, el actor, Jack Merrill, contó su historia de cómo fue atacado por el asesino en serie, John Wayne Gacy, cuando solo tenía 19 años.
A sus 65 años, el actor compartió el hecho y escribió la obra su extraordinaria vida, “The Save”, en el teatro Electric Lodge de Los Ángeles.
La historia de Jack Merrill
Jack y su familia vivían en Evanston, Illinois. El joven tenía cuatro hermanas mayores. Su padre, Jerome Holtzman, era un periodista de béisbol para el Chicago Sun-Times. A su madre no se le detalla una profesión, pero sí una característica: tenía una personalidad narcisista.
“Mis hermanas y yo caminábamos sobre cáscaras de huevo, siempre siendo regañados. No importaba lo que hiciera, siempre estaba mal”, relata Jack para revista People.
A los 17 años se fue de su casa, después de pelear a golpes con su padre para una Navidad. Aquello provocó que terminara viviendo en su propio home studio en el centro de Chicago.
Luego de dos años, el joven trabajaba en clubes y su sueño era ser actor. En aquel contexto, surge la desgarradora historia, que ocurre en 1978, cuando Jack caminaba por una calle oscura luego de nadar.
En su transitar, de pronto, se le acerca un hombre en un auto que le ofrece llevarlo y acepta.
“Pensé que daríamos unas vueltas por la manzana, pero comenzó a conducir rápido y se adentró en un barrio peligroso. Dijo: ‘Cierra tu puerta. Es peligroso’. Le dije que eso lo mantenían fuera de los periódicos porque era malo para los negocios en la cercana Rush Street, y él respondió: ‘¿Cómo sabes eso, eh? Eres listo. No eres como esos otros chicos’”, cuenta Jack.
“Pogo”, el despiadado payaso asesino, lo secuestra
Tras minutos en el auto, el chofer se detuvo para sacar una botella y derramar el líquido en un trapo, para luego dejarlo en su cara. Jack se desmayó y despertó esposado. No lo sabía, pero estaba en la casa del asesino, John Wayne Gacy.
“Me dijo que me callara. Una luz desde la parte trasera de la casa le dio en los ojos y de repente me di cuenta de lo peligroso que era… Solo tenía que desactivar la situación y actuar como si todo estuviera bien. Esa era la forma en que había sobrevivido cuando era niño: aprendimos a pasar desapercibidos durante los ataques de ira de mis padres”, relata el actor.
Tras demostrarle que confiaba en él, el asesino en serie lo liberó de las esposas y ambos bebieron cerveza y fumaron marihuana. Pero solo pasó un momento para que Jack volviera a tener las esposas, un artefacto alrededor del cuello y cuerdas por su espalda.
“Me metió una pistola en la boca. Luego me violó en el dormitorio. Sabía que si lo enfrentaba, no tenía muchas posibilidades. Nunca me alteré ni grité”, cuenta.
A ello complementó que, también sintió lástima por él, “como si no quisiera necesariamente hacer lo que estaba haciendo, pero no podía detenerse. Estuvimos allí durante horas. Finalmente, pude notar que estaba cansado. De repente dijo: ‘Te llevaré a casa"”.
Eran cerca de las 5 de la mañana y luego del horrible momento, “Pogo” dejó a Jack cerca del lugar donde se encontraron. Antes de retirarse, el hombre le dio su número de teléfono, el cual el joven tiró por el inodoro.
Jack se entera de que su secuestrador era un asesino en serie
“Luego me di una ducha. No llamé a la policía, en ese momento no sabía que era un asesino. Fui al Snowflake Diner y comí huevos revueltos y un batido de chocolate. Hice un pacto conmigo mismo de que iba a superar esto. No iba a dejar mi felicidad en esa casa”, cuenta el hombre de 65 años.
Luego de meses de los hechos, Jack vio un titular en el medio de comunicación en el que trabajaba su padre. Según se detallaba, habían encontrado cuerpos en una casa, mismo lugar en el que él recordó que fue secuestrado y violado.
“Llamé al periódico y dije: “Ese tipo me violó”. El hombre que respondió dijo: “¿Cómo dijiste que te llamas?” No dije mi nombre. Me preocupaba mi nombre porque la gente conocía a mi padre. Ese era su periódico. Colgué el teléfono. Pensé que si la policía alguna vez necesitaba mi ayuda, me presentaría”, relata.
Su secuestrador era un asesino en serie que mató a 33 personas, 26 de sus cuerpos fueron encontrados en el subterráneo de su casa. Sus víctimas tenían entre 14 y 18 años.
El 12 de marzo de 1980, John Wayne fue condenado a 22 cadenas perpetuas y 12 penas de muerte. Fue ejecutado en mayo de 1994 con una inyección letal.
En 1986, Jack y un grupo de amigos formaron “Naked Angels”, una compañía de teatro Off-Broadway para actores y dramaturgos.
Aquello llevó a Merrill a sobrellevar los hechos ocurridos en su juventud. “Actuar fue terapéutico para mí. Te obliga a expresarte, y eso conlleva cierta honestidad. Reconocimiento y aceptación”, señaló.
El hombre también encontró el amor. Ha estado junto a su esposo por 23 años, tiene un perro rescatado, y un gato. Para concluir, realizó una reflexión sobre su caso, “estoy orgullosa del viaje. Pude aprender de lo malo y usarlo para bien”.