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"Prométeme que nunca me dejarás": Madre cuidó sola por 38 años a su hija en estado vegetativo

23 octubre 2024 | 16:00

Edwarda O’Bara, una joven de 16 años, despertó una noche con un dolor que jamás había sentido. Aquellos fuertes malestares la llevaron a estar 42 años en estado vegetativo, hasta 2012.

La madrugada del 3 de enero de 1970, Edwarda despertó con fuertes dolores en su cuerpo, al parecer todo indicaba que sería producto de la diabetes con la que había sido diagnosticada solo un año antes.

Ella vivía junto a sus padres y hermana en Miami, Florida, los cuales al verla tirada en su pieza, actuaron rápidamente, llevándola a un centro asistencial de urgencias.

Mujer estuvo 42 años en estado vegetativo

Tras ser ingresada, los médicos lucharon por revertir el daño que habría provocado la combinación de neumonía y diabetes que estaba causando en su cuerpo.

Según detalla Infobae, antes de perder la conciencia, Edwarda tomó la mano de su madre y le hizo una petición. Prométeme que nunca me dejarás. A lo que Kaye respondió, “por supuesto que no. Nunca te dejaré, querida. Te lo prometo”.

Aquellas serían las últimas palabras de la joven, quien cayó en un coma diabético que la dejó en estado vegetativo durante más de cuatro décadas.

Según indicaron los médicos, el cerebro de Edwarda había sufrido daños irreversibles debido a la falta de oxígeno provocada por el colapso de sus pulmones y fallos renales.

Durante más de 40 años, la joven fue atendida en su casa por su familia, primero por sus padres y, más tarde, por su hermana Colleen, pues Kaye rechazó internarla en un hospital.

Cuidados exclusivos de su madre por una promesa

Joe, su esposo, dejó su trabajo para dedicarse a los cuidados de su hija, sin embargo, en 1977 y luego de seis años del estado vegetativo de Edwarda, murió de un infarto, con apenas 50 años.

Sin el apoyo de su esposo, por casi cuatro décadas, la madre de la joven la atendió, alimentó y cuidó, mientras los años pasaban por ambas.

Fue así como el caso de una joven en coma, rápidamente se volvió de conocimiento público, incluso, el expresidente Bill Clinton y el cantante Neil Diamond, visitaron el hogar de los O’Bara para conocer a Edwarda, consigna CNN.

Miles de personas, de diversos países como, Japón, Australia, Italia, Canadá, llegaron a modo de peregrinación hasta la casa de O’Bara, inspirados en la devoción de su madre, quien nunca la dejó sola.

Incluso la historia de ella y su familia, llegó hasta el programa de televisión de Oprah Winfrey.

Sumado a ello, las personas también creían que Edwarda tenía poderes curativos milagrosos, pues según el medio citado, fueron más de tres casos en los que la presencia de la joven, habría ayudado a quienes mantenían un diagnóstico de salud grave.

Su hermana renunció a su trabajo para cuidarla

Ya con el paso de los años, la salud de Kaye comenzó a empeorar y la promesa que le hizo a su hija llegó a su fin. En marzo de 2008, murió a los 80 años.

Tras la muerte de sus padres, Colleen, la menor de la familia, dejó su trabajo para cuidar a tiempo completo a su hermana, tal como lo había hecho su madre.

Cuatro años después, el 21 de noviembre de 2012, a los 59 años, Edwarda O’Bara falleció. “Me dio la sonrisa más grande que me ha dado en su vida… Había un brillo en sus ojos”, mencionó su hermana para CNN.

La muerte de la mujer cerró uno de los capítulos más largos de la historia médica, pues sería el estado vegeativo más prolongado jamás registrado, según el libro de los Récords Guiness.