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Negligencia en EEUU: hombre con muerte cerebral despertó justo antes que sus órganos fueran extraídos

23 octubre 2024 | 20:00

Conmoción ha generado en Estados Unidos el caso de Anthony Thomas ‘TJ’ Hoover II, hombre declarado con muerte cerebral que despertó justo antes de que sus órganos fueran retirados del cuerpo, en un hospital en Kentucky.

El caso actualmente está siendo investigado por funcionarios del gobierno estatal y federal de aquel estado, debido a una posible negligencia médica.

De acuerdo a The Guardian, el hombre fue ingresado en 2021 al hospital Baptist Health en Richmond, luego de haber sufrido un paro cardíaco por una sobredosis de drogas.

Luego de unas semanas, indica el informe, los médicos indicaron a la familia que Thomas no mostraba actividad cerebral, por lo que determinaron desconectarlo de soporte vital.

Tras aquello, la familia dio el consentimiento para que los órganos del aludido fueran donados, cuando éste falleciera. De hecho, los especialistas llevaron a cabo las pruebas para determinar cuáles podían ser trasplantados en un futuro.

Donna Rhorer, hermana de Thomas Hoover, confesó que el hombre fue llevado hasta el pabellón para efectuar la extracción de órganos. No obstante, al cabo de unos minutos un trabajador de la salud les indicó que este había despertado.

Claramente la operación no se llevó a cabo, pero estuvo muy cerca de ocurrir.

Caso de Anthony Thomas ‘TJ’ Hoover II en investigación

En ese entonces, Thomas fue llevado hasta su hogar. Los médicos aseguraron que “no viviría mucho tiempo más”, sin embargo, ha prevalecido hasta el día de hoy.

Según revista People, el clan familiar obtuvo el detalle total del caso en septiembre de este año, tras una reunión con Baptist y Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA).

“Detuvieron el procedimiento porque mostraba demasiados signos de vida. En el fondo de mi corazón, sabía que algo estaba pasando, pero lo comparé con David y Goliat. ¿Quién soy yo para enfrentarme al sistema médico?”, afirmó su hermana.

Tras eso, la denuncia fue interpuesta ante la Oficina del Fiscal General del Estado, que lleva a cabo la investigación junto a una agencia independiente.

Un antecedente del caso indica que al menos 10 trabajadores de KODA renunciaron a sus labores tras aquel incidente.

Una de ellas es Nyckoletta Martin, quien aseguró que incluso podría prestar declaración en medio de la investigación.

“He dedicado toda mi vida a la donación y el trasplante de órganos. Me da mucho miedo ahora que se permite que sucedan estas cosas y no hay más medidas para proteger a los donantes”, sostuvo.

Desde la Association of Organ Procurement Organizations (AOPO), por su lado, mostraron su preocupación ante este caso, asegurando que podría significar más problemas para el sistema de donantes en Estados Unidos.

De hecho, aquel país posee una lista de espera de donaciones de más de 100.000 personas.

“Están tratando de jugar a ser Dios. Están casi, ya sabes, escogiendo y eligiendo: van a tomar a esta persona para salvar a estas personas. Y como que pierdes un poco la fe en la humanidad”, cerró Donna Rhorer.