Casi un tercio de los habitantes de San Pedro, una ciudad ubicada sobre el río Paraná a unos 170 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, fue víctima de una estafa piramidal.
Cuando a inicios de octubre los inversores quisieron retirar el dinero, estaba congelado. El esquema era sencillo, colectivo y seductor: a través de la inversión en la plataforma cripto fantasma RainbowEx, les prometieron una ganancia en dólares de entre 1 y 2% por día, una tasa ridícula si se tiene en cuenta que los bonos del Tesoro de Estados Unidos gozan de un rendimiento del 4% anual. Los damnificados no volverán a ver sus ahorros nunca más. Y como consuelo, ahora avanza la investigación en la Justicia.
La estafa de RaibowEx
Un esquema fraudulento de este estilo se basa en una falsa promesa de multiplicar el dinero invertido. No hay inversión real alguna ni actividad económica que genere ingresos. Los participantes obtienen ganancias únicamente con el dinero aportado por los nuevos ingresantes, y quienes retiran fondos son generalmente aquellos que reclutaron a otros. Así, se vuelve insostenible a largo plazo porque se ata a una constante entrada de nuevos inversores.
Se estima que unas 15.000 personas de las 70.000 que residen en San Pedro cayeron en la estafa de RainbowEx, administrada por una organización conocida como Knight Consortium que no está registrada en la Comisión Nacional de Valores.
“La China Alí”, como llamaban a la mujer con apariencia asiática en su foto, utilizaba la app de mensajería Telegram para enviar a un grupo de inversores, cada noche, una señal para indicar qué criptomoneda comprar y cuáles serían los rendimientos.
Es la misma mujer, identificada como la actriz y locutora indonesa Kristin Natalis, quien les dijo luego que RainbowEx se va de Argentina. Los inversores tenían hasta el 17 de octubre para retirar lo que depositaron. Eso sí: primero, pagando 88 dólares. Más de 1.700 personas abonaron lo solicitado, lo que representa una recaudación estimada de 150.000 dólares, según lo informado por el programador e investigador de estafas virtuales, Maximiliano Firtman.
“Queridos usuarios argentinos: debido al acuerdo alcanzado entre Rainbow Exchange y los reguladores locales, nos retiraremos oficialmente del mercado argentino y actualizaremos integralmente la plataforma. Para asegurar un progreso fluido de este ajuste, todas las cuentas argentinas y relacionadas se restablecerán a un estado inactivo”, fue el mensaje que recibieron los implicados.
Hasta el momento ya fueron detenidos Luis Pardo y Martín Liberati por sus vinculaciones a la plataforma cripto y la financiera Over Cash, una oficina local donde los sampedrinos acudían a cambiar el saldo por dólares. Su promesa de “libertad financiera” no fue más que un engaño masivo.
En la ciudad hoy se cosechan frutas, se fabrica papel y se producen golosinas en grandes fábricas. Pero también, a mediados de la década de los 2000, estuvo la promesa de construir el Disney World argentino por parte del jamaiquino Max Higgins: fue otra estafa Ponzi.
Los actores polacos que fingían ser gurús financieros estadounidenses
En septiembre pasado, Pardo había aparecido como cara visible de la entidad Knight Consortium en un hotel cinco estrellas de la Ciudad de Buenos Aires durante un evento al estilo Las Vegas para reclutar a los inversores. No fue el único que vistió traje y corbata. Estaban dos gurús “estadounidenses” presentados en escena como Timothy Murphy y Jeremy Jones, que hablaban de “conectar con las audiencias locales” y otras frases bien de manual.
Sin embargo, con el estallido de la estafa piramidal, se supo que son dos actores polacos: Maurycy Lyczko y Filip Walcerz, con trabajos previos en publicidad y televisión, cobraron 1.500 dólares (1.4 millones de pesos chilenos) y viajaron exclusivamente desde Varsovia a Buenos Aires para el papel de sus vidas. Por ahora, se salvaron de las acusaciones en la Justicia, aunque podrían ser llamados a declarar.
“Nos enteramos de la empresa un día antes del evento. Fuimos contratados por una agencia, no por la empresa”, se defendió Wałcerz, en diálogo con el periodista Maximiliano Firtman en su canal de YouTube.
“Nos dijeron que era una compañía de finanzas y el día del evento nos contaron que operan en el mundo con criptomonedas y que tienen un grupo de analistas de mercados que ayudan a la gente. Para nosotros es un trabajo normal, no era nada diferente”, agregó Lyczko.
“Pido perdón de corazón a la gente de Argentina que se pueda sentir agredida o estafada por mí. No era mi intención para nada, y espero que algún día podamos cambiar esta imagen”, manifestó.
Según estimaciones, la estafa piramidal registró 169.425 movimientos de extracción por un total de 40 millones de dólares. Quedaron 9 millones de dólares dentro de la plataforma. Pero el monto de los movimientos pendientes de retiro, es decir, aquellos que enviaron la solicitud, pero no pudieron extraer, trepa a USD 23 millones. Hay 14 millones de dólares que desaparecieron.
Pese al anuncio de abandonar las operaciones en Argentina, la plataforma de trading lanzó GlobtFTX: a los que aportaron 88 dólares, ahora les ofrecen un rendimiento mayor del 3,5% diario. Para los líderes de la pirámide, la culpa es de los medios por el “revuelo que armaron”.