Wade Wilson, de 30 años, fue condenado a la pena de muerte en agosto de 2024 por el brutal asesinato de dos mujeres en Florida en 2019. Apodado como el “Deadpool Killer”, Wilson llevó a cabo una serie de crímenes que comenzaron el 6 de octubre de 2019 y culminaron en un doble femicidio.
Según consignó un extenso reportaje de nuestro medio asociado, Perfil, las víctimas, Kristine Melton, de 35 años, y Diane Ruiz, de 43, fueron asesinadas en circunstancias violentas y crueles. Según la fiscal estatal adjunta Sara Miller, los crímenes fueron “sorprendentemente malvados y viles”.
El asesino también fue condenado por otros cargos, incluidos hurto mayor, robo y agresión.
El cruel asesinato de Kristine Melton
El 6 de octubre, Wilson conoció a Melton y su amiga Stephanie en un bar. Tras pasar varias horas juntos en la casa de un amigo, el hombre acompañó a Melton a su hogar en Cape Coral. Una vez allí, la estranguló mientras dormía.
El cuerpo de Melton fue descubierto al día siguiente, presentando signos de lucha. Wilson robó el auto de la víctima y huyó.
El brutal asesinato de Diane Ruiz
Usando el auto robado de Melton, Wilson cometió su segundo asesinato pocas horas después. Mientras conducía, encontró a Ruiz caminando por una calle en Cape Coral. La atrajo pidiendo indicaciones, y cuando ella intentó escapar, la atacó, golpeándola y estrangulándola.
Al darse cuenta de que Ruiz seguía viva, la empujó fuera del auto y la atropelló entre 10 y 20 veces.
El cuerpo de Ruiz fue hallado tres días después en un campo detrás de una tienda local. Presentaba múltiples heridas graves, incluyendo fracturas en casi una docena de costillas. La escena del crimen fue descrita como especialmente macabra.
El ataque a su exnovia
Después de los asesinatos, Wilson se dirigió a Fort Myers, donde atacó a su exnovia, Melissa Montanez. Durante el juicio, Montanez declaró que Wilson la golpeó y estranguló durante una discusión, y que él tenía intenciones de matarla y luego suicidarse. Finalmente, el sujeto huyó de Florida en el auto robado, pero fue arrestado dos días después en Ohio, tras irrumpir en la casa de una pareja de jubilados.
Confesiones y juicio
El juicio contra Wilson comenzó en 2022, después de varios retrasos. A lo largo del proceso, el hombre confesó los crímenes a su padre en varias llamadas telefónicas. Durante una de estas conversaciones, relató en detalle cómo había asesinado a Melton y Ruiz.
En su declaración, el padre de Wilson describió cómo su hijo le narró con frialdad cómo había atropellado a Ruiz “hasta que su cuerpo parecía espagueti”.
El juicio también reveló que Wilson ya había estado en prisión anteriormente y tenía un largo historial de abuso de drogas. Su defensa argumentó que Wilson sufría de trastornos mentales y problemas neurológicos derivados de múltiples traumatismos cerebrales.
Sin embargo, los fiscales rechazaron estas afirmaciones, sosteniendo que los crímenes no fueron producto de una enfermedad mental, sino de una búsqueda de poder y control.
Impacto en las víctimas y sentencia
Durante el juicio, los familiares de las víctimas hablaron sobre el dolor que los crímenes les habían causado. Zane Romero, el hijo de Ruiz, recordó cómo su madre estaba emocionada por asistir a uno de sus eventos escolares, pero nunca pudo verlo debido al asesinato. Otros testigos describieron el brutal ataque a Montanez, afirmando que Wilson no mostró remordimiento alguno.
Finalmente, el jurado no aceptó los argumentos de la defensa y Wilson fue condenado a muerte por los homicidios de Melton y Ruiz, donde podrá elegir entre la inyección letal (utilizada por defecto) o la muerte por electrocución.