Yuma Ogihara (a la izquierda) junto a un amigo.

Yuma Ogihara: la historia del japonés que se enamoró del completo y decidió venderlo en su ciudad

05 octubre 2024 | 07:20

Si hay una preparación favorita que es imbatible, es el completo, un verdadero clásico gastronómico que encanta a los chilenos. Puede ser por su sabor o sus maneras de preparación, pero nunca pasa de moda.

Y como no amarlo, puesto que en la mayoría de los hogares, este bocadillo ha acompañado la hora de la once de generaciones de familias.

Es tanto su popularidad, que atravesó las fronteras y recorrió los 17.332 kilómetros que separa a Japón de Chile, siendo un japonés que exportó el popular producto a tierras asiáticas.

Yuma Ogihara, originario de la ciudad de Nishinomiya, situada en la prefectura de Hyōgo, abrió un local bautizado con el nombre de “Once”, para ofrecer los completos italianos a 700 yenes (unos $4 mil pesos).

La primera vez que el joven Yuma probó un completo

Lo primero que define a Yuma es su curiosidad por recorrer lugares y degustar los platos autóctonos. De alma viajera, este japonés estuvo viviendo 8 meses en nuestro país, recorriendo Santiago, Viña del Mar y Concepción.

Decidido a que un país se le conoce mejor por su cocina, en especial de la comida callejera, este youtuber que tiene un canal llamado “Japonesito Yuma” con más de 70 mil suscriptores, decidió ir a probar lo mejor de la cocina nacional.

“Busqué en Google comidas callejeras, y ahí me di cuenta de que existían las sopaipillas, empanadas y completos”, cuenta a BioBioChile desde su casa en Nishinomiya.

El completo, como es un clásico de las mesas chilenas, era una comida que lo entusiasmaba por la combinación de palta, tomate y vienesa.

Así que un día, se dirigió al food truck “Grossos” instalado en la comuna de Recoleta, para probar uno de los completos italianos.

En ese sentido, Ogihara se llevó una sorpresa al comer un completo “XL”. Ahí en el lugar surgió la idea de abrir un negocio en Japón.

¿Qué opinión tienen los japoneses del completo?

Ogihara dice que la mezcla de palta y tomate no son raras para los japoneses, pues usualmente las sirven en sus comidas. “La palta es generalmente cortada en la ensalada, entonces que la palta esté molida, no cambia mucho”, sostiene.

“En el último tiempo vendí muchos completos y varios japoneses me dijeron que los completos están ricos”, añadió.

Aunque afirma que en Japón hay productos similares a los nuestros, los ingredientes tienen un sabor y una cremosidad muy distintos. “En Latinoamérica las paltas son buenas, la calidad es bastante superior que las que venden en Japón”, puntualiza a la presente redacción.


Sumado a esto, el japonés detalla que debió adaptar la receta chilena a los ingredientes japoneses.

Al respecto, la salchicha es de menor tamaño, mientras el pan es semejante al pan dulce que puede ser comprado en Chile.

Por otra parte, la mayonesa chilena es “más suave” debido al sabor de los huevos, en cambio, la mayonesa que venden en los supermercados de Japón es de un amarillo pálido, casi insípido.

La dispar suerte del completo chileno

A pesar del buen nombre del completo chileno, al chef Anthony Bourdain, le costó demostrar su cariño al sándwich criollo cuando lo probó en el 2009, en el Sibarítico, en Viña del Mar, un restaurante conocido por el tamaño de sus preparaciones.

Exactamente, aquello fue su primer inconveniente, ya que tras observarlo exclamó: “Oh por dios, es enorme”. A eso se suma que tuvo bastante inconvenientes para hallar la forma de dar el primer bocado, recogió una nota anterior de BBCL.

Esto, sin embargo, no le ocurrió a Yuma que degustó con emoción la preparación. “Para mí, el completo es muy abundante, viene con relleno y es grande. Mientras el hot dog, es muy chiquito”, explica, mientras recuerda que dijo ¡Wooh!, al dar el primer bocado a su completo italiano.

De hecho, Ogihara organizó una completada en Tokio para sus comensales que tuvo a algunos chilenos entre los presentes. En la instancia, los compatriotas comieron y se deleitaron con una preparación de Yuma. Claudia, quien vive actualmente en Tokio, comió uno de los completos italianos.

Sobre volver a reencontrarse con el sándwich, la chilena dijo que “estaba bueno, se echaba de menos comer un completo”.

En otra oportunidad, Carlos, un chileno que vive en Japón, visitó el local “Once” para probar un completo hecho con las manos de Yuma. En ese sentido, explicó que “el pan estaba espectacular, muy rico. No es como el pan de completo que venden en el supermercado, este estaba blando y a buena temperatura. El tomate era agradable y la palta estaba bien fresca”.