VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El falso ingeniero sudafricano Daniel Mthimkhulu fue condenado a 15 años de prisión y obligado a devolver más de 300 millones de pesos tras fingir tener un magíster y un doctorado, cuando en realidad solo tenía educación secundaria. Durante años, ganó alrededor de 160 mil dólares anuales engañando a la agencia ferroviaria estatal de pasajeros. Mthimkhulu fue detenido en 2015 después de trabajar 15 años en la agencia, donde supervisó un acuerdo millonario para comprar trenes de España que resultaron inútiles en Sudáfrica. El tribunal de Johannesburgo también lo encontró culpable de falsificar documentos para obtener un aumento salarial.

Desarrollado por BioBioChile

Fingió tener un magíster y un doctorado cuando sólo había terminado la educación secundaria. Se trata de Daniel Mthimkhulu, el ingeniero jefe de la agencia ferroviaria estatal de pasajeros de Sudáfrica (Prasa), quien durante años falseó sus títulos profesionales, lo que le permitió alcanzar un puesto de gobierno de alto rango en ese país.

Gracias a sus mentiras, el hombre de 49 años logró ganar alrededor de 160 mil dólares al año (unos 150 millones de pesos chilenos, lo que se traduce en 12,5 millones de pesos mensuales).

No obstante, ahora Mthimkhulu deberá pagar un alto costo por su engaño. Un tribunal de Johannesburgo lo condenó a 15 años de prisión y le ordenó devolver 326.000 dólares (más de 300 millones de pesos), parte del salario que ganó en su tiempo en Prasa.

De acuerdo a Business Insider, al falso ingeniero se le imputaron nueve cargos, entre ellos fraude y falsificación.

El sujeto fue detenido en julio de 2015 después de haber trabajado 15 años en Prasa, de los cuales cinco dirigió el departamento de ingeniería.

Para conseguir el importante puesto, Mthimkhulu mintió descaradamente en su currículum. Aseguró tener un máster de la Universidad Witwatersrand de Johannesburgo y un doctorado de una universidad alemana.

Error en proyecto de trenes lo dejó en evidencia

El engaño llegó a su fin cuando un error de ingeniería delató a Mthimkhulu. Como parte de su rol, debió supervisar un acuerdo de más de 100 millones de dólares para comprar docenas de trenes de España.

Sin embargo, cuando los trenes llegaron, notaron que eran demasiado altos para la red ferroviaria de Sudáfrica y no podían utilizarse.

Tras eso, las autoridades españolas investigaron una posible corrupción vinculada al acuerdo y descubrieron lo que había detrás: el hombre jamás había ido a la universidad, algo que Mthimkhulu admitió más tarde en una entrevista.

El tribunal de Johannesburgo también estableció que el hombre falsificó una carta de oferta de trabajo de una empresa alemana y la utilizó para negociar un aumento salarial en la agencia ferroviaria.

“Esto debería servir como lección a los posibles estafadores”, dijo el jefe de la Dirección de Investigación de Delitos Prioritarios de Sudáfrica, Seswantsho Godfrey Lebeya.

En tanto, Phindi Mjonondwane, portavoz de la Autoridad Nacional de Procesamiento (NPA), dijo que “el tribunal tuvo en cuenta la gravedad y la prevalencia del fraude, la pérdida financiera significativa para Prasa y la traición de Mthimkhulu a la confianza de su empleador”.