La vida del español Osel Hita da para varias películas y series. Con 39 años de edad, puede decir que pasó de ser la reencarnación de un Lama en la India a llevar una vida ligada a las fiestas y desenfreno de Ibiza.
De acuerdo al relato de la BBC, Osel es hijo de una pareja de hippies españoles, Francisco Hita y María Torres, quienes dejaron la isla del Mediterráneo para unirse al Budismo.
Durante un viaje por la India, ambos conocieron al Lama Zopa, quien les aseguró que su hijo recién nacido podía ser la reencarnación del Lama Yeshe.
Este último había sido uno de los primeros religiosos tibetanos que habían hablado de aquella religión en Occidente, durante los 70.
Tras aquello realizó una prueba, la cual cambió su niñez por completo.
“Cuando tenía 18 meses, me llevaron a India para hacer una de las pruebas principales. Pusieron muchos objetos diferentes, algunos de Lama Yeshe, y yo elegía siempre el correcto”, sostuvo.
“Además, reconocí a personas que jamás había visto y lugares en los que nunca había estado”, añadió.
El cambio de Osel Hita
Luego de unos años fue llevado hasta el monasterio de Sera Jey en Karnataka (India), donde empezó una instrucción mucho más estricta y alejada de sus padres.
Así pasó el resto de la niñez y adolescencia, hasta que un disco de Linkin Park determinó varias cosas.
“La primera vez que escuché a Linkin Park fue como ‘esto no es música, es solo ruido’. Pero después empecé a entender de qué hablaban las canciones: quiero ser comprendido, quiero ser reconocido, quiero ser amado”, expuso.
Hubo un cambio importante en la personalidad del joven, quien a los 18 años consiguió un permiso especial para ir a España a estudiar en un instituto local. Nunca más regresó a la India.
Durante varios años sufrió bullying, reconociendo además que le costaba integrarse a un estilo de vida más mundano.
“Recibí muchas cartas presionándome para que volviera. Era difícil porque quería que la gente fuera feliz, pero me di cuenta de que la felicidad de la gente no era mi responsabilidad”, indicó.
Fue así así como, tiempo después, volvió hasta Ibiza, donde tuvo otras dos experiencias que lo marcaron: la primera vez que bebió alcohol y cuando su madre lo llevó a una playa nudista.
Si bien él mismo confiesa que todo eso fue traumático en un inicio, con el paso del tiempo le sirvió para pensar de forma más independiente.
“Cada vez me volvía más rebelde porque me daba cuenta de que era supersano para mí”, señaló.
“Poco a poco empecé a salir más de fiesta, a involucrarme con los organizadores de fiestas de música electrónica, luego a organizar fiestas en Ibiza y me volví un poco gamberro. Un chico malo”, comentó.
De esta forma, Osel Hita completó 15 años viajando por el mundo e incluso vivió en la calle. Hoy sigue ligado a la religión, pero desde un punto de vista más mundano.
“Fui padre a los 32 años, y para mí es muy importante ofrecerle a mi hijo algo diferente, algo mejor, una relación sana. Todo lo que nunca tuve cuando era un crío”, concluyó.
