Nick Slocombe | Enterreno | U.de Chile

La larga carrera de Juan Parrochia, el arquitecto que diseñó el Metro de Santiago

24 agosto 2024 | 07:20

Si hay un hito reconocible para todo chileno, ya sea oriundo de Santiago o de región, es el Metro de Santiago. Siendo un transporte eficiente y limpio, su origen se remonta al trabajo de Juan Parrochia, que impulsó el proyecto en sus primeros años.

Este hombre, quien era arquitecto, realizó el diseño original de las primeras 15 estaciones de la red, la que se considera un orgullo nacional desde su construcción en 1969.

El tren, que empezó a funcionar primero con el tramo San Pablo–La Moneda en el año 1975, fue planificado por Parrochia, que demostró una visión de futuro, al elaborar un plan integral que contemplaba el Metro, la locomoción colectiva y las vías peatonales.

Aunque realizar esta obra, también involucró una ética de trabajo para liderar el equipo que hizo historia al construir el Metro, en un momento crítico de la movilidad urbana.

La preparación de Juan Parrochia

Quienes conocieron a Juan Parrochia, admiten que tenía un carácter fuerte y que aplicaba una estricta ética laboral, lo que permitió, a fin de cuentas, concretar la obra más grande del país.

Convencido que podía implementar un transporte público sustentable, acorde a la demanda vial de los años venideros, trazó un inédito plan para recolectar los datos técnicos necesarios para poner en marcha un sistema masivo de transporte.

Por esta razón, Parrochia que se había titulado de arquitecto en 1953, en la Universidad de Chile, quiso comprobar con sus ojos los metros de las principales ciudades de Italia, Alemania, Grecia, China y Estados Unidos.

El propósito de estos viajes era diseñar un tren metropolitano en Santiago, en una ciudad que tenía una densidad cada vez mayor.


A juicio de su esposa, María Mercedes Bravo, quien concedió una entrevista a La Tercera, su esposo contemplaba cada arista, para entregar lo mejor a nivel técnico. “Él era un urbanista que nunca dejó de lado lo humano. Cada solución se analizaba, se consultaba, se comprobaba. Tomaba muchos años. Traspasó eso a un equipo que preparó muy bien; envió a muchos a perfeccionarse en Francia. Pero lo más importante para él era no presentar un proyecto deshumanizado”.

En el transcurso de cuatro años, Parrochia recorrió las redes de metro y la infraestructura vial de 50 países, para elaborar la concepción de lo que es hoy el Metro.

Manos a la obra

Una vez que regresó al país en 1957, Juan Parrochia, entró al Ministerio de Obras Públicas, para trabajar activamente en una comisión multisectorial que buscaba construir un tren subterráneo.

Para 1960, fue elegido jefe del Plan Intercomunal de Santiago, la instancia que sirvió para “orientar el crecimiento futuro de la ciudad”, indica el sitio web Memoria Chilena. Después de cuatro años, recibió el encargo de dotar al plan, un medio de transporte masivo.

También al trabajar en el Estado, Parrochia encabezó una serie de proyectos que vieron la luz y que hoy son parte de la visión sustentable que tenía de la ciudad. Por ejemplo, algunas de sus ideas sirvieron para construir el Aeropuerto Pudahuel, la Autopista Central, la rotonda Pérez-Zujovic y la circunvalación Américo Vespucio, entre otros.

Conjuntamente, a estas obras públicas que encabezó en el sector público, sin duda, el Metro de Santiago guarda el lugar de honor.

Alberto Gurovich, profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, afirmó al sitio web de la casa de estudios que “Juan Parrochia tuvo la gracia no solo de empujar, transformar, convencer y buscar financiamiento, sino además una labor increíble de formación de un equipo técnico de muy alta calidad, de interdisciplina con geógrafos, ingenieros agrónomos, economistas, arquitectos de muchas especialidades organizados en torno a su figura como gestor del proyecto”.

Inaugurado en 1975, el plan original del Metro creado por Parrochia, consideró en un primer bosquejo que la Línea 1 no avanzaba hacia el oriente por Avenida Apoquindo sino que por Las Condes.

Mientras que las Líneas 2 y 3 intercambiaron su proyección hacia la zona norte.

Incluso, en un principio la Línea 6 enlazaba el sector de Providencia con el Aeropuerto Pudahuel, y la Línea 4 se extendía hacia San Bernardo desde Estación Central, mientras la Línea 5 avanzaba hacia Quilicura por el norte.

El sueño hecho realidad

Con una inversión de 780 millones de dólares, las obras del tramo San Pablo–La Moneda de la Línea 1 y del Taller Neptuno, comenzaron el 29 de mayo de 1969.

No obstante, la red inició sus operaciones el 15 de septiembre, del año 1975.

Paulatinamente y a medida que avanzaban las obras, año a año, el Metro inauguraba una nueva extensión, con la apertura de nuevas estaciones.

Con esto, el trabajo de Parrochia destacó por entender la movilidad y el trazado del tren subterráneo, que para él era la amalgama en que se unió el desarrollo urbano y el interés de entregar un servicio de calidad que pone a las personas en el centro.

Es justo su visión que forman parte de los valores institucionales de Metro en la actualidad. “El Transporte Metropolitano no solamente es un problema que debe resolverse para dar satisfacción a una necesidad de traslado entre un punto de origen y un punto de destino, es también un ‘termómetro’ que nos mide el estado de salud de esa metrópoli”, afirmó en sus propias palabras.

Para Alberto Gurovich, Parrochia destacó por la envergadura de la obra que planificó por tener “una forma de trabajar y escuchar que le permitió pensar la movilidad proyectándola en el tiempo, imaginando el futuro desarrollo de la ciudad”.

El arquitecto que soñó con el Metro, falleció de causas naturales, en el año 2016.

Metro de Santiago: El legado de Juan Parrochia

Referente a la trayectoria profesional, Juan Parrochia, fue el primer Director General del Metro de Santiago.

Aunque permaneció un año en el cargo, renunció tras discutir con un ministro, consigna el perfil escrito por el periodista Roberto Farías, en el libro conmemorativo de Metro.

En 1996, recibió por primera vez el Premio Nacional de Urbanismo, que entrega el Colegio de Arquitectos.

Sin embargo, pese al gran logro que significó construir el Metro, Parrochia sintió, en sus últimos años, que el desarrollo urbano se detuvo por el diseño de las autopistas urbanas en plena década de los 90.


“En un momento, Parrochia dijo, me arruinaron la obra, porque lo que él buscaba era un equilibrio entre el transporte público y el transporte privado”, afirmó la exprofesora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, María Isabel Pavez.

Finalmente, una escena que describe el sentir del arquitecto sobre su obra, fue en la ocasión en que acompañó a un colega francés a ver las obras de la estación Cal y Canto, momento en que afirmó: “Este metro es muy lujoso para un país subdesarrollado”.

Parrochia, fiel a su estilo, le retrucó: “¡con los recursos de que disponía hice lo mejor de lo mejor, pues eso es lo que los chilenos se merecen!”.