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La tatuadora chilena Paulina Aballay viaja por el mundo transformando cicatrices femeninas en obras de arte, destacando por su técnica de línea fina combinada con puntillismo y diseños de naturaleza. Con un enfoque personal y emocional, busca ayudar a las mujeres a "hermosear" sus cicatrices y sentirse a gusto con su imagen, especialmente tras cirugías como mastectomías y cesáreas. Aballay destaca la importancia del trato con sus clientas, quienes, en algunos casos, han esperado años para realizar estos tatuajes por vergüenza.
Las cicatrices pueden generar inseguridad en quien las lleva. Pueden significar también recuerdos de un evento que pudo ser traumático, por lo que muchas personas recurren al maquillaje o incluso a los tatuajes para cubrirlas.
Paulina Aballay, tatuadora chilena, se dedica a ello, y ha traspasado la frontera nacional haciéndolo. De hecho, tal como lo ha dejado en evidencia en su cuenta oficial de Instagram, estará en Estambul a fines de este mes, y en Dubai la primera semana de agosto.
“La mayoría de mis clientas son mujeres, entonces me llegan hartas consultas para tapar cicatrices de implantes, reducción mamaria, abdominoplastías, cesáreas, mastectomías, entre otras muchas más”, detalla la artista.
Tatuadora chilena recorre el mundo tatuando cicatrices femeninas
Poly, como se hace llamar en sus redes, agrega que ese gran porcentaje de clientas se tatúa cicatrices que no son visibles para el resto, por lo que resulta en un proceso muy personal pues “no tiene que ver con cómo las ven los demás o con taparlas para el resto, sino que es ‘hermosearlas’ para ellas“.
“(Es) para mirarse al espejo y ver algo que les agrada en lugar de una una incomodidad que les recuerda algo que no fue grato en su momento. Ver el resultado, y que para ellas es realmente un cambio súper importante, es muy gratificante“, expresa la Aballay.
Los tatuajes de Paulina destacan por su técnica: línea fina combinada con puntillismo, sólo tinta negra y diseños de naturaleza, tales como flores y fauna. También realiza ciertos ornamentales, pero en estilo más minimalista.
De hecho, respecto a su técnica y ejecución en sí, Paulina cuenta que estudió bastante cuando se encontró con estos casos particulares. Sin embargo, destacó que lo más importante es el trato con las y los clientes.
“Aunque siempre es importante para un tatuador que tu cliente esté feliz con el resultado, cuando son casos así, hay una emoción más grande involucrada. He tenido varias clientas que llevaban años pensando en tatuarse, y no lo hacían porque les daba vergüenza que alguien más las viera“, relató la artista.
“Es un trabajo importante, y súper bonito para mí al menos. Siempre estoy haciendo el llamado en mis redes sociales a que me contacten si quieren hacerse algún tatuaje de este tipo, siempre tienen prioridad para mí y me ajusto al presupuesto que mis clientas tengan”, confesó.
Actualmente, el cáncer de mama es el más frecuente entre mujeres a nivel mundial, siendo parte de sus tratamientos la mastectomía: operación que extirpa parte o la totalidad del tejido mamario dejando una gran cicatriz.
Otra de las cirugías comunes en mujeres son las cesáreas, que en Chile representan el 59% de los partos. Este procedimiento también deja una notoria cicatriz en la zona, en la cual Paulina también suele trabajar como se mencionó anteriormente.
