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Bubbles, el famoso chimpancé que fue mascota de Michael Jackson, tiene actualmente 41 años y vive en un santuario de animales en Florida, Estados Unidos. Aunque disfrutó de la fama en la mansión del \\'Rey del Pop\\' y participó en grabaciones, giras y videoclips, su vida tomó un giro complicado al ser enviado a otro rancho, donde incluso intentó suicidarse debido al estrés. Finalmente, Bubbles encontró un hogar seguro en el santuario, donde vive en libertad y es cuidado por un equipo de profesionales. Su calidad de vida es destacada, ya que puede interactuar con otros animales y disfrutar de su entorno natural.

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Uno de los aspectos poco conocidos de Michael Jackson fue cariño por los animales. Una de sus mascotas más recodadas es Bubbles, el famoso chimpancé del cantante que actualmente tiene 41 años y vive en libertad en un santuario de animales ubicado en Florida, Estados Unidos.

Pese al fuerte lazo que tuvo con el pequeño mono, el ‘Rey del Pop’ no pudo criar al animal después de alcanzar la adultez. Además, su estadía en la vivienda del artista se volvió más compleja tras el nacimiento de su tercer hijo, dado que Jackson temía que el primate podría dañar al recién nacido, consignó el medio RPP.

El chimpancé, nacido en abril de 1983, capturó la atención del público gracias a su rol en la industria musical. Este simio no solo estuvo presente en Hayvenhurst, la mansión de Michael Jackson, durante las grabaciones de los demos de los icónicos álbumes ‘Thriller’ y ‘Bad’, sino que también brilló en el escenario durante el Bad World Tour, una de las giras más exitosas de Jackson entre 1987 y 1989.

Además, el animal dejó su huella en el mundo del cine al aparecer en el videoclip de ‘Liberian Girl’, compartiendo pantalla con celebridades como John Travolta y Steven Spielberg. Su popularidad fue tal que en 1988, el artista Jeff Koons lo inmortalizó en una figura de porcelana, inspirado por la especial relación del animal con el ídolo pop.

La vida del chimpancé tomó un giro cuando se mudó al rancho Neverland en 1989, donde disfrutaba de la libertad y la compañía de las estrellas que visitaban a Jackson. Sin embargo, no todos fueron fanáticos de Bubbles; Freddie Mercury, líder de Queen, mostró su descontento con el chimpancé durante una sesión de grabación, marcando otro incidente notable en la vida del famoso primate.

Figura de porcelana "Michael Jackson y Bubbles"
Agencia EFE

El intento de suicidio del chimpancé tras alejarse del cantante

La vida del primate no ha estado exenta de dificultades. A medida que crecía y ganaba peso, su permanencia en el rancho Neverland se volvió cada vez más complicada. La preocupación de Jackson aumentó con el nacimiento de su hijo Prince Michael II en 2002, temiendo que el mono pudiera lastimar al recién nacido, lo que llevó al cantante a tomar la decisión de enviarlo al rancho de Bob Dunn.

Sin embargo, la estancia en el rancho no fue pacífica para el chimpancé, quien fue encontrado en estado crítico poco tiempo después de su llegada. Reportes de medios internacionales indicaron que el animal había intentado suicidarse debido al estrés en el nuevo ambiente. Ante esta alarmante situación, Jackson optó por confiar a Bubbles a un entrenador de su confianza.

Finalmente, el primate fue trasladado a un santuario en Florida, Estados Unidos, donde actualmente vive en libertad. Allí, comparte su hogar con otros primates famosos, como la orangutana Popi, conocida por su aparición en la película “Duro de matar”, y el orangután Tango, famoso por los comerciales del refresco Tang. Este santuario se convirtió en un refugio seguro donde Bubbles puede disfrutar de una vida más tranquila y adecuada.

El presente de Bubbles, el mono de Michael Jackson, en un santuario de animales

Patti Ragan, directora del centro de simios en Florida, ha compartido detalles con TMZ sobre la actual vida de Bubbles, el chimpancé que fue compañero del fallecido “Rey del pop”.

“Bubbles tiene mucha libertad en el santuario. Es capaz de explorar túneles, construir un nido bajo un árbol, hacer siestas diarias al mediodía y de vez en cuando incluso pinta”, explicó Ragan.

El portal de noticias informó que Bubbles es revisado “periódicamente” por un equipo de veterinarios y cuidadores, con un costo anual de 30 mil dólares (cerca de 28 millones de pesos chilenos). Estos cuidados son cruciales, considerando que el primate se acerca al promedio de vida máxima de su especie, que es de unos 50 años.

Según TMZ, Ragan describe al famoso residente como un chimpancé “amigable que interactúa bien con los visitantes y otros animales”, incluyendo a sus compañeros chimpancés: Oopsie, Boma, Ripley, Kodua y Stryker. Además, se asegura que “Bubbles no muestra ningún signo de abuso en el pasado”, lo que subraya la calidad de vida que ahora tiene en el santuario.