Ximena Olavarría es una de las chilenas que más camino se ha abierto en el mundo del diseño de vestuario. Sus creaciones han sido exhibidas en pasarelas de París y Nueva York, a lo que suma haber colaborado en Chile con Denise Rosenthal y Antonia Zegers.
En su trayectoria también cuenta con ser docente de jóvenes talentos, además de la constante búsqueda por llevar sus emociones al vestuario, cosa no sencilla.
En conversación con BioBioChile, Ximena habló de lo que es su carrera e ideas a corto plazo, las cuales combinan el seguir mostrando su trabajo en las principales ciudades.
En este sentido, su primicia es continuar ejerciendo en alianza con artesanos y emprendedores nacionales.
“Es el arte del oficio, del oficio manual. El oficio, la artesanía que tiene la alta costura. La idea es traerla al presente. Básicamente es eso, y que bueno que se siga haciendo eso, porque por Dios, cómo se está muriendo la artesanía en todo aspecto”, expuso.
“Los oficios se están perdiendo, la tecnología no es perfecta. Yo no estoy en desacuerdo con la tecnología, pero por Dios, que no perdamos el foco, o sea, vayamos a la par”, agrega.
Incluso recalca que, como docente: “Estoy guiando a nuestros estudiantes para que no solamente vayan por el área de la tecnología, sino que vayan también por el área del oficio, que no se pierda. Yo soy una precursora del del saber hacer. Y es lo que también intento impartir en las clases que estoy dando en mi universidad”.
En la conversación, la diseñadora asegura que tanto París como Nueva York son ciudades que le obsesionan en el campo de la moda, básicamente por lo distintas que son.
Olavarría ha logrado llevar sus diseños a la principal ciudad de Estados Unidos, donde reconoce que ha tenido diversas sensaciones.
“Fui el año pasado a Nueva York. Mi experiencia fue controversial, estuvo bien porque me retroalimenté en comparación a París”, señala.
“Presenté trabajos para el Fashion Week. Pero este año no podré, porque estoy comprometida con el trabajo, hay alfombras rojas, trabajo con Antonia Zegers, la Denise Rosenthal, además estoy de docente. Es probable que el próximo año regrese”, añade.
No obstante, en la misma conversación sostiene que sigue sintiéndose más atraída por la capital de la moda en Europa.
“Es difícil decirlo sin herir suceptibilidades, porque París y Nueva York son como agua y aceite. París es muy clásico, mientras que Estados Unidos es mucho más color, más sabor”, asevera.
“Nueva York es una pasarela con mucha iluminación, tu vez chicas de todos colores. En cambio, tu pasas por los Campos Eliseos (París) y ves chicas maravillosas con trajes, carteras, todo muy chico, prolijo, sin extensiones, todo muy cargado, pero no deja de ser menos visual”, agrega.
“No podría decir que me quedo con una por sobre otra, aunque sí me volví loca en París, yo veía mis vestidos en París. Pero Nueva York tiene todo lo otro, porque las culturas se diferencian y entrelazan”, enfatiza.
Asimismo, también es clara en sostener que hay una tarea pendiente para los diseñadores latinoamericanos, en cuanto a dar a conocer sus trabajos.
“Creo que cada artista, diseñador, presenta según sus sentimientos, emociones, y lo plasma en el vestir y en el ícono que va a mostrar su diseño. Todo lo que él trae en mente”, exclama
“Es un ir y venir de las emociones de cada diseñador. Actualmente hay mucho preocupación por temas como el maquillaje, cabello, uñas, etc, quizás debe haber más presencia de artistas latinoamericanos en las grandes ciudades”, concluyó.
Por estos días Ximena Olavarría se encuentra finalizando los detalles de uno de los principales trabajos de su carrera.
Los detalles podrás conocerlos en BioBioChile dentro de los próximos días.