La secta creada por David Berg, llamada los Hijos de Dios, empezó como un grupo hippie que practicaba sexo promiscuo, siendo la mayoría adolescentes que estaban bajo las órdenes de un predicador evángelico que distorsionaba la palabra de Jesús.
A su vez, Berg permitió que el incesto y el abuso a menores fuera una práctica habitual para aumentar los miembros del clan. Por ello, sus discursos y textos eran seguidos al pie de la letra, pues Dios lo había elegido para reunir a sus corderos, según su propia fe. Aunque el mismo fue acusado por pedofilia, tras agredir a un miembro de su propia familia.
“No hay nada malo en el mundo con el sexo siempre que se practique con amor. ¡No importa con quién (sea) o qué edad o qué pariente o de qué manera!”, mencionó el fundador en una carta publicada en 1980.
El origen de los Hijos de Dios
Recordemos que los Hijos de Dios iniciaron sus actividades en 1968, pero a raíz de las investigaciones relacionadas con la poligamia, violación e incesto, además de delitos financieros, los miles de miembros se asentaron en Latinoamérica y Europa.
Una parte importante para conocer cómo operaba el grupo, era la fuerte influencia de las Cartas de Mo, como se hacía llamar Berg entre sus fieles. En él describe una serie de acciones basadas en la Ley del Amor. Sin embargo, lejos de una doctrina que abogue por el cariño hacia los otros, era una maniobra para ocultar los abusos sexuales.
En una entrevista para The Guardian, Michael Young, que integró las filas del grupo puntualizó que: “La Ley del Amor es una doctrina que pretende justificar y ocultar la explotación sexual”, explicó Young. “Está hecho para que otras personas se sientan obligadas a entregar sus cuerpos a las llamadas necesidades sexuales de los demás. Que tu cuerpo no es tuyo; se supone que debes entregárselo a Dios”.
Por esta razón, en 1978, Berg disolvió los Hijos de Dios, ya que 300 de sus lugartenientes se negaron a aceptar las prácticas sexuales inapropiadas para reorganizarse después en la “Familia del Amor”.
De acuerdo con Infobae, En “La Familia” era común el “Flirty Fishing” (pesca coqueta) que se extendió desde 1974 hasta 1987. Esto se trataba cuando las mujeres que pertenecían a la secta, procuraban captar a nuevos reclutas, mediante una visión distorsionada de la sexualidad, pues ellas ocupaban el flirteo y el sexo para asegurar nuevos adherentes a la causa, siendo ellas un “anzuelo” capaz de colmar los deseos de su fundador.
El testimonio de Joaquin Phoenix en los Hijos de Dios
Por otra parte, el actor de “Joker”, Joaquin Phoenix, sostuvo en una entrevista que su familia, junto a sus hermanos, River, Rain, Liberty y Summer, pertenecieron al culto hasta 1978.
“Creo que mis padres pensaron que habían encontrado una comunidad que compartía sus ideales. Los cultos rara vez se anuncian como tales. Por lo general, alguien dice: ‘Somos personas de ideas afines. Esta es una comunidad’, pero creo que en el momento en que mis padres se dieron cuenta de que había algo más, salieron”, expresó a Playboy.
Aunque el mayor de los Phoenix, River, que por entonces había protagonizado Stand by Me y My Own Private Idaho, se sinceró durante el tiempo vivido en la secta, incluso había tenido su primera y traumática experiencia sexual, la cual bloqueó. Sostuvo que fue “completamente célibe desde los diez hasta los catorce años”, recogió el medio LA Weekly.
En paralelo, el mensaje que predominaba al interior, era sobre un supuesto amor al prójimo. “Para los puros todo es puro siempre que se haga con amor”. Mientras exacerbaba a las comunidades con el siguiente mensaje: “Dios ama el sexo, el diablo lo odia”.
La supuesta iluminación de David Berg
Desde entonces, la figura de Berg, ocupó las portadas de diarios, por las múltiples acusaciones de pedofilia durante los años en que su organización estuvo activa. Como una manera de recibir a sus miembros, cada uno tenía un nombre bíblico, al igual que Berg cuyo nombre en el grupo era Moisés David.
Según recoge El País, Berg estuvo prófugo en Tenerife durante tres años. Ahora bien, utilizó como base de operaciones Canarias, para expandir sus redes de poder.
“Una noche papá tuvo una revelación y vio pasar por delante de sus ojos unas letras rojas que decían Tenerife. Buscó en un atlas y vio que estaba en las Islas Canarias y supo que el Señor quería que fuera allí. Mientras estuvieron en el hotel había muchas camareras y otras personas se acercaron a ellos y papá sintió que quería evangelizarlos”, indicó un seguidor en el documental The Love Prophet and the Children of God.
En el lugar, las fiestas nocturnas eran frecuentes y el líder incentivó la “pesca” para atraer a nuevos miembros.
De hecho, el diario español describe que la etapa en Canarias marcó un antes y después, ya que su esposa, Karen, tuvo un hijo considerado un mesías. Asimismo, el niño conocido como Davidito, era el heredero de la “Familia”.
A renglón seguido, la imagen del niño inspiró un truculento manual de pornografía infantil publicado en 1982, cuando la organización imprimió copias del libro, que contaba con varias fotografías y estampado en oro. El tomo de 762 páginas cuenta la vida de Davidito y “estaba destinado a ser un manual de crianza infantil para familias”, mencionó un reportaje de Rolling Stone.
Por otra parte, Jonathan Watt, que fue criado en una comuna asentada en Escocia, detalló en una entrevista a BBC Mundo que “la única manera que se puede mantener una secta de culto es manteniendo el control total. Estás viviendo en un mundo dentro de otro mundo. No tienes contacto con la vida exterior”, aseveró Jonathan.
La caída de los Hijos de Dios
En los años 70 y 80, el culto creció tanto que llegó a tener cerca de 10.000 miembros alrededor del mundo. Pero las investigaciones estrecharon el cerco del líder, que finalmente murió en 1994.
Sin embargo, la exesposa asumió el poder junto a su nuevo marido Steve Kelly. Así, en 2009, anunciaron que el fin del mundo, que era una de las tantas mentiras que promovían, no llegaría después de todo.
Es más, las antiguas prohibiciones se levantaron, para que los miembros pudieran dejar la rigidez del sistema impuesto. De acuerdo con el testimonio de una antigua miembro, dejar la institución le provocó verdadero pánico.
“Ahora siento que he desperdiciado gran parte de mi vida. No me arrepiento de nuestra obra misional, pero sí de no haber tenido una educación adecuada y de estar tan restringidos en lo que elegimos hacer con nuestras vidas”, dijo a The Guardian.
En la actualidad, se calcula que la Familia tiene cerca de 2.500 miembros en 80 países.