Hace algunos días se volvió viral en redes sociales la historia de un profesor chileno llamado Patricio Vilches Guerrero, quien viajó kilómetros para matricular a sus alumnos en la Provincia de Petorca (Región de Valparaíso).
En su video, que tiene casi un millón de reproducciones en TikTok, él mismo sostiene que intenta dar una ayuda a los apoderados, que muchas veces no pueden cumplir con el trámite, para a su vez asegurar la enseñanza de los niños.
“Sé que esto va a parecer muy loco, pero ando matriculando casa por casa. Es más práctico para mí porque la mayor parte de mis apoderados tienen animales. Entonces es bien esclavizante ese trabajo y es mucho más práctico que vaya yo a su casa, a lo Cantinflas”, indicó.
El registro se llenó de felicitaciones hacia el educador, resaltando la vocación que ha tenido durante los últimos años en la zona rural de aquella región.
Historia del profesor viral de Petorca
Patricio Vilchez accedió a contar su historia a BioBioChile, señalando que él es de la comuna de Cabildo, mientras que la escuela se encuentra en la zona de Guayacán, en la Provincia de Petorca.
De hecho, nos comenta, en Cabildo son varios los profesores que cumplen tareas similares, realizando clases en lugares como La Mora, Las Puertas y Alicahue.
“Mi idea es poder apoyar a las madres, porque muchas de ellas son crianceras, entonces tienen animales y se les dificulta mucho poder salir de casa”, indicó.
“Intenté contribuir, porque nosotros somos una comunidad pequeñita. Entonces yo ya había llenado las fichas de matrículas, todas estaban actualizadas. Entonces era ir a que firmaran los documentos”, añadió.
“Entonces se me hacía más fácil a mí hacer todo el recorrido, porque hay muchas familias que viven retiradas, y así terminar el proceso lo antes posible”, contó.
En este sentido, el profesor sostuvo que en su escuela la asistencia es de casi el 100% durante el año, situación que tiene bastante contenta a dicha comunidad.
“Mi relación con los alumnos es muy bonita, porque es un ambiente más familiar. Solamente son 11 estudiantes este año, por lo que es un aula multigrado. Hay alumnos de Primero a Sexto Básico, todos compartiendo en la misma sala”, expuso.
“Hay niños de integración, hay una niñita con Síndrome de Down, hay un niño con autismo, hay uno con parálisis cerebral. Entonces aparte de la diversidad en las edades, también hay diversidad en las capacidades. Todos aprendemos de todos”, añadió.
“De esta forma hay un ambiente muy familiar, con las ‘tías’, otras docentes, asistentes. Esa dinámica de escuela unidocente se trabaja desde la familia. Es muy bonito”, expresó.
Asimismo, el profesor sostiene que suele conversar bastante con los apoderados de sus alumnos, para fomentar la que enseñanza sea continua.
“La idea es que nos unamos, para que en conjunto podamos ir apoyando a nuestros niños en pos de la equidad. Que es una bandera de lucha que tengo, que mis niños, a pesar de que son poquitos y viven en zonas apartadas, puedan tener las mismas oportunidades que otros en la ciudad”.
“De hecho, el lema de nuestra escuela es una frase de Eduardo Galeano, que dice: ‘Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo"”, concluyó.