A fines del siglo XIX el Estado de Chile llevó a juicio a una sociedad de brujos de Ancud, acusados de varios crímenes. Esta es la historia.
Hablar de Chiloé es referirse a leyendas, tradiciones y costumbres ligadas a la magia de sus tierras. No obstante, pocos saben que en ese lugar, a fines del siglo XIX, el Estado de Chile llevó a juicio a un grupo de brujos de Ancud.
En estricto rigor, se trataba de una sociedad de brujos que operó de forma secreta en aquella zona por bastantes años, la cual fue acusada de crímenes como asesinatos, brujería y torturas.
De acuerdo al portal Memoria Chilena, en la época de la Colonia Española muchos pueblos originarios de la isla grande adoptaron el Cristianismo, sin embargo, hubo algunos que conservaron sus tradiciones y ritos.
Entre ellos habían varios que tenían conocimientos sobre el uso de plantas, como medicina o veneno, dependiendo del caso. Sin embargo, aquello se llevaba a cabo de forma oculta, para evitar ser culpados de Brujería.
Con el paso de los años se creó una agrupación conocida como ‘La recta provincia’, quienes a su vez eran dirigidos por un clan denominado como ‘La Mayoría’.
Se dice que el inicio de todo esto está ligado al mito del piloto José de Moraleda, quien desafió en aquella zona a la machi Chilpilla. La mujer habría ganado aquel duelo, dejando el barco del español totalmente seco, por lo que él mismo le regaló su libro personal de magia.
Juicio a los Brujos de Chiloé
Pasaron muchas décadas y todo indica que ‘La recta provincia’ ganó poder en la isla. Aquello contrastaba con la poca presencia que el estado de Chile tenía en el sur, por esos años.
Sin ir más lejos, hacia fines del siglo XIX, esta se había instalado como una especie dd ente con, funcionarios que reglaban el uso de la magia en Chiloé, aparte de poseer un “tribunal de la raza indígena”.
“Su influencia se extendía a gran parte de la población campesina del archipiélago, la que presentaba ante ella sus demandas. Éstas generalmente se relacionaban con sanaciones y denuncias de brujería, ante las cuales la Mayoría dictaba comúnmente sentencias que podían ir desde el exilio hasta la muerte del brujo”, detallaban.
Fue así como, en 1880, el gobernador Martiniano Rodríguez decidió llevar a juicio a los denominados ‘brujos de Chiloé’. Este proceso se extendió por un año, en el cual los integrantes de la sociedad estuvieron en prisión.
El proceso terminó y se les condenó a cárcel por el delito de asociación ilícita. No obstante, estuvieron poco tiempo detrás de las rejas, al no corroborarse crímenes como asesinatos.
Si bien su tiempo en las sobras fue corto, expertos aseguran que el grupo se desarticuló y muchos huyeron de la isla hacia el norte del país.
Nunca más se volvió a hablar públicamente de ellos, aunque en la creencia popular siempre se les relaciona con leyendas ligadas a la brujería y hechicería.