La enfermera británica, Lucy Letby, fue declarada culpable por el asesinato de siete bebés y del intento de asesinato de otros seis en un hospital de Chester, en Inglaterra.
Durante el juicio, las pruebas presentadas por la Fiscalía indicaron que Letby acabó con la vida de cinco niños y dos niñas a través de una inyección de aire con una jeringa intravenosa mientras trabajaba en el centro sanitario de Countess.
Disfrutaba al “jugar a ser Dios”, dañar a los bebés y luego ser la primera en alertar a sus colegas sobre su declive, comentó en el juicio el fiscal a cargo del caso.
La mujer, era sospechosa de los crímenes desde 2018, año en que fue detenida por primera vez. Posteriormente, fue arrestada de nuevo en 2020 y acusada por la policía tras recibir la autorización de la Fiscalía de la Corona, la cual presentó 22 cargos contra ella.
Las declaraciones en su contra
Según el medio Independent, en 2022, una de las madres afectadas señaló que Letby le dio ánimos en el hospital tras ver el estado de su pequeño, y le manifestó “confíe en mí, soy enfermera”.
La madre también señaló ante la corte que el día siguiente a este suceso, la enfermera trató de atacar al gemelo del primer afectado.
La sentencia de Lucy Letby
El tribunal la declaró culpable del intento de asesinato de otros seis bebés con métodos que incluían, además de la inyección de aire, el envenenamiento con insulina o la administración de cantidades de comida excesivas.
Los cargos por lo que ha sido condenada corresponden al período entre junio de 2015 y junio de 2016, cuando se produjeron varios fallecimientos por causas inexplicables de recién nacidos en el hospital Condesa de Chester.
En 2018, el caso conmocionó al Reino Unido desde el momento en que las sospechas de las muertes comenzaron a recaer sobre la enfermera.
El próximo 21 de agosto el Tribunal de la Corona de Manchester dictará la sentencia de quien se convirtió en la asesina de infantes más prolífica de la historia del país Europeo.
El historial profesional de Letby
La profesional del área de la salud, trabajó como estudiante en prácticas en el centro público durante tres años, antes de terminar sus estudios en la universidad local y especializarse como enfermera infantil.
Desde entonces, la condenada trabajó en la unidad neonatal, especializada en bebés que requieren distintos niveles de cuidados.
Antecedentes del caso
Cada año, esta unidad atiende a unos 400 bebés, pero desde finales de julio de 2016 dejó de admitir a niños nacidos antes de las 32 semanas de gestación, momento desde el cual no se registraron más muertes.
Un informe publicado en 2017 por el Real Colegio Médico de Pediatras y Salud Infantil concluyó que no existía “ninguna causa” que explicase el aumento de muertes en la unidad registradas a partir de 2014.
Este año, tres recién nacidos murieron, mientras que en 2015 lo hicieron ocho y en 2016 seis.