Eliana Edith Ortega tenía el sueño de ir a Nueva York y emprendió el viaje desde su natal Ecuador para instalarse en la Gran Manzana el 2014, sin pensar que los piojos serían su forma de ganarse la vida 8 años después.
Lograr el sueño americano no es algo fácil en Estados Unidos y esta ecuatoriana lo vivió en carne propia. Para sustentar a su familia llegó a tener 3 trabajos, sin embargo, un día todo cambió.
Cuando creía que ya no podía más, encontró la clave para poder obtener un trabajo que le diera el dinero que necesitaba, pero que también le permitiera manejar sus tiempos.
Ese trabajo era sacar los piojos, algo que para muchos es impensado, pero que para ella se convirtió en la forma de sobrevivir en Estados Unidos, amasar una fortuna y codearse con la alta sociedad de ese país. Conoce la historia de Edith aquí.
¿Cómo terminas sacando piojos en Nueva York?
Cuando Eliana Edith Ortega se mudó a Nueva York, fue junto a su hija de 8 años y sin saber inglés. Comenzó en la gran manzana lavando platos en un restaurante, limpiando casas y entregando volantes en la calle.
Confesó a Univisión que, en esos años, su hija era el motor que la hacía trabajar constantemente, indicando: “Yo lloraba todos los días… Miraba el cielo, mi hija pequeña, y yo decía ‘Dios mío, pon algo, no sé, pon algo en mi camino, algo porque así no puedo vivir”.
Cuando estaba al límite, encontró un trabajo que le pareció inusual: una compañía que ofrecía un servicio muy especial, matar piojos en las escuelas.
Le ofrecieron 25 dólares la hora para trabajar en el periodo luego de la Navidad, que es cuando los niños vuelven al colegio y comienzan los brotes.
Indicó al respecto que “sí me sorprendí. Me sorprendí porque nunca me había imaginado que era un trabajo. Y también pensaba, igual que todo el mundo piensa aquí, ¿en Estados Unidos hay piojos?”.
Eso porque los piojos están en todas partes y en la mayoría de los niños, sin importar en qué ciudad viven incluso la clase social, y ahí fue precisamente donde Eliana encontró un nicho para desarrollar su negocio.
Un nuevo trabajo, una nueva vida
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, cada año se contagian desde 6 a 12 millones de niños, de tres a 11 años de edad.
Eso para Eliana fue una oportunidad, ya que luego de trabajar dos meses en la compañía, se fue al estado de Florida y tomó un curso profesional de tratamiento contra piojos.
Con el conocimiento adquirido, volvió a Nueva York y fundó Larger Than Lice, su propia empresa que trata la pediculosis.
Aunque sí contó que, al principio, las cosas no fueron fáciles para ella. Afirmó que pasó por muchos colegios buscando un contrato, sin embargo, todos tenían ya contratado el servicio.
Otro problema que acarreó fue que su inglés no era el mejor y comunicarse al principio era complejo, sin embargo, decretó que lograría salir adelante, y así lo hizo.
Sacando piojos a las familias de Nueva York
Telemundo señaló que con champú y el peine de metal que tanto hace sufrir a algunos, comenzó a recorrer Nueva York buscando clientes, hasta llegar a los lugares más exclusivos de Manhattan, algo que destacó que sólo había visto en las películas.
“Tenía miedo de caminar en el piso de esas casas porque nunca había estado en tanto lujo. Cuando yo entraba era toda tímida, nerviosa, no sabía dónde colocar mis cosas. Hasta me daba pena pedirles que me prestaran el baño”, declaró la emprendedora.
Pese a ello, su oficio se convirtió en un lucrativo negocio que sólo tuvo una baja en 2020, debido a las restricciones por el covid-19.
Según indicó, la pediculosis es mucho más frecuente en Estados Unidos de lo que cualquiera llegaría a pensar. De ahí que su negocio haya crecido, al punto que puede llegar a ganar cinco mil dólares en un día, considerando que su tarifa es de 500 dólares por cabeza.
Eliana aseguró que “en una persona me puedo demorar media hora, una hora, dependiendo. Si tiene el cabello corto, me demoro poco y una persona con cabello largo, como el mío, me puede demorar una hora y media, pero igual son 500 dólares, me demore cinco minutos, media hora, una hora, dos horas, igual es el mismo precio”, sentencia.
La privacidad y los piojos
La ecuatoriana apuntó que la privacidad es algo esencial para sus clientes, sobre todo para los que son de la alta sociedad de Nueva York.
Por eso es que su compañía, Larger Than Lice, asiste a la casa de sus clientes en vehículos sin la marca y visten sin uniformes que los identifiquen, siempre con el objetivo de mantener la privacidad de quienes contraten su servicio.
Comenta que atiende a empresarios, modelos y actrices de prestigio que puedes ver en televisión; claro que jamás agendan a su nombre, siempre la citan con el nombre de la niñera o alguno de sus empleados.
Entre sus clientes hay personas con poder. Eliana contó que “una vez le saqué piojos a una hija de un expresidente de Estados Unidos y a sus nietas”.
En su experiencia, hace algunos años se habría desmayado con solo saber que tendría que atender a personas de ese estatus, pero ahora los trata como a cualquier cliente, con respeto y educación, sin que notaran que estaba asombrada de estar con ellos.
Actualmente, Eliana Edith Ortega continúa con éxito su compañía en Nueva York, atendiendo a las familias que requieran sus servicios, pero también mantiene convenios con colegios de la zona.
Asimismo, tiene una tienda online de productos para la pediculosis, que realiza envíos a todo Estados Unidos.