Los Juegos Olímpicos es uno de los eventos deportivos más importantes y populares del mundo, donde se reúnen los mejores exponentes de diversas disciplinas deportivas, para demostrar sus habilidades en representación de sus países.
Desde sus inicios en 1896 en la capital de Grecia, Atenas, hasta su última versión en Tokio, Japón, durante el 2021, estos juegos no han estado libres de polémicas, tanto por problemas en la producción del evento, los problemas entre los entrenadores y su equipo, o momentos particulares con los participantes.
Así es como se hizo conocida una de las demostraciones en barras asimétricas más mortales de los Juegos Olímpicos, el que causó impacto en los jueces y en los demás competidores de la disciplina de gimnasia, quienes se sorprendieron frente a tal acto.
Olga Korbut, una gimnasta impresionante
La gimnasta Olga Valentínovna Korbut, nació el 16 de mayo de 1955 en Grodno, en la entonces República Socialista Soviética de Bielorrusia y parte de la Unión Soviética (URSS), actualmente Bielorrusia. Inició su camino en el deporte a los 8 años, practicando gimnasia en su escuela.
Ya en 1967 comenzó a entrenar de manera profesional junto a la medallista olímpica Yelena Volchétskaya, pero tiempo después fue cambiada luego al entrenador Renald Knysh, el cual años después fue acusado por varias gimnastas (incluida Korbut) por abuso sexual y otras conductas inapropiadas.
El entrenamiento de Olga estaba centrado en desarrollar sus cualidades utilizando elementos del ballet y coreografías. Agregando más dificultad a sus entrenamientos, Korbut comenzó a aprender complejos movimientos, como saltos mortales hacia atrás en las barras asimétricas.
Su estilo preciso, elegante y con piruetas le otorgó en 1969 su primera participación en un campeonato nacional, obteniendo el quinto lugar siendo la participante más joven. Un año después volvió a participar en estos campeonatos, otorgándole el preciado primer lugar junto a su medalla de oro en el salto al caballete.
Su participación en los Juegos Olímpicos
En 1972, Olga Korbut se transformó en la integrante más joven del equipo de la URSS en los Juegos Olímpicas de Múnich, Alemania. Korbut participó en varias disciplinas de la gimnasia, tanto a nivel individual como grupal: rutina de suelo, barras asimétricas y barra de equilibrio. Allí demostró que a sus 17 años, tenía la capacidad y habilidad que cualquier otro atleta con experiencia en los juegos.
En su primera competencia, Olga realizó algo que nadie había intentado en una competencia internacional: un salto mortal hacia atrás en la barra de equilibrio. Esto deslumbró a los jueces y a los espectadores, donde la gimnasta demostró su agilidad sin miedo a caer y con una seguridad que muy pocos pueden demostrar durante sus hazañas. Con aquella presentación ganó el oro en la barra, para luego llevarse otro, ahora en una deslumbrante presentación en rutina de suelo y un tercer oro en la competencia por equipos.
Luego, en su primer intento en las barras asimétricas, Korbut cometió varios errores que la dejaron con algunos puntos lejos de la medalla de oro, por lo que al terminar su presentación lloró públicamente, algo extraño para un atleta soviética, quienes solían demostraban de un carácter frío.
El famoso “salto Korbut”
Aunque no quedó eliminada de la competencia de barras asimétricas, Olga Korbut volvió al día siguiente para participar en la ronda final de la competencia, la que sería recordada en la historia de los Juegos Olímpicos debido a su espectacular presentación y su jugada más inesperada hasta el momento.
Al momento de presentar su rutina, lo que más destacó fue un movimiento que luego se conocería como “Korbut flip” (o la voltereta de Korbut): Un salto mortal hacia atrás de pie en la barra más alta, para luego caer en la barra baja, impulsarse hacia atrás como si fuera succionada a la barra detrás de ella, para continuar con su rutina. Esto generó impacto en la audiencia, tanto así que quedó plasmado en las grabaciones de los comentaristas de aquella época.
Frente a su espectacular presentación, Korbut obtuvo una puntuación de 9,8 de 10, lo que generó molestia en la multitud, pero los jueces se negaron en modificar la puntuación debido a un error al inicio de la rutina. Esta actuación innovadora y arriesgada, la transformaron en la imagen de la gimnasia en todo el mundo.
Una carrera corta
Durante el año 1976, la gimnasta participó otra vez en los Juegos Olímpicos realizados en Montreal, ganando una presea dorada en la competencia de equipos. Esta sería la última presentación de Olga Korbut, quién se retiró del deporte olímpico en 1977, con 22 años, de los cuales 13 los dedicó a la gimnasia.
Su retiro marcó un precedente, al ser muy adelantado en una carrera que iba popularizándola a nivel mundial, pero sus lesiones la estaban afectando y ya tenía una competencia bastante fuerte en su disciplina: la rumana Nadia Comaneci, la primera atleta en la historia olímpica en obtener un 10 perfecto.
A lo largo de las competencias, los medios seguían mostrando su espectacular rutina de 1972, destacando su salto mortal y los errores que tuvo en su primera presentación. Korbut terminó convirtiéndose en entrenadora en Estados Unidos y causó revuelo luego de subastar sus medallas de oro en el año 2017.
La gimnasta, que marcó un precedente por su presentación en 1972, patentó el movimiento “Korbut flip”, el que ahora es imposible de repetir, ya que fue prohibido en los Juegos Olímpicos, por dos razones: técnicamente se considera una falta, puesto que las rutinas de barra deben ser fluidas, sin parar, y en este caso la gimnasta debe interrumpirla para conseguir el impulso inicial, y además, es considerado de alto riesgo para quien lo ejecute.