Se trata de un hecho que tiene conmocionada a una sociedad y trascendió a nivel internacional. El profesor, que se supone hablaba de fe, se valió de su poder para violar y embarazar a un grupo numeroso de alumnas. La confesión de una de ellas, fue clave para descubrirlo.

Se trata de un hecho que tiene a un país, y a personas fuera de éste ¿cómo pudo suscitarse un caso tan aberrante. El profesor de religión violó a 13 alumnas y embarazó a la mayoría, cometiendo las vejaciones en lugares tan impensados como su crimen.

Todo se remite a la ciudad indonesia de Bandung, Java Occidental.

El profesor religioso, Henry Wirawan, impartía clases en un internado islámico de la ciudad. Muchas de las víctimas eran de hogares pobres y estudiaban becadas.

Según la información difundida por la cadena británica BBC, el docente cometió las violaciones entre 2016 y 2021. Fueron 5 largos años en los que las niñas estudiantes soportaron al hombre que se suponía debía brindarles educación en un internado especializado en fe musulmana.

No fue así. Pero, el horror quedó descubierto, cuando una de sus víctimas no pudo más y le hizo una trágica confesión a sus padres.

Una de las víctimas del profesor indonesio que violó a 13 alumnas, dio a luz a un bebé, como consecuencia del vejamen.
BBC / Alurnews

Henry Wirawan violó a 13 alumnas: la menor de las víctimas tiene 11 años

Henry Wirawan, es uno de los nombres más pronunciados en los últimos días en Indonesia. No es por alguna hazaña. Más bien, tiene que ver con el ensañamiento contra un grupo de niñas del internado islámico en el que trabajaba, donde violó a 13 alumnas y embarazó a 8 de estas.

La investigación al respecto, asegura que los escenarios de las vejaciones fueron la escuela, moteles y hasta departamentos rentados a los que el sujeto condujo a sus víctimas.

La edad de las alumnas oscilan entre los 11 y los 16 años. En efecto, la más pequeña de estas es a penas una menor que transitaba hacia la adolescencia.

De las violaciones cometidas por Wirawan, la acusación presentada ante los tribunales de Java Occidental, aseguró que el maestro de religión musulmana embarazó a por lo menos 8 de las 13 alumnas. Producto de su crimen, nacieron nueve niños.

Para descubrir la sistemática violación contra las menores a lo largo de 5 años, fue necesaria una confesión de una de las víctimas, quien el año pasado, al regresar a casa con sus padres, les contó que acababa de dar a luz. Dijo que el padre del recién nacido era su profesor, Henry Wirawan.

La familia acudió inmediatamente a realizar una denuncia contra el sujeto. Poco después era apresado por la policía. Era mayo del 2021. No obstante, la situación salió a la luz hasta 6 meses después, cuando los casos fueron judicializados y el sujeto fue sentado en el banquillo de los acusados.

Y es que, como era de esperarse, los testimonios se fueron sumando. Con la primera denuncia, nadie se imaginó que las violaciones eran tan numerosas, casi directamente proporcional a los embarazos y partos, producto de estas.

La tipificación por el delito bajo el cual fue juzgado, con una posterior condena, generó malestar entre el equipo fiscal y una sociedad que esperaba una condena ejemplar.

Este es el internado en el que Henry Wirawan cometió violaciones contra sus alumnas.
Tribun Pekanbaru / Indonesia

Pidieron la castración química, pero un trío de jueces falló distinto

Con la revisión del expediente realizado por el equipo fiscal, contra Wirawan, tres jueces se encargaron de analizar los antecedentes y emitir un veredicto.

“El acusado cometió actos violentos y obscenos. En lugar de educar a sus alumnas, recurría a la violencia o amenazas para obligar a las niñas a tener relaciones sexuales con él”, determinó uno de estos.

Tras ese argumento, sentenciaron al profesor de religión, Henry Wirawan, a cadena perpetua. Pero el sinsabor trascendió entre el equipo fiscal, que solicitó al tribunal la castración química del hombre que violó a 13 alumnas y embarazó a 8 de estas.

Algunas de las menores no denunciaron a su violador, por temor a la revictimización, según indicaron los mismos jueces. Aún así, estos decidieron rechazar el castigo químico contra el sujeto, argumentando que la prisión de por vida les impide dar luz verde a la medida.

Luego de emitir veredicto y sentencia, el trío de jueces determinó que los bebés pasen a manos de la Procuraduría de Protección de la Niñez y la Mujer.

“… hasta que las víctimas estén mentalmente preparadas para cuidar a sus hijos, y la situación permita que sus hijos sean devueltos al hogar”.

En otra medida reparadora, ordenaron al al Ministerio de Empoderamiento de la Mujer y Protección de la Infancia pagar el equivalente a 23,200 dólares (más de 18 millones de pesos chilenos) solicitados por las víctimas como compensación y hasta 6,000 dólares para tratamiento médico y psicológico a cada una de las víctimas.

El sentenciado pidió disculpas a las víctimas. Los fiscales, en tanto, aseguraron que apelarán la decisión judicial de no aplicar la castración química del profesor Henry Wirawan, en busca de un castigo ejemplar contra los violadores de niños, niñas y adolescentes.

Henry Wirawan no fue sentenciado a castración química como lo pedía la fiscalía indonesia.
newsnpr.org