Puede decirse que Maximilian Schmidt definitivamente superó a Pablo Escobar en el alcance que tuvo con el tráfico de las drogas, considerando además que recibía pedidos directos desde la Colombia de Escobar viviendo en Alemania.
Este adolescente se convirtió en un narcotraficante virtual, quien tenía toda su operación en su sencillo dormitorio de Leipzig en Alemania.
Sin ir más lejos inspiró la serie “How to Sell Drugs Online (fast)” de Netflix, en la cual un joven se dedicaba a vender sustancia ilícitas por internet. Sin embargo la historia real es un poco diferente, mientras que las personalidades de sus protagonistas son completamente distintas.
Maximilian Schmith ¿Un genio de la droga?
Maximilian tenía 18 años cuando comenzó su rentable negocio a través de internet. Durante 15 meses fue el zar de la droga, no sólo en Alemania, sino que en todo el mundo.
Construyó un sitio web para vender estas sustancias, el que cumplía con todas las leyes del e-commerce, como carrito de compra, descripción de productos, costos, tiempos de envío e incluso la valorización de sus usuarios.
Pero, ¿cómo comenzó todo? Según el mismo describió, luego de una conversación con un amigo que frecuentaba la “deep web” descubrió que el podía hacer un sitio mejor que “The Silk Road (“La ruta de la seda”), una web que ofrecía drogas.
Según Schmidt el sitio tenía deficiencias que él, con sus conocimientos en informática, podría solucionar. Tan sólo pasaron unas semanas para que lo hiciera.
Construyó este sitio con las características precisas de una web de venta online, al que nombró “Shiny Flakes” y a través del intercambio de bitcoin (moneda virtual) podía vender fácilmente.
En ese momento surgió un problema, ya que si bien tenía un sitio web con todas las competencias de una tienda online, aún no sabía cómo distribuiría su producto. A esto encontró una rápida solución.
El servicio de correo de Alemania y DHL fueron sus proveedores para distribuir la droga, dejando los paquetes en buzones de toda la ciudad. Maximilian logró distribuir toda la droga, no sólo en Alemania, sino que también en otros países
Según detalló DW, el adolescente era extremadamente profesional en su negocio, ya que pedía pagos por adelantado y, una vez que estos se procesaban, se enviaban los pedidos, “solo que en lugar de zapatos, iban drogas” menciona el joven.
El negocio rentable
Aunque no conocía el mundo de las drogas, esto no le fue impedimento para tener rentabilidades. Lo anterior también funcionó como reloj durante un tiempo.
Su conocimiento en la informática, organización y la perfección que buscaba le permitió generar un sistema de compra-venta casi perfecto, recibiendo mercancía ilegal por correo, tal como si recibiera un par de zapatos, aprovechando el excelente servicio postal de Alemania, consignó Clarin.
Todo lo hizo desde su dormitorio y la soledad que tenía lo favoreció. No era un joven con muchos amigos y tampoco mucha vida social, estaba siempre en casa.
Aunque era millonario con su negocio nunca gastó el dinero que consiguió, incluso trabajaba atendiendo mesas en un restaurante.
Su dormitorio, que estuvo por meses lleno de drogas, nunca habría sido visitado por sus padres. Según contó nunca entraban, ni siquiera a buscar ropa para lavar ya que él mismo la dejaba fuera de su habitación.
Ellos tampoco vieron como llegaba con cajas y cajas de drogas y recursos para empacar, ya que la puerta estaba justo frente a la puerta de entrada a la casa y eso le permitía un rápido ingreso.
Todo esto se podría calificar como una locura, considerando que en todo ese tiempo vendió más de 900 kilos de hachís, cocaína, éxtasis, LSD y medicamentos con receta, porque también tenía eso incluido en su catálogo de drogas.
Un documental en Netflix
La descripción de su vida durante esos meses está en un documental que Netflix lanzó en agosto pasado, “Shiny Flakes: The Teenage Drug Lord”, en el que Eva Miller, la directora lo siguió durante algunos años descubriendo y recreando episodios de su vida.
Ahí señaló que al principio “Me ponía un poco nervioso, cuando comenzó con las primeras transacciones. En ese proceso buscó proveedores que enviaran paquetes y llevaba la droga a su casa, desde dónde comenzaba la distribución.
También recreó algunas de las conversaciones que sostuvo con sus proveedores de droga, así como entrevistaron a su abogado defensor, al director de la prisión, al fiscal y al asistente psicológico.
En el documental se conocen algunos de los comentarios que tenía la web de Maximilian, un ejemplo es un usuario que indicó “Dos de mis dientes se me cayeron enseguida, esta sustancia sí te da en la cabeza” a lo que el joven contestó “parque que quedó satisfecho” sonriendo.
En base a lo mismo se le consultó si tiene alguna sensación de culpa por vender drogas y probablemente contribuir a la adicción de muchas personas, él contestó que no. A su respuesta añadió que si la gente no le compraba a él, compraría en otra parte.
Otra cosa que recrea el documental es la detención de Maximilian Schmidt en su casa. La policía lo comenzó a buscar luego de que varios paquetes no fueron entregados a sus dueños, por lo que otros los encontraron con droga y denunciaron a la policía.
Esto los alertó y comenzaron a buscar hasta que dieron con el joven, tal fue su sorpresa cuando se encontraron con Maximilian en su dormitorio y notaron que él solo era quien manejaba todo su negocio en torno a los estupefacientes.
En libertad, pero nuevamente acusado
En la detención fue en 2015, cuando ya tenía 20 años, lo encontraron con 320 kilos de droga valorada en varios millones de euros, lo que le costó una condena de 7 años de cárcel.
Pese a eso, Maximilian Schmidt estuvo sólo 4 años de la cárcel y logró salir en libertad en 2019, el documental lo muestra en su nueva vida, donde logró tener amigos e incluso una novia.
Sin embargo, al final del documental que salió en 2019 se indica que nuevamente está siendo investigado por, aparentemente, estar nuevamente vinculado a la venta de drogas.
El pasado febrero, el medio alemán Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND) confirmó que Maximilian fue acusado ante el tribunal de Leipzig, su ciudad natal, por nuevamente vender drogas online.
Aunque esta vez no esta sólo en la acusación, ya que se indica que tendría 4 cómplices en la venta de droga por kilo.
LVZ indicó que la acusación implica que Maximilian Schmidt y sus complices enviaron drogas ilegales desde un departamento en Leipzig.
Habrían utilizado una tienda en línea para realizar el ilícito, distribuyendo nuevamente a través de correo realizando casi 500 envíos de MDMA, metanfetamina, cocaína y medicamentos entre abril de 2019 y enero de 2021.
El modelo de tráfico sería similar al que implementó cuando era sólo un niño, pero ahora la justicia tendrá que determinar que ocurrirá con él tras esta acusación.