Cuando se habla de la mítica ‘Generación del 87’ del Barcelona, no se habla de otra cosa sino que de un grupo de gladiadores del fútbol que marcaron la historia con sus récords y por la inmensa calidad de sus jugadores.
Nos referimos a una generación que albergó y vio crecer a míticos representantes del balompié, como el propio Lionel Messi, Cesc Fàbregas y Gerard Piqué, quienes trascendieron con sus carreras y llegaron a lo alto de este deporte.
Sin embargo, en medio de este plantel destacó un nombre que bien pudo convertirse en el “Cristiano Ronaldo” de Messi, un joven con grandes aspiraciones, a quien la “Pulga” llamó como el mejor del equipo y que, por cosas de la vida, no llegó a la cima que se vislumbraba para su talento.
Hablamos del español Víctor Vázquez Solsona, uno de los juveniles más recordados del Barça. Ésta es su historia.
Una niñez dorada
Llegó con nueve años al Barcelona, equipo en el que se mantuvo hasta 2011. Y, desde que arribó al césped azulgrana, destacó por sus impresionantes dotes para el fútbol.
Incluso, sus propios compañeros no podían creer la calidad del jugador que tenían enfrente. “El mejor del equipo era Víctor, un jugador que era el líder natural del grupo”, señaló Piqué, en entrevista consignada por el medio argentino Infobae. Algo que el exDT del equipo, Pep Guardiola, no hizo más que confirmar al decir que “era uno de los jugadores más talentosos que he visto”.
En una entrevista con el medio El Periódico, el propio Vásquez reconocería su grandeza de aquel entonces. “Jugaba de delantero. Los primeros años siempre era el ‘pichichi’ y marcaba muchos goles. Era con lo que nací, me gustaba marcar goles”, dijo.
“Luego, ya a los tres o cuatro años, cuando llegó Leo, nos íbamos cambiando y también jugaba de mediapunta. Ahí me sentía mucho más cómodo, porque colaboraba más en el juego del equipo, ya que en esa época, siendo delantero, debía estar siempre en el área para finalizar. Y con ese cambio de posición yo me sentía mejor, más involucrado a la hora de combinar, de hacer jugadas bonitas. Y luego si las podía acabar, pues mucho mejor”, agregó el deportista.
“Mejor que Messi”
“Messi y Víctor eran los mejores del equipo, por lejos. A veces se picaban para ver quién metía más goles en un partido. Si en la primera parte Víctor hacía tres, en la segunda Leo no paraba hasta meter tres más, era alucinante”, recordó Fàbregas al ser consultado por estos tiempos.
Una afirmación que también fue compartida por el propio Messi, que en edad de cadetes (14, 15 años) no dudó en su respuesta cuando le preguntaron quién era el exponente más grande de la recordada categoría 87 de la Masía: “El mejor es Víctor Vázquez”.
Por su parte, Vázquez mencionó que con Lionel siempre hacían “piques sanos. Todo el mundo pensaba que eran piques como una competición para ver quién acababa como máximo goleador, pero no era así. Siempre han sido muy sanos y con el objetivo de divertirse y disfrutar. Nunca desde el egoísmo o diciendo ‘yo quiero marcar más que Víctor, o yo más que Leo’. No, en ningún momento ha sido así y en ningún momento nosotros lo sentimos así”.
Pese a sus similitudes de talento para el balompié, se diferenciaban en sus personalidades: “Víctor era muy extrovertido. Leo sólo jugaba a la máquina y no hablaba, pero cuando saltaba al campo, las diferencias se reducían, nunca vi un mejor pique que el que mantuvieron Víctor y Messi, eran dos fueras de serie”, declaró Piqué.
El ‘dream team’
El equipo soñado del ’87 arrasaba con todo lo que se ponía por delante. Estuvo cinco años sin perder un partido y alcanzó resultados difíciles de creer: 25-0, 17-0 y 32-0.
“Ganábamos los partidos muy fácil, siempre ganábamos todas las ligas y copas… y todo eso con un ambiente increíble; el de niños disfrutando del fútbol, que era de lo que se trataba. No de competir para ganar, sino de disfrutar. Íbamos creciendo y cada año éramos mejores. Hasta que llega un punto que uno pega un salto antes que el otro, o necesitan a un defensa antes que a un delantero, y ya nos fuimos separando”, dijo.
Agregó que “tengo un recuerdo espectacular de haber coincidido con todos esos jugadorazos, y alguno que se ha quedado por el camino, porque claro, no podemos llegar todos… Es muy difícil, pero lo recuerdo con orgullo”, dijo.
“Pero de alevines hasta cadete A estuvimos siempre juntos. Y esos han sido los mejores años de mi vida, seguro”, confesó.
La caída de un ídolo
En esa misma época, en la categoría juvenil, las cosas se pusieron difíciles para Víctor. Acumuló dos lesiones, las cuales marcaron un antes y un después en su carrera.
Primero sufrió una luxación de rótula, la cual le infirió temor a la hora de jugar en la cancha, debido a que no la sentía firme tras la recuperación. Posteriormente, vino una rotura de ligamento cruzado anterior en una de sus rodillas. Ambas situaciones y uno que otro problema físico le consumieron casi dos años fuera del terreno, lo que para un futbolista en pleno despegue fue una situación irreversible.
“No pensé que se fuesen a olvidar de mí, pero sí que me iba a pasar gente por encima. Ahí sentí que mi tren del fútbol pasaba, porque en el Barça hay mucho talento y jugadores increíbles. Entonces tu oportunidad seguramente pase debido a tanto tiempo que iba a estar de baja y que sabes que otros jugador es obvio que lo van a aprovechar. Y de hecho, pues así pasó y así lo aprovecharon“, declaró.
Josep Guardiola lo convocó para los partidos de pretemporada del Barça del 2008-09, en los que jugó 3 partidos como titular. Y anotó un gol por la Champions League, ante el FC Rubín Kazán. Pero su estadía en el Barcelona fue perdiendo sentido.
“Llevaba cinco años en la filial, había jugado algún partido con el primer equipo, pero veía que iba a ser muy difícil asentarme y no quería ser el típico jugador de banquillo. Preferí entonces salir del Barça, hacer mi propia carrera y empezar a disfrutar de otro tipo de fútbol”, explicó.
Nuevos rumbos
Tras salir del equipo español, Vásquez jugó cinco temporadas en el Brujas de Bélgica. Allí coincidió con dos chilenos, Francisco Silva y Nicolás Castillo, e hizo una impecable carrera. En 2015, incluso, ganó la Copa de Bélgica y lo escogieron el mejor futbolista del año.
Posteriormente, tuvo un paso por el Cruz Azul de México, Toronto, el fútbol de Qatar, Eupen (también de Bélgica) y, finalmente, Los Ángeles Galaxy, su equipo desde 2021.
Al llegar al balompié azteca, donde lo catalogaban de máxima estrella, Víctor mencionó que “salvador no soy para nada, yo no soy Messi, yo no soy Cristiano, soy un jugador normal. Vengo a aportar lo máximo, calidad, fútbol. Aportaré buen juego, trabajo en equipo y goles, porque sería importante para el equipo”.
Pero, pese a sus dichos, tuvo grandes momentos en esos clubes.
Junto con ser elegido como mejor futbolista del año en Bélgica, en su paso por Canadá quedó como candidato a MVP de la temporada de la MLS, donde obtuvo una Supporter’s Sheld y una MLS Cup, junto con dos certámenes canadienses.
Incluso, se “convirtió en Messi” tras marcar un gol emblemático en una definición ante el Seattle en 2017. Tras anotar el tanto, aprovechó de rendir un pequeño homenaje a su amigo argentino: se quitó la camiseta y la exhibió ante las tribunas, imitando la clásica celebración de la “Pulga” ante el Real Madrid, ocurrida pocos meses antes.
Al preguntarle sobre si Leo había visto su celebración, comentó que “sí, sé que le llegó, porque con Piqué sí que hablo más a menudo y me dijo: ‘Cómo te has copiado de Leo, ¿eh?’. Era una apuesta que yo tenía con mi familia y amigos, que me dijeron que si marcaba en la final un gol decisivo que lo celebrara al estilo Leo. Y bueno, yo no soy de hacer estas cosas, pero como era una final, sabía que también tenía repercusión y me hacía feliz, lo hice“.
Contacto con los ex ’87
Precisamente, consultado sobre si aún tiene contacto con Messi, Vásquez mencionó que “la verdad es que poco”.
“Hace poco creamos un grupo de WhatsApp de la Generación del 87 y estamos ahí todos metidos. Hemos hablado alguna vez todos y alguna yo con Leo por privado, pero poquito“, dijo.
Agregó que “a mí no me gusta molestar y menos con los problemas que ha tenido este último año con el club (la entrevista fue dada en enero de 2021). Prefiero no meterme, ni estar escribiéndole porque estén mal las cosas. Si alguna vez nos escribimos, genial“.
“Siempre estaremos ahí, pero obviamente no tenemos esa relación que teníamos hace diez años”, concluyó la estrella, quien actualmente tiene 35 años y reside en California, a miles de kilómetros del club que pudo haberlo elevado a la cima del “Salón de la Fama” del balompié mundial.