Arqueólogos han encontrado los restos de un hombre y un perro sepultados hace 3.500 años tras los poderosos tsunamis que inspiraron la leyenda de la Atlántida.
Según recogen medios internacionales como Ars Technica, el hallazgo ocurrió en Çeşme-Bağlararası, en la costa de Turquía.
Los estudios indican que las gigantescas olas fueron provocadas por la erupción del volcán Thera a cientos de kilómetros de distancia, ubicado en lo que actualmente es la isla de Santorini.
Dicho cataclismo es conocido como uno de los más destructivos en la historia de la humanidad, siendo apuntado a su vez como una de las probables razones que marcaron el fin de la civilización minoica.
Pese a la devastadora tragedia, no se conocían restos de víctimas de la erupción y posteriores tsunamis… hasta ahora.
El esqueleto del hombre joven y del animal fueron encontrados por Vasıf Sahoglu, arqueólogo de la Universidad de Ankara, y sus colegas. De acuerdo al citado medio, el equipo encontró además escombros de piedra de edificios, trozos de cerámica, conchas de almejas, lapas y otras especies marinas arrastradas a la costa por las olas.
Cabe señalar que los restos hallados en Çeşme-Bağlararası yacían en cuatro capas diferentes, lo que para los expertos es indicio de que llegaron a tierra en al menos cuatro tsunamis.
En ese sentido, Sahoglu y sus colegas afirman que el volcán Thera estalló en diversas fases, cada una de las cuales desencadenó un tsunami diferente.
En cuanto al esqueleto del joven, estaba sepultado “demasiado profundo para ser encontrado y recuperado”. Por ahora no está claro si la persona vivía en Çeşme-Bağlararası o si una de las olas arrastró su cuerpo a tierra desde otro lugar.
El hombre yacía boca abajo, curvado junto con la línea de escombros de la marea alta, en los restos de un edificio.
Por su parte, no muy lejos de ahí, los restos del perro estaban bajo una entrada que se había derrumbado.
Pese a que no existen cifras sobre la cantidad de víctimas que dejó la erupción de Thera, usualmente se le compara con la erupción del volcán Krakatoa, en Indonesia, ocurrida en 1883, la cual dejó unos 36 mil muertos.