Cada 12 de octubre se conmemora el Descubrimiento de América, una fecha que causa polémica hasta hoy, más de cinco siglos posterior al día en que Cristóbal Colón llegó al continente.
Este hecho histórico tiene un significado muy diferente para los chilenos y latinoamericanos que lo que representa para los españoles, siendo un tema que causa divisiones hasta la actualidad.
En Chile, antes se recordaba como el Día de la Raza, y ahora pasó a ser el Día del Encuentro entre Dos Mundos. Si bien es feriado, nadie celebra.
En el país europeo, en tanto, se festeja la Fiesta Nacional de España o Día de la Hispanidad, con honores militares. E incluso muchos españoles dan más importancia al Día de la Virgen del Pilar, patrona de la nación, que a la otra conmemoración. Y poco o nada se recuerda de la matanza de los pueblos indígenas.
Al respecto escribió el destacado periodista y escritor español David Jiménez en una columna en el New York Times hace un par de años, donde dijo que “las escuelas españolas enseñan que los conquistadores fueron aventureros que llegaron a América tras grandes odiseas, civilizaron el Nuevo Mundo y sirvieron con honor a sus reyes, que los premiaron con oro y propiedades (…) Para que el 12 de octubre sea una verdadera celebración de la hispanidad, España debería ofrecer la reparación de la verdad y empezar por recordar también a las víctimas de la Conquista, no solo a sus héroes”.
“Aunque no tiene sentido juzgar la historia bajo los códigos morales de la actualidad, la Conquista fue un acto de violencia sostenido durante tres siglos que provocó la desaparición de comunidades enteras y tuvo como principal motivación el expolio de las riquezas del continente (…) El contexto histórico no debería ser una excusa para ocultar los hechos, sino una oportunidad para aceptarlos sin que suponga transmitir la culpa a las generaciones actuales, que nada tuvieron que ver con ellos”, añadió.
¿Cómo se ve específicamente el tema de la Conquista en el día a día en España? Hablamos con un par de personas para conocer más al respecto de primera fuente.
Indiferencia española ante el genocidio
María José Leiva, de 30 años, es profesora de historia de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia. Se fue a vivir hace 5 años a Sevilla, España, donde ha estudiado un máster en estudios de género y desarrollo profesional de la U. de Sevilla y un doctorado en Historia Contemporánea de la U. Complutense de Madrid. Ya ha vivido allá varios 12 de octubre e indica que, desde su perspectiva, los españoles no niegan la matanza, pero la ven como algo inevitable en una ´guerra´.
“(Las matanzas) no creo que las nieguen, pero lo ven como un efecto colateral. Como que en cualquier guerra hay muertos. Me parece que lo ven como un empate, como que los indígenas también mataron españoles. Piensan que eran dos personas que estaban en igualdad de condiciones, se enfrentaron y ganaron los españoles”, relata.
Y añade que “también asocian mucho a los indígenas con el salvajismo, como que sacrificaban personas y cosas así, en cambio, ellos no lo hacían porque eran más humanos, y creen que si no fuera por ellos, seguiríamos haciendo sacrificios. Esa es la lógica que tienen. Todo esto ocurre en la sociedad civil, es diferente en universidades y lugares más académicos”.
En ese sentido, recalca que “no se niega La Conquista y la violencia, pero se suaviza mucho, bajo el argumento de que eso sirvió para convertir a los latinoamericanos en lo que somos ahora (…) Muchos españoles tienen la idea de que salvaron a América Latina, de que somos cristianos y civilizados gracias a ellos. Es distinto en círculos feministas y en personas que tienen más contacto con inmigrantes”.
¿Por qué existe esa idea? Regla Hermosín es española y vive en Chile desde finales de 2019. Joven periodista y máster en estudios de género y desarrollo profesional de la U. de Sevilla, explica que la visión de la gloria del Imperio Español se originó en la dictadura franquista, cuando el régimen destacaba mucho a sus héroes de La Conquista para demostrar la presunta superioridad de la nación.
Por ese motivo es que en las generaciones mayores se tiene muy implantada la idea de que España ´salvó´ a América Latina, algo que ha cambiado en las últimas décadas. La gente joven ya no tiene la misma visión… la mayoría sería simplemente indiferente al genocidio.
“En la generación de mis padres sí sigue estando presente este tema porque vivieron el franquismo, que destacaba esa fecha. Mi padre, por ejemplo, tiene muy marcado el 12 de octubre. Me contó que ese día solían cantar el himno de (Francisco) Franco y se recordaba la gloria del Imperio Español, y de cómo España llegó a civilizar (América Latina) y todo era maravilloso”, narra.
“En ese tiempo, se enseñaba en los colegios usando la Enciclopedia Álvarez (libros promovidos por la dictadura de Franco), que estaba destinada a niños, y ahí se decía básicamente que Hernán Cortés llegó a América, trajo la gloria a España y civilizó a esos bárbaros. Entonces, eso es lo que quedó en la memoria colectiva de quienes eran niños durante el franquismo”.
Por el contrario, en las generaciones más jóvenes “no hay un vínculo con ese día (12 de octubre). Aunque mi círculo es más bien sesgado, lo que se ha compartido en mis redes es que el 12 de octubre no hay nada que celebrar. A las nuevas generaciones, no nos enseñaron el Descubrimiento de América desde un punto de vista positivo, pero tampoco crítico. Simplemente nos contaban los hechos, en que en el siglo XV y XVI España llegó a las costas americanas con un ejército y unas armas superiores a las que allá había, y se produjo la colonización y esto trajo riquezas a España. No sé si llamarlo neutralidad, pero no ensalzan la historia“.
“Entra mucho en juego tanto la generación como la ideología de cada persona. Creo que el consenso mayoritario es pensar que eso pasó hace 500 años, así que hay que superarlo. Superémoslo todos y ya está“, asegura Hermosín.
Celebraciones del 12 de octubre
Cada 12 de octubre, hay dos celebraciones grandes en España. Regla Hermosín cuenta que, por una parte, está “la celebración que hace como Estado, que básicamente es un desfile militar, el rey y la Familia Real hacen un saludo a las principales autoridades políticas, es una ceremonia”.
Y la segunda es que “coincide también con que el 12 de octubre es el Día de la Virgen del Pilar, que es súper importante porque se le considera la patrona de España”. Este acontecimiento es celebrado con mayor fuerza en el norte del país, donde incluso, para algunos, puede llegar a ser más relevante que el Día de la Hispanidad.
“En España, hay una fuerte diferencia entre el Norte y el Sur. Yo soy del Sur, así que le he preguntado a un par de amigos míos del Norte cómo ven el 12 de octubre, y ambos respondieron que para ellos es una festividad religiosa. En cambio, acá en el Sur pasa sin más. Se recuerda mucho más el Día de Andalucía (el 28 de febrero), que el 12 de octubre”, señala.
Por su parte, María José Leiva apunta que la Fiesta Nacional de España, que conmemora el Gobierno y la monarquía cada 12 de octubre, “se puede equiparar al 21 de mayo, cuando en Chile se realizan muchos actos conmemorativos y los niños crean dibujos de Arturo Prat y la Esmeralda. Aquí hacen dibujos de las Carabelas y todos se saben la historia de Colón. Esa historia romántica que se hace del heroísmo con Prat, es muy similar a como ocurre acá con el descubrimiento de América”.
Asimismo, podría ser “parecido a lo que se celebra en Chile el 19 de septiembre (el Día de las Glorias del Ejército), pero en España se celebra como la melancolía del Imperio, que es la época de esplendor máximo que ha tenido España históricamente y es lo que más se destaca. Incluso a nivel de colegio, según he hablado con amigos españoles, en el colegio no se habla nada de los 700 años de la vida de los musulmanes aquí, pero luego se habla mucho del Imperio y de las colonias en América y en Filipinas. Eso es lo que se reivindica el 12 de octubre. Y el presidente habla con una perspectiva un poco tibia, el rey es muy de defender la monarquía y el legado del reino español”.
La visión actual de América Latina
Tanto María José como Regla coinciden en que la visión actual que muchos españoles tienen de América Latina es muy prejuiciosa.
“A nivel de idiosincrasia, muchos ni siquiera saben lo que es Latinoamérica. La mayoría no lo ven como un continente, sino que como un solo país. Yo creo que la gente no es mala, sino que simplemente ignorante. Para ellos, América Latina es sólo México y Venezuela, pero nada más”, dice la historiadora chilena.
Por su parte, Hermosín relata que antes de venir a Chile, vivió 3 meses en Perú, y “cuando me fui de España, la gente me preguntaba si en Perú habían coches (autos) y me decían que tuviera cuidado porque me podían meter en la cárcel”.
“A los latinoamericanos se les llama de forma despectiva como ´Machu Picchu´ o ´peruanitos´, da igual su nacionalidad. Latinoamérica se piensa en términos de drogas, de muerte y de sociedades muy violentas. Hace un tiempo hubo un programa sobre cárceles en la televisión española y lo más morboso eran las de América Latina. Creo que también se puede ver desde un punto de vista exótico. Están esos dos polos. Está muy idealizado”, afirma.
Y acota que, desde su punto de vista, “Perú quizás es un país más mestizo, los españoles lo identificamos con rasgos más indígenas, pero me he dado cuenta que seguramente muchos chilenos, si van a España y no los escuchan hablar, nadie los va a mirar raro“.
Otra cosa que le impacta a la periodista española es lo mucho que se destaca a héroes militares en nuestro país. “Me llama mucho la atención que aquí se ensalza muchísimos a los héroes de la Guerra del Pacífico y de la Independencia, es brutal tanto en estatuas como en nombres de calles. En cambio, en España, Pizarro, Cortés y todos ellos son conocidos, pero en mi generación no hay el ensalzamiento que aquí ocurre con lo que acabo de describir. En la generación de mi padre, sí sucede. Hay calles con sus nombres, pero eso nomás”, dice.
Y añade que “Sevilla, que es mi ciudad, es muy bonita, pero muy colonial. Está construida con el dinero literalmente robado (de Latinoamérica), o sea, uno de sus monumentos más importantes en la Torre del Oro, que era donde se guardaba el oro que se robaba del Imperio Inca”.