Cada 14 de febrero millones de parejas alrededor de todo el mundo celebran el Día de Los Enamorados, conocido también como el Día de San Valentín.

Se trata de una festividad casi tan conocida como la Navidad, y que poco a poco -y para regocijo del comercio- ha ido aumentando su popularidad en nuestro país, incluyendo regalos románticos que van desde flores hasta viajes por el mundo.

Lo cierto es que si bien ningún enamorado arriesgaría pasar por alto la fecha, su origen es mas bien confuso entre leyendas que pese a ser diametralmente distintas, algo de base histórica poseen.

Y es que es probable que más de alguno jamás se haya hecho la pregunta de por qué se celebra cada 14 de febrero. ¿Qué fue lo que ocurrió ese día? ¿Por qué se le llama Día de San Valentín?

En cuanto a su origen, la versión más aceptada corresponde a una historia con tintes macabros que marcó para siempre el día 14 de cada febrero.

Todo comienza con un sacerdote llamado Valentín que vivió durante el siglo III en Roma. Corría el año 207 cuando el emperador Claudio II decidió prohibir a jóvenes aptos para la guerra contraer matrimonio. Ante la drástica determinación, el obispo comenzó a casar a las parejas en secreto, hasta que fue descubierto por el pérfido Claudio, quien ordenó su decapitación.

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No obstante, mientras esperaba en la cárcel por su ejecución, se enamoró de la hija ciega del carcelero, llamada Julia, quien había recuperado la vista presumiblemente gracias al amor del sacerdote. Según la leyenda, desde su confinamiento el romántico cura le escribió una carta firmada “de tu Valentín”.

Finalmente, el sacerdote fue decapitado un 14 de febrero. Su tumba fue decorada por su amada Julia con un almendro, según relata History Channel.

Lupercalia, la fiesta “suplantada”

Pero mientras algunos atribuyen el Día de los Enamorados a la muerte del célebre sacerdote, otros atribuyen la celebración a una intervención de la Iglesia con el fin de “suplantar” otros eventos paganos, como por ejemplo la Lupercalia, celebrada el 15 de febrero.

Esta última festividad, en honor a Lupercus, dios con imagen de cabra y símbolo de la potencia sexual. Esta celebración pagana incluía una caja donde las mujeres dejaban algunas prendas que luego eran sacadas por los muchachos del pueblo.

De acuerdo a la prenda que sacaban, los jóvenes conseguían una pareja durante un año, uniones que generalmente terminaban en matrimonio. De ahí que a Lupercus se le denominara el “patrón de los enamorados”, hasta que el papa Gelasio -allá por el siglo V- declaró a San Valentín el “patrono de los enamorados”.

“Tu Valentín”

Otra versión es la del duque de Órleans, llamado Carlos, a quien se le atribuye parte del origen de la celebración, cuando corría el 1415.

Resulta que en esa época Francia estaba en guerra con Inglaterra, cuando el miembro de la realeza fue capturado por los ingleses tras la batalla de Agincourt, siendo confinado a la Torre de Londres.

En medio de su encierro, Carlos le escribió un poema a su esposa, motivado por los más profundos sentimientos de melancolía y nostalgia, y que fue firmado como “Tu Valentín”, convirtiéndose en la primera postal del día de los enamorados.

La misiva es hoy parte de la colección de manuscritos del Museo Británico, quedando de paso entre las anécdotas que marcan el Día de San Valentín.