Un arqueólogo británico de la Universidad de Reading aseguró haber descubierto la casa en la que Jesucristo vivió durante su infancia junto a sus padres, María y José. Se trata de Ken Dark, un investigador que ha pasado 14 años estudiando las ruinas de una vivienda del siglo I, ubicadas bajo el Convento de las Hermanas de Nazaret, en Israel.
El investigador británico publicó un libro en 2015, donde sugería haber encontrado el antiguo hogar de María y José. Los restos que han sobrevivido muestran que la casa fue construida en una cueva natural, contaba con dos pisos de varias estancias, almacenes alrededor de un patio y una terraza en la azotea.
Dark intuyó que la construcción del lugar fue realizada por un “tekton”, la descripción de la profesión de constructor o carpintero en los evangelios griegos. Asimismo, también encontró fragmentos de cerámica que solían usar las familias judías de la época.
“Ha quedado claro que quien construyó la casa tenía un muy buen conocimiento de la piedra”, dijo Dark al Daily Mail.
Childhood home of Jesus Christ excavated by archaeologist Professor Ken Dark in Nazareth, Israel, after a 14-year study of a stone and mortar dwelling in Nazareth, Israel, underneath the Sisters of Nazareth Convent. #biblicalarchaeology @BibArch https://t.co/wBvKdEWNS8 pic.twitter.com/0w19NKvsfy
— European Association of Archaeologists (@archaeologyEAA) November 23, 2020
Dentro de la cueva hay una escalera hecha en la roca junto a una de las paredes que conduce a un segundo piso o habitación plana. “La escalera se construyó hábilmente usando parte de una cueva natural y otra parte de la cueva se usó para sostener el techo de la habitación”, agregó Dark.
Las Hermanas de Nazaret habitaron este lugar a finales del siglo I d.C. Después de la muerte de Jesús y la expansión del cristianismo basado en sus enseñanzas, se construyó una iglesia-cueva en la colina adyacente a la casa alrededor del siglo IV, la cual estaba decorada con mosaicos y tenía accesorios relacionados con el culto público, incluida una pantalla de mármol blanco.
Durante muchos años se creyó que este era el lugar donde Jesús había vivido en su infancia, por lo que desde 1880, cuando la zona fue descubierta, que se vienen realizando investigaciones. Las monjas, que eran las propietarias del lugar, ordenaron la excavación y exploración de la cueva hasta la década de 1930.
En ese entonces, las religiosas creían que se trataba del lugar donde había habitado Jesús, pero nunca lograron encontrar pruebas. Entre 1936 y 1964 un sacerdote Jesuita intentó continuar con la búsqueda, aunque la teoría también fue descartada, por lo que el lugar terminó convirtiéndose en una zona “casi olvidada” por los historiadores, según Dark.