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Un inusual hecho delictivo se registró en Santa Fe, Argentina, donde un hombre jubilado asaltó un negocio y rogó para pedir el dinero. La víctima en un inicio creyó que se trataba de una broma, sin embargo, pronto se dio cuenta que el hombre tenía serias intenciones de llevarse el botín de la caja tras sacar una pistola.

El hecho ocurrió la tarde del pasado miércoles en la localidad argentina, el hombre de entre 70 y 80 años irrumpió en un negocio de alimentos con un bolso y una actitud aparentemente nerviosa.

El sujeto llevaba un arma en su mano y fue directo hacia la trabajadora del lugar, exigiendo dinero en efectivo.

Anciano asaltó negocio en Argentina

Necesito un préstamo“, le dijo el hombre a la empleada, quien pensó que se trataba de una broma y soltó una carcajada.

Al ver eso, el adulto mayor cambió su tono, le mostró el arma y le dijo “esto es un robo”.

La sonrisa de la empleada cambió cuando el hombre sacó el objeto. Aunque no le apuntó directamente, comenzó a amenazarla con insistencia.

Ante la incredulidad de la mujer, el asaltante insistió en pedir dinero: “Dame la plata, la necesito. Dámela porque no voy a responder de mí”, insistió el hombre un tanto nervioso.

“No tengo nada, señor”, respondió la joven, sin embargo el anciano no se dio por vencido.

“¿Cómo no vas a tener? Dámela, por favor te lo pido”, insistió con tono suplicante, a lo cual la joven accedió: “Es todo lo que tengo, es lo de los proveedores”, dijo mientras caminaba hacia a otra parte del local para entregarle el dinero.

Hombre logró huir con el botín del negocio tras suplicar por el dinero

Ante la presión del ladrón, la situación se tornó más tensa. La joven comenzó a alzar la voz: “¡No me amenaces, no tengo!… No me hagas poner nerviosa”, gritó, señalándole dónde podía verificar lo que decía.

En un momento de distracción del asaltante, la empleada aprovechó para correr hacia la puerta y escapar a la calle en busca de ayuda mientras el hombre la seguía detrás.

Finalmente este último logró su cometido y huyó con un botín de 200.000 pesos argentinos, más de 180.000 pesos chilenos, consigna el medio Perfil.

“Yo salí corriendo para la verdulería a pedir ayuda. Los chicos lo siguieron, pero (el delincuente) entró en un pasillo de la calle Lavalle y se escapó”, consigna el sitio.